Carolina Pérez: “Las personas con discapacidad no nos sentimos identificadas con la Teletón”

La conductora del programa Saliendo a Flote, que cada domingo se emite por Radio Universidad de Chile, emplazó al Estado a hacerse cargo de la rehabilitación de las personas en situación de discapacidad y a generar políticas de integración. Si los privados quieren aportar, que lo hagan sin show, apunto la académica de la Universidad de Chile, quien además recalcó que es fundamental acabar con la concepción de caridad e instalar a los discapacitados como verdaderos sujetos de derecho.

La conductora del programa Saliendo a Flote, que cada domingo se emite por Radio Universidad de Chile, emplazó al Estado a hacerse cargo de la rehabilitación de las personas en situación de discapacidad y a generar políticas de integración. Si los privados quieren aportar, que lo hagan sin show, apunto la académica de la Universidad de Chile, quien además recalcó que es fundamental acabar con la concepción de caridad e instalar a los discapacitados como verdaderos sujetos de derecho.

Ya comenzó la transmisión televisiva de la Teletón, una obra plasmada en el imaginario colectivo de los chilenos como sinónimo de solidaridad, pero que también desde hace muchos años, hay sectores que han cuestionado el rol de este programa en la concepción que construye de las personas con situación de discapacidad, tesis que cobró fuerza con el llamado de atención que la ONU hizo a la Teletón mexicana.

En entrevista con Radio Universidad de Chile, Patricio López conversó con Carolina Pérez, académica de la Universidad y conductora del programa Saliendo a Flote, quien, además, es tetrapléjica y, desde su propia experiencia y la reflexión ha desarrollado diferentes análisis sobre este tema.

¿Tú haces una distinción entre la obra de la Teletón los 363 días del año y lo que ocurre entre durante la campaña?

Son dos cosas completamente diferentes: una, el espectáculo televisivo que por 27 horas mantiene a todo el mundo frente al televisor, donde todos se vuelven solidarios –de un minuto a otro-, otra cosa es la labor del instituto de rehabilitación.

Es necesario separar este tema porque me he dado cuenta que, a lo largo del tiempo, ha existido una manipulación emocional demasiado potente respecto de las personas en situación de vulnerabilidad. Hay vulneración de derechos importantes y, por supuesto, es necesario indicar que la rehabilitación es un deber del Estado y un derecho de las personas en situación de discapacidad. Por eso lo saqué al tapete, efectivamente, que la Ley 20.422 establece normas de inclusión e igualdad para las personas en situación de discapacidad y el Estado tiene que hacerse cargo, no hay mucho más que decir, lo dice la ley y Chile ratificó ante las Naciones Unidas, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Hubo en reciente documento publicado por Naciones Unidas respecto de la Teletón mexicana, pero que tiene plena validez respecto de la nuestra. Ahí se critica por presentar a los discapacitados como sujetos de caridad y no como sujetos de derecho. Cuando uno ve la transmisión es imposible no conmoverse con las historias, por las mismas historias, pero también, por la construcción narrativa de los reportajes, ¿cómo ves tú este asunto? y ¿cómo se mete en nuestra idea de solidaridad?

Lo que dijo la ONU respecto de la Teletón mexicana se puede extrapolar perfectamente bien a Chile y tiene que ver con que somos vistos como seres de caridad. Por ejemplo, tengo un colega, que también es persona con discapacidad, y también hace clases en la Facultad, que en un momento estaba esperando una luz verde para cruzar y una señora se le acerca y le deja 2 mil pesos sobre las piernas. Entonces, qué pasa, nosotros somos entendidos como objetos de donación, de caridad, no de derechos. Nosotros no solo somos sujetos de derechos, sino también tenemos deberes. Yo acá no estoy defendiendo a las personas con situación de discapacidad, estoy diciendo que la rehabilitación es un deber del Estado.

Qué es lo que pasa, por ejemplo, si en un tiempo más, vas por la calle y te devuelves a tu casa y te atropellan, no tienes dónde rehabilitarte, esa es la realidad de Chile. A menos que tengas 5 millones de pesos mensuales y lo puedas hacer de forma privada, porque en este país, al igual que muchas otras cosas, la rehabilitación es lucro.

Ha habido voces desde el ámbito de las discapacidades auditivas y visuales que dicen que para ellos no hay Teletón, no hay ayuda ¿qué es lo que pasa en general con el tema de las discapacidad, más allá de las que atiende la Teletón?

Estoy completamente de acuerdo con esa afirmación. Es una vergüenza lo que pasa en Chile, sobre todo con la discapacidad mental. Me refiero a lo siguiente, y lo voy a extrapolar al espectáculo televisivo nuevamente: la Ley 20.432 dice que la lengua de señas, bajo esa Ley, está estipulada como lenguaje universal de la comunidad sorda. Por lo tanto, por cadena nacional, todas las cosas deberían tener lengua de señas, no solo los noticieros. Con la discapacidad visual pasa lo mismo.

Estamos hablando de inclusión, pero bien entendido, no como un concepto de marketing. Me refiero, por ejemplo, a las personas con discapacidad visual cuando van a un mall. Los dueños dicen que son accesibles, pero para quién. Para los que andamos en silla de ruedas, perfecto, pero hablamos de inclusión, de un lugar en el que todos podamos estar. Pero, qué pasa si dejas a una persona con discapacidad visual en medio de un centro comercial, no va a tener idea dónde está porque no hay señalética braille en ninguna parte. Entonces, hay que tener mucho cuidado con la palabra inclusión y, efectivamente, la Teletón (el espectáculo televisivo) que aborde la temática de la discapacidad en general. Porque, finalmente, somos presentados como seres de asistencia, dramáticos, de pena, eso es lo que proyecta el show televisivo.

En resumen, ¿cómo debería funcionar un país que atiende, seriamente, el tema de la discapacidad? y ¿qué rol debería tener una obra como la Teletón?

Lo que yo digo es lo que dice la Ley, que es el Estado quien debería hacerse cargo de la rehabilitación de las personas en situación de discapacidad. Si se quieren hacer cargo los privados, perfecto, pero de manera anónima, porque no es necesario este espectáculo televisivo, las personas en situación de discapacidad no nos sentimos identificados con ella.

Un país que incluye toda la discapacidad debe cambiar su cultura, tiene que haber una cultura que no sea asistencialista, que no sea dramática. Es una de las razones de por qué existe el programa Saliendo a Flote, porque muestra que nosotros no somos sujetos de caridad. Cuando tú educas a las personas desde edad temprana, por supuesto que generas una información, una educación y una cultura diferente. Para un niño que es educado con lengua de señas desde los cinco años, lógicamente, después va a tener un compañero sordo y va a ser una persona totalmente incluida, Entonces las políticas públicas tienen que hacerse desde la educación de una manera más temprana.

Tiene que ver con la sociedad que estamos construyendo.  Efectivamente, hay una dificultad para entender la diversidad, no solamente para entender este tema, ¿esa es una de las deudas que tenemos?

Esto tiene que ver con tres agentes importantes: el Estado, la sociedad civil (que la gente sea respetuosa) y tres, que las personas con discapacidad seamos capaz de empoderarnos, la queja no le sirve a nadie, hay que ser actor principal de cambios. Eso es importante.

A las personas que están escuchando, cuando vayan a donar, sean congruentes, por ejemplo no usando los ascensores para discapacitados cuando estén en el Metro. A los taxistas, que hoy están pintando sus autos en apoyo a la Teletón, les pido que cuando una persona con discapacidad les haga parar el taxi, no pasen por el lado.

 





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