En octubre de 1930, en los antiguos Campos de Sports de Ñuñoa, Luis Vicentini fue derrotado en una legendaria pelea por el “Tani” Loayza. Miles de personas siguieron el combate desde las tribunas y unas cuantas más lo hicieron desde los costados del ring, instalado en pleno campo deportivo. Mayoritariamente, eran hombres de sombrero y corbata que se apiñaban ante la llegada de los boxeadores y que simplemente invadieron la cancha al finalizar la pelea.
Todo eso se puede ver en una película de siete minutos que forma parte del archivo digital de la Cineteca Nacional, y que también muestra a Loayza agitando los puños y entrenando a los pies de la Virgen del Cerro San Cristóbal.
Este es uno de los documentos que se exhibirán en la quinta edición del Festival de la Cineteca Nacional, que se inicia el próximo jueves 22 y contempla un franja llamada “Santiago histórico”, en la que también se proyectarán filmes sobre el Cerro Santa Lucía, los funerales de Pedro Aguirre Cerda y Pablo Neruda, personajes como Luis Emilio Recabarren e, incluso, la llegada de la elefanta Fresia al zoológico.
“Son archivos que permiten visibilizar una mirada de este Santiago que ha sido registrado por el cine, que se ha ido modificando, a ratos de manera imperceptible y a ratos con cambios abruptos”, dice Ignacio Aliaga, director de la Cineteca Nacional. “También es una manera de que la gente recorra ese pasado del Santiago del siglo XX y ver no solo las transformaciones, sino tener esa mirada nostálgica sobre personas y lugares que han ido desapareciendo”, agrega.
La mirada sobre la ciudad tiene que ver también con una novedad de esta versión. Gracias a un convenio con la municipalidad de Santiago, esta vez no solo habrá funciones al aire libre en la Plaza de la Ciudadanía, sino también en la Plaza Brasil y en el Mercado Central.
El evento, no obstante, no solo incluirá ese material, sino que mantendrá una mirada que ha desarrollado desde sus ediciones anteriores: al pasado, presente y futuro del cine chileno. De esta manera, habrá una selección de películas de 2014 -como Matar a un hombre, de Alejandro Fernández; Propaganda, del colectivo MAFI;y La danza de la realidad, de Alejandro Jodorowsky- y también habrá una sección con seis preestrenos de 2015: La voz en off, de Cristián Jiménez; Un domingo de primavera, de Magali Meneses; y No soy Lorena, de Isidora Marras, por ejemplo.
Otra franja destacada estará dedicada a cintas producidas en los ’60 y ’70, como Palomita blanca, de Raúl Ruiz; Largo viaje, de Patricio Kaulen; Valparaíso mi amor, de Aldo Francia; y El chacal de Nahueltoro, de Miguel Littin.
Según Ignacio Aliaga, “son obras emblemáticas del cine chileno que están sirviendo a las nuevas generaciones de cineastas como referencia acerca de esa tradición o pasado del cine”.
“Hay varias películas, como las de Alejandro Fernández, por ejemplo, que nos damos cuenta de que toman esas referencias. Eso nos llevó a decir ‘bueno, aprovechemos que en nuestro archivo tenemos joyas del cine chileno, que ya se instalaron como emblemáticas, y que miradas como un conjunto pueden servir de buena referencia para las nuevas generaciones’”, explica.
Asimismo, por primera vez el festival tendrá un estreno digital. Será El inquisidor, realizada por Joaquín Eyzaguirre en 2010, con actuaciones de Francisca Imboden, Francisco Melo y Sergio Hernández, entre otros, para un drama ambientado en el Santiago de 1648.
Las entradas para las funciones en las salas de la Cineteca Nacional tendrán un valor de mil pesos, mientras que las exhibiciones en la Plaza de la Ciudadanía, Plaza Brasil y Mercado Central son gratuitas. Además, la red de salas asociadas a la Cineteca se sumará con funciones en Viña del Mar, San Antonio, Angol y Temuco, entre otras ciudades.
El detalle de la programación está en Cineteca Nacional.