Comunidades del Valle del Huasco: Los cierres de Endesa son un chantaje energético

Para las comunidades del Valle del Huasco, Endesa está "chantajeando" al gobierno con el cierre de Punta Alcalde, luego de que se negaras los derechos de agua al proyecto HidroAysén. De este modo, indican, la estrategia sería que se restablezcan ambas iniciativas en pos de "fortalecer el escenario energético nacional".

Para las comunidades del Valle del Huasco, Endesa está "chantajeando" al gobierno con el cierre de Punta Alcalde, luego de que se negaras los derechos de agua al proyecto HidroAysén. De este modo, indican, la estrategia sería que se restablezcan ambas iniciativas en pos de "fortalecer el escenario energético nacional".

Luego de darse a conocer la decisión de la trasnacional Endesa de suspender el proyecto Termoeléctrico Punta Alcalde y la central energética HidroAysén, Yahir Rojas, miembro del Movimiento Socio Ambiental Valle del Huasco se refirió a las impresiones que generó esta noticia y de la actual situación que vive el Valle, considerado como una zona sacrificio.

Hace seis años Punta Alcalde fue anunciado como el proyecto termoeléctrico más grande de Latinoamérica. Sin embargo, no estuvo exento de dificultades en su proceso de tramitación ambiental, porque desde un comienzo la Comisión Nacional de Medioambiente de la región de Atacama (CONAMA) declaró inviable el proyecto. Pese a ello, años después fue aprobado tanto por el Gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera como por el actual mandato de la Presidenta Michelle Bachelet.

Sin embargo, los problemas para la empresa continuaron. A la férrea oposición ciudadana se sumaron los dictámenes judiciales que cambiaron el escenario inicial. En esa lógica de acontecimientos, la semana pasada la transancional dio a conocer la decisión de suspender el proyecto Punta Alcalde y de la Central energética HidroAysén, (al ser rechazados sus derechos de agua), justificándose en la “incertidumbre respecto de su rentabilidad” en la ejecución.

En conversación con Radio Universidad de Chile, Yahir Rojas reflexionó sobre el accionar de la empresa, la que para él responde a una estrategia de “chantaje energético”.

“Ellos como empresa están buscando que los dos proyectos sean viables y están presionando al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet para que eso sea posible. Es decir, en términos estrictos están diciendo que si no va HidroAysén tampoco va Punta Alcalde. A eso nos referimos cuando estamos denominando esta jugada de Endesa como un chantaje energético.

Es una movida para presionar a Michelle Bachelet para que tome una decisión: Acá la Presidenta tiene dos opciones, la primera es que tome esta decisión y salve a los territorios que están siendo involucrados tanto en el sur como en el norte del país, o vaya de rodillas nuevamente para pedirle a Endesa que ponga sus proyectos sobre la mesa”.

¿Crees que influyó el movimiento social en esta determinación?

Por supuesto, nosotros atribuimos esta decisión de la empresa a que ellos también observan cómo las comunidades y los territorios ya no son los mismos que antes. Se está adquiriendo fortaleza , tomando en sus manos su soberanía. Las comunidades tiene herramientas y toman decisiones colectivas. Lo que pasó con HidroAysén es un claro ejemplo que la movilización social ha puesto en jaque las decisiones que debe tomar la institucionalidad, también (se puso en jaque) al gobierno de turno.

Nuestro caso es similar. Hace muchos años hemos dicho que acá, ni por poderosa que sea la empresa que tengamos en frente, nos vamos a someter. Por eso hemos seguido un proceso de movilización constante y no solamente en el caso de Freirina, que es el territorio donde yo ejerzo la vocería, sino también intentando articular todo el Valle del Huasco en pos de nuestro territorio.

El año pasado el gobierno había aprobado este proyecto, lo que fue rechazado por las comunidades ¿aún existe esta molestia con el gobierno?

Acá hay que entender que nosotros estamos abandonados por el estado y, por ende, tomamos en nuestras manos el derecho a defender nuestras vida, nuestras familias, nuestros territorios y nuestra historia. La zona no solamente es un terreno que favorece a la inversión, estos territorios están llenos y rebosan de historia, tenemos identidad en diferentes territorios en los que emprendemos la defensa de lo que nos pertenece por derechos.

Entonces acá la institucionalidad ambiental está hecha y funciona, pero funcionan para unos pocos, para las grandes empresas, pero por ningún motivo funciona para las comunidades o para los ciudadanos que viven en la zonas de sacrificio, para ellos no funcionan.

¿Cómo evalúan el dialogo con las autoridades regionales, ¿es igual que el mencionado con el gobierno central ?

Los alcaldes tienen sus herramientas y libertad para usarlas. Por su parte, el movimiento social también las tiene y también tiene su libertad para usarlas. Sin embargo, las autoridades sobrepasan el nivel de normativa o de funciones que se le otorga.

En relación con las autoridades regionales, estamos hablando de intendentes y gobernadores, no hay que olvidar nunca que ellos son los representantes del gobierno, si el gobierno dice vamos a todos los proyectos de inversión, solucionemos sus problemas, destrabemos la inversión, no les queda más que asumir esa posición y eso se vive acá en la región de Atacama y al parecer en todas las regiones del país.

¿Cómo se encuentran las comunidades del Valle?, ¿han tenido solución a los problemas de contaminación?

Ninguna solución. El gobierno solo ha dado señales o soluciones parches, pero la aprobación de proyectos sigue. El tema es que si tenemos una zona de latencia tendría que haber un proyecto de descontaminación, ciertas normativas, y también trabas para que los Mega Proyectos que están funcionando, por supuesto, tengan algún límite. Pero acá no hay límite para nadie.

En el caso de Huasco , tenemos ya una empresa que es Guacolda que tiene cinco termoeléctricas, (aunque en oficio sea solo una en carpeta dividida en cinco etapas), luego tenemos una planta de peletización de hierro que deja todo el valle cubierto con el polvo de este residuo, lo que afecta no solamente a la calidad de vida de las personas, a su salud, sino también afecta negativamente al área agrícola de esta zonas, que está siendo fuertemente disminuida por los efectos de la contaminación, entonces de nada sirve que tengamos una zona de sacrificio o zona de latencia, acá sigue todo igual. Por supuesto, se hacen consejos, se hacen instancias de participación, pero no de decisión y se lleva el tiempo en conversaciones que no llevan a ningún nombre, que solamente sirven para desmovilizar, para confundir a la ciudadanía, creyendo que la autoridad está de parte de las comunidades, pero, lamentablemente, ya sabemos que las autoridades están de parte de una pequeña minoría de este país. Entonces a nivel de Valle nos encontramos en una situación bastante compleja.

¿Qué rol cumplen las empresas en estos territorios?

Acá nosotros lo hemos denominados como territorios corporativos, principalmente el Huasco es un ejemplo de ello. Las necesidades de la población tienen que estar relacionadas con lo que diga la empresa, con los aportes que pueda dar la empresa, con el dinero que pueda dar a la famosa responsabilidad social empresarial -que viene a ser una compensación frente a la contaminación, frente a la destrucción, frente a la contaminación, frente a los problemas de salud- y eso se vive.

(Por todo ello) es natural que aquí, en los territorios, digan que no existe el estado y que no existen autoridades, porque nos sentimos solos, nos sentimos abandonados por un Estado que no está velando por el objetivo principal que es el bien común: la protección de las comunidades. Ningún argumento economista puede ser más importante que la salud y la vida de los seres humanos. La posibilidad de unos cientos puestos de trabajo a cambio de catástrofes sanitarias y ambientales es un precio criminal e inhumano que jamás aceptaremos y eso lo hemos demostrado en distintas oportunidades.

Freirina

Yahir Rojas también es vocero de Freirina , movimiento que surge en 2012 en respuesta a la contaminación causada por la empresa de crianza de cerdos Agrosuper , la cual tuvo que dar cierre definitivo a su funcionamiento por la mala gestión de los residuos. La insistente oposición de los vecinos logró que el 10 de diciembre de ese año se clausurara definitivamente la empresa.

Respecto de la junta de firmas que se ha realizado “Freirina Esperanza” para que retorne a su funcionamiento la empresa Agrosuper , ¿cuál es la opinión del movimiento?

Aquí hay que hacer un poco de historia. La verdad este ha sido un territorio que ha estado atacado por diferentes estrategias comunicacionales, estrategias territoriales. Han sido múltiples las acciones que ha tendido la empresa y que ha emprendido el gobierno para intentar dar luz verde, nuevamente, a Agrosuper. Han salido encuestas manipuladas ,  reportajes donde plantea que somos un pueblo fantasma, portadas de periódicos manifestando que somos una comunidad dividida y hemos tenido también diferentes grupos que han intentado levantarse. Por ejemplo, primero se levantó “Freirina Progreso y Desarrollo” y hoy en día vemos que “Freirina Esperanza” es la agrupación que ha tenido el objetivo de poner en la opinión pública este sentir, pero que no le pertenece a la comunidad: este sentir  le pertenece a las empresas y a las autoridades que quieren que vuelvan, pero no por eso representa a la comunidad del Valle del Huasco.

Estas acciones que se dejan ver, para nosotros son parte de la realidad. Sabemos que detrás de estos titulares y todas estas noticias hay bastante manejo de consultoras. Por ejemplo, en el caso de la región, la consultora se llama Atacama Acción. Esta entidad abastece de estas noticias a los diferentes medios de comunicación a nivel nacional. Entonces esta campaña ha sido permanente, cada cierto tiempo sale un titular, encuestas que no tienen sustento que, la verdad, aquí han sido rechazadas de forma categórica por la comunidad de Freirina.





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