Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

El país inmóvil


Miércoles 18 de febrero 2015 9:55 hrs.


Compartir en

Mientras la situación política de muchos de nuestros vecinos sudamericanos y de otras naciones en el mundo de una talla parecida a la nuestra se caracteriza por un gran dinamismo, Chile parece paralizado, congelado en lo que fue la era de la dictadura, incapaz de verdadera reforma.

En muchos Estados (Ecuador, Bolivia, Venezuela, …) los pueblos han introducido grandes transformaciones por medio de Asambleas Constituyentes que han engendrado nuevas Constituciones incorporando nuevos derechos y remozando las viejas instituciones. En otros como en Uruguay, unos dirigentes septuagenarios Mujica, Vásquez) disponiendo de una sólida ascendencia moral sobre sus pueblos han asegurado que éstos emprendan caminos novedosos de convivencia social.

Más recientemente en Europa del Sur, en viejos países como Grecia y España han surgido nuevos liderazgos políticos que reivindican los derechos de la soberanía popular que los viejos partidos de la derecha y de la izquierda habían negociado como moneda de cambio en el comercio internacional.

Por otra parte, desde unos y otros de estos países se ha visto nacer y desarrollarse iniciativas internacionales originales en el plano de las asociaciones entre Estados, como la Unión Bolivariana, o de alianzas entre movimientos de izquierda no tradicionales, como sucede en el sur de Europa.

Nuestro país en cambio presenta las características de una entidad nacional en estado de hibernación. Su Constitución y sus instituciones son las de una dictadura profundamente conservadora y cavernaria y aquéllas instituciones que habían sobrevivido de la demolición pinochetista, tal la Contraloría entre otras, fueron completamente vaciadas de contenido y convertidas en simples fachadas.

La clase política está dominada por los mismos protagonistas de la era pre-golpe transformados en los tristes y privilegiados administradores de la herencia del putschismo. Unos dirigentes que son además incapaces de abordar lúcidamente los diferendos con nuestros vecinos.

En economía, el modelo primario exportador apenas diversificado ha mostrado durante los últimos 20 años que él no puede asegurar más que el bienestar de una minoría y que en todo caso él no permite cruzar el umbral del verdadero desarrollo, pues nuestro país no invierte en la investigación y la miopía de sus empresarios lo condena.

En lo que respecta a nuestra vida social ella está marcada por partidos políticos esqueléticos y por sindicatos que la legislación neoliberal transforma en entes famélicos cuando simplemente no les impide nacer.

Por otro lado, los tímidos esbozos de reformas recientes, especies de parchecuritas sobre heridas abiertas, no convencen ni siquiera a quienes debieran ser los primeros beneficiarios, como sucede con los estudiantes que seguirán padeciendo una educación calamitosa.

Así la inmovilidad de nuestra sociedad nos está llevando en su inercia, a una parálisis completa y definitiva, preludio de un declive irremediable del cual la corrupción cada vez màs extendida es uno de los signos.

Solo el surgimiento entre los jóvenes de unos nuevos líderes liberados de las hipotecas del pasado y de los intereses egoístas del presente podrá quizás encaminar nuestro país hacia el provenir.

José Cañas C.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl