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Alcalde de Calama: El Gobierno se acuerda del norte sólo para sacar las riquezas mineras

En conversación exclusiva con Radio Universidad de Chile el alcalde de Calama, Esteban Velásquez, integrante de la Comisión Asesora para la Descentralización, puso el acento en la necesidad de responder a las demandas de la ciudadanía para terminar con el centralismo y sostuvo que desde la capital se busca tener a las regiones como sus súbditos y que no consigan alcanzar el desarrollo.

Paula Correa

  Viernes 16 de enero 2015 20:43 hrs. 
Esteban_Velásquez_Núñez

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Este viernes se desarrolló la ceremonia en que la presidenta Michelle Bachelet firmó las indicaciones al proyecto de ley que profundiza la regionalización del país, en medio del descontento de algunos integrantes de la Comisión Asesora para la Descentralización ante lo que consideran el atraso a o la relativización de algunas de las medidas que propusieron en su informe final.

El alcalde de Calama, Esteban Velásquez, conversó con Radio Universidad de Chile y realizó duras críticas ante lo que considera el olvido de parte del Gobierno de las regiones, y acusa que algunos sectores del oficialismo quieren perjudicar la gestión de la Presidenta Bachelet.

Alcalde, la semana pasada vinieron a realizar gestiones a la capital, ¿qué nos puede contar al respecto?

Eran algunas gestiones locales que daban cuenta de las necesidades de Calama, y que son síntoma y ejemplo del centralismo que hace rato denunciamos. Una tiene que ver con un hospital que está a medio terminar, que después de la buena intención en los primeros meses de Gobierno de querer retomar y liquidar a la empresa que lo dejó a medio construir, e iniciar un proceso de licitación para terminarlo, nada de eso ha ocurrido hasta ahora. Hace unas semanas renunció la Ministra de Salud y nos quedó la interrogante de si quien va a llegar va a tener la misma prioridad para Calama y para retomar los temas. Esas son las cosas que enardecen y explican que tengamos que llegar a Santiago a algún Ministerio, casi de rodillas, a tocar la puerta.

Otro ejemplo muy gráfico que ya cae en lo irrisorio, es que en lo deportivo, tenemos prácticamente un 99.9 por ciento de terminado el estadio de fútbol, sin embargo no hemos podido ocuparlo por unas cuestiones burocráticas entre el Instituto Nacional del Deportes (IND) y la empresa, más algunos subcontratistas, donde hay unas deudas de por medio y problemas para fijar los pagos. Hace meses que debió haberse entregado la obra, no la hemos podido ocupar con nuestro equipo profesional, con la comunidad, lucirla. Incluso teníamos programado un partido de la selección chilena, donde la ANFP había fijado como fecha el 28 de enero, Sampaoli había dicho que quería jugar en Calama, estaba todo comprometido y no nos entregaron el estadio, y el partido se fue a Rancagua. Nos tiene muy molestos.

Otra cosa, dentro de las necesidades de infraestructura que tenemos en la ciudad es la construcción de un nuevo centro penitenciario, porque lo que hoy tenemos una cárcel enquistada en el centro de la ciudad, a dos cuadras de la plaza de armas. Es un centro que fue construido para 150 internos, y actualmente hay 600, incluso hay hacinamiento para los propios funcionarios de gendarmería. El año pasado el Ministro de Justicia confirmó que ya había terrenos comprometidos, pero no observamos que se esté elaborando el diseño. Queremos pedirles que se diseñe este 2015, pero además que el segundo semestre de este año se licite la construcción de la obra para que comience el 2016, y antes de que termine el gobierno de Michelle Bachelet, porque un cambio de gobierno implica partir de fojas cero. Esa experiencia ya le hemos vivido muchas veces en Calama.

Todo esto son botones de muestra, síntomas o consecuencias negativas de un poder absoluto que ha estado concentrado en Santiago, y en regiones quedamos muy desmejorados.

¿Entonces para usted estas burocracias tienen que ver con el centralismo?

Sí, eso es lo que vivimos permanentemente, el centralismo tiene enquistado estas malas costumbres, en el caso del hospital y del estadio hubo apoyo de la ciudadanía para levantar el tema, conseguir recursos y financiamiento. Implicó movilización, marchas, salimos a la calle. Conseguimos fondos con Piñera para construir el aeropuerto que gracias a Dios está terminado y entregado, a punta de puros palos con el gobierno nos entregaron las platas. Hoy ya van varios meses de buena intención de este Gobierno, pero no se ha visto concreción, agilidad, y eso no puede ser. Creo que cuando hay un mandato presidencial los ministros y los equipos técnicos deben correr, y eso no ha ocurrido en Calama. La Ministra del Deporte visita permanentemente el estadio de Collao en Concepción, compromete recursos, seis mil o siete mil millones de pesos para terminarlo, porque ese estadio dicen que debe estar para la Copa América, y sin embargo no se ha dignado a visitar Calama, donde el estadio está a sólo un paso de estar listo. Ese detalle no lo empuja.

Chile está muy marcado por el área metropolitana, la Quinta Región, la Octava Región y el Norte se le olvida, pero cuando hay que recoger utilidades de la riqueza minera allí se acuerdan del Norte, luego son sólo compromisos. Hoy parece que hay un sector del Gobierno que no quiere que a Calama le vaya bien, hay un sector que no quiere que el oasis tenga larga vida, se proyecte, sólo nos ven como peones dispuestos a entregar riqueza minera y nada más.

Pero alcalde ¿Qué fin tendría que no se desarrolle Calama?

Dos razones veo. Una, es que hay un sector del Gobierno que pareciera que quiere que le vaya mal a la propia Presidenta Michelle Bachelet, que no está comprometido con el programa y con los procesos descentralizadores, lo dijeron en el primer discurso de buena intenciones, pero no han concretado. Quieren que le vaya mal para mantener modelos muy centralistas como los que hoy día imperan y no están dispuestos a hacer más que un mero maquillaje.

Segundo, hay un sector, con algunas miserias, que no son capaces de compartir méritos cuando hemos conseguido recursos en el gobierno pasado para proyectos que hoy se están concretando. Así se hace en los sistemas democráticos, vale la pena compartir los éxitos y no estar con tacañerías. Nadie pretende decir qué modelo económico social es mejor que otro, yo me siento mucho más cercano, sin duda, al modelo de la Presidenta Bachelet en lo social, pero hay un sector de su Gobierno que sencillamente le hace olas a ella misma y no permite que salgan adelante una serie de proyectos que están casi listos.

¿Cómo ha visto el avance comprometido en descentralización?

La descentralización es un claro ejemplo de ello, el 5 de octubre entregamos el informe a la Presidenta con propuestas concretas para descentralizar y hasta ahora no hay el mínimo proyecto de ley que haya enviado el Ejecutivo al Parlamento. Propusimos nosotros que el Intendente se eligiera el 2016, y ahora se está estudiando para el 2017 e incluso 2020. No hay ánimos al respecto. Tampoco ha ocurrido nada con las iniciativas de ley de rentas regionales, royalty para comunas mineras como el norte impuesto a la minería, cuando estamos en condiciones de contaminación brutales, entre otros temas. Los poderes económicos y políticos, que son de la misma casta finalmente, dueños del país, no hacen nada. Si los ciudadanos no nos movilizamos como corresponde no va a haber un ápice de movimiento descentralizador como conversábamos.

No se ejecutan las propuestas porque no se quiere un cambio de modelo, no se quiere perder poder, se busca tener el control, desde Santiago, de todas las regiones. No les interesa que las regiones alcancen un grado de desarrollo, nos quieren tener como súbditos. Nos parece que hay sectores en el gobierno que hoy están muy cómodos con este modelo de estar cuoteando el poder, de distribuirse el mapa político para cada elección, sin posibilitar que los ciudadanos (como en el norte que tenemos aire libertario) podamos también poner condiciones y construir nuestros propios derroteros. No nos reconocen historia, no nos reconocen cultura, en el norte somos muy distintos a la zona sur, como a Magallanes, la polinesia, esa es la diversidad que tiene Chile. Es un conjunto de temas que yo creo que este sector político ni siquiera los comprende.

Sobre el comportamiento de los actores políticos, ¿Cómo ha percibido el desarrollo del caso Penta?

Bueno, allí hay un ejemplo claro de cómo hoy día hay un sector que comienza a translucirse que se coluden para acceder a financiamiento y poder llevar sus candidatos, como sea, al poder político sin importar cómo se consigue el dinero. Hay un sector hoy día que está siendo muy teñido de irregularidades, particularmente la UDI, como una buena cantidad de parlamentarios, diputados, senadores, sus grandes líderes han recibido plata, pero sin duda esto debe alcanzar a varios otros sectores. Yo creo que es un buen momento para que los medios de comunicación transparenten y salga todo a la luz pública, para que después de estos remezones las cosas prosperen. No va a haber problemas de gobernabilidad ni nada de lo que algunos políticos insinúan, simplemente hoy los ciudadanos estamos exigiendo que nuestras platas sean bien utilizadas y que no sigamos siendo sólo expectantes a cómo los recursos se escapan por estos poderosos inmorales que se valen de todo, entre ello esta mala forma de financiar campañas políticas.

Usted levantó una candidatura de forma independiente ¿Cómo se logra realizar esa labor?

Los que de ciudadanos pasamos a candidato hacemos uso de los recursos que uno como particular puede conseguir, o de lo que el Estado a través del financiamiento electoral nos entrega. Como no pertenecemos a castas políticas, económicas o familiares, no tenemos la posibilidad de acceder a otros aportes, pero claramente es vergonzoso llegar a un cargo público cuando habían entregado algunos dineros a otros contendores, lo que hacen las empresas y no porque sí, sino porque quieren los votos para sus propios contubernios. Yo creo que eso denigra la actividad política y por eso, cada día que pasa y no se esclarece esto se instala otra bomba de tiempo, para que se creen levantamientos sociales, como si fuera una olla a presión. Cuando haya levantamientos que los gobiernos, los cuadros políticos o los analistas no pidan explicaciones, porque ellos han anidado este malestar y eso tarde o temprano revienta.

Según lo que usted dice pareciera que la estructura de desigualdad se mantiene, desde temas como la regionalización hasta el acceso al poder.

Si, se mantiene intacto. Hay un sector que tiene intenciones de avanzar, pero parece que es minoritario y al momento de buscar la mayoría para enviar los proyectos de ley al Parlamento no tiene la fuerza, y menos capacidad tiene a la hora de legislar, entonces nos quedamos en anuncios y no se ven cambios. Seguimos con un centralismo brutal, abusivo, denigrante, y una región como las del norte, en el sector del Loa, Antofagasta, el territorio de Calama, que seguramente este 2015 va a levantar banderas, porque los nortinos no nacimos para ser rebajo ovejero de ningún partido político

En ese contexto ¿cuál es su llamado a la Presidenta?

Al Gobierno que acelere y apure estos procesos descentralizadores en todo orden, el Gobierno no tiene que trotar, tiene que correr porque los ciudadanos apostamos en este Gobierno por el sello social y es necesario que cumpla con lo prometido, y que nos dé las respuestas que quedaron pendientes entre el 2005 y el 2009 en el primer período de Bachelet. Hoy debe concretar. Si no es así van a haber momentos muy duros y quizás muy dramáticos porque en el norte seguimos luchando. Es denigrante cuando tenemos que llegar a Santiago a golpear las puertas una vez más y sentimos, al salir de esas oficinas, que no te están diciendo la verdad, y la frustración se acumula.

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