En conversación con Patricio López en el Tema del Día de Radio Universidad de Chile, el senador independiente Antonio Horvath, se refirió a las aristas que rodean al actual proyecto que pone fin al lucro, el copago y la selección, en el marco de una reforma a la educación.
En este uno de los proyectos de la Reforma Educacional se encuentra en este momento en el Senado, en una discusión que mezcla lo procedimental y lo político…
Efectivamente, ha existido una dura legislación. La primera razón fue de procedimiento y me llevó a votar a favor de la idea de legislar, porque como senador negarse a revisar un proyecto en particular y mandar esto a una comisión mixta de cinco diputados y cinco senadores, no me pareció adecuado. Porque además hay una consecuencia en mi propia votación que apunta a destacar los aspectos positivos de esta reforma, que tenemos que saber valorar y rescatar.
¿Por qué tiene aprensiones respecto a que este proyecto de ley vaya a la Comisión Mixta?
La Reforma Educacional primero fue revisada con algunas indicaciones en la Cámara de Diputados, votada en general y en particular, tanto en la sala como en la Comisión de Educación. O sea ya hubo cuatro procesos. Además en el Senado, nosotros hicimos lo mismo. La revisamos en general en la Comisión, donde obtuvo una votación de tres votos a favor y dos en contra.
Desde ahí pasa a la Sala donde se requiere un quórum para después legislar. Si se obtiene esa mayoría pasa, nuevamente a la Comisión de Educación, en donde se desarrollan una serie de revisiones en profundidad con las indicaciones que manda el Ejecutivo y nosotros. Después regresa nuevamente a la sala para completar este segundo trámite. En ese lugar y bajo unas indicaciones determinadas, si este proyecto se aprueba en el Senado, vuelve al tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados, donde se puede aceptar o rechazar los puntos. Posteriormente, si no hubiera acuerdo, se lleva recién a una comisión mixta.
Haberla llevado ahora a una comisión mixta es saltarse todo el procedimiento del Senado. El punto es que renunciar a ello implica enviarla directamente a una comisión de cinco senadores y cinco diputados que no necesariamente representan el pensamiento de los 38 senadores ni tampoco de los 120 diputados. Así quedaría todo en un margen estrecho, desarrollando más acuerdos políticos por sobre una discusión de fondo del proyecto.
¿Por qué sería importante que el proyecto se despache antes del 31 de enero?
La verdad es que los tiempos se fijan con cierto propósito. Todo esto se relaciona con poseer, lo antes posible, las reglas claras del juego. Ya sabemos que existen personas y organizaciones que están tomando decisiones respecto a sus colegios particulares subvencionados. Se ha declarado que no van a seguir invirtiendo, que van a vender su propiedad, mientras otros que desean crear colegios necesitan, a su vez, adecuarse a las reglas del juego. O sea es bueno saberlo lo antes posible, pero esto no significa que haya que legislar contra el tiempo.
En este proyecto de ley, o por lo menos en el enunciado, están planteados tres principios que son el fin al lucro, al copago y la selección. ¿Piensa que deben ser erradicados de nuestro sistema educativo o está dispuesto a matizar alguno de ellos?
Cada uno requiere análisis en detalle. La selección, por ejemplo, si entra un alumno de segundo medio a un colegio inglés o alemán, es a veces necesaria. Es muy difícil que este estudiante, si no conoce el idioma, logre enchufarse. Me parece que hay que abrirse a este tipo de selección. El punto de fondo es que no haya una selección por razones socio-económicas, porque lo que hay en nuestro país es una enorme inequidad. Esto lo dice Andreas Schleicher, creador de la prueba PISA, quien explicó que Chile es el país más desigual de la totalidad de naciones en donde se analiza a los colegios y liceos.
Pero estos talentos a los que usted se refiere, como el manejo de otros idiomas, son por lo general consecuencia del origen socioeconómico ¿Cuál sería la línea que separa las aptitudes de las ventajas por venir de un determinado hogar?
Por esta razón yo puse un ejemplo con un alumno que quiera entrar a un nuevo colegio de idiomas en segundo medio. Ahora si quiere entrar a este mismo colegio en primero básico no puede correr la selección por idioma, por apellido o la formación familiar.
Hay senadores que han planteado el deseo de que este proyecto sea aprobado con amplios consensos. No obstante en este tema se expresan con toda claridad las diferencias ideológicas que existen en una sociedad ¿Qué tan viable o deseable es construir un gran consenso?
La verdad es que la ideología está, pero en otros aspectos. Lo que pasa es que nuestra educación está planteada racionalmente en torno a la competencia. Es decir, a través de pruebas y obstáculos que desarrollan a los estudiantes para un sistema que es del libre mercado. Eso es más o menos lo que tenemos en nuestra educación, que además reproduce las inequidades que hemos señalado anteriormente.
La semana pasada tuve una reunión con una institución internacional, que se encuentra en Chile, llamada pedagogía 3000. Esta organización, al igual que otras, plantea una educación integral para los jóvenes, que a su vez sirve como una abertura de nuestro lado emocional o intuitivo, que claramente, tenemos poco desarrollado en el sistema occidental. A eso debemos apuntar.