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Basílica del Salvador: El símbolo del abandono patrimonial será restaurado

Luego de 30 años desde el terremoto de 1985, la Basílica del Salvador será restaurada. Los trabajos ya han comenzado de la mano de una fundación que lleva su nombre, que tiene como misión la rehabilitación de un lugar que trasciende lo religioso y que es parte de la historia de nuestro país.

Diana Torres

  Domingo 8 de marzo 2015 9:55 hrs. 
techo

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El pasado tres de marzo se cumplieron 30 años del terremoto de 1985. En aquella oportunidad el nivel de daños fue impresionante, y afectó gravemente uno de los principales lugares patrimoniales de Santiago: la Basílica del Salvador, declarada Monumento Histórico Nacional en 1977.

A lo largo de estas tres décadas, el abandono y el terremoto de 2010 provocaron daños en los pilares, vitrales, decorados y murallas de un edificio único en Chile, de estilo neogótico, ubicado en calle Huérfanos con Almirante Barroso.

Sin embargo, después de una denuncia ciudadana, y ante el escepticismo de algunos, el edificio será restaurado por la Fundación Basílica del Salvador. Eso si, a largo plazo.

fachada

Fachada. La imagen corresponde a la empresa Tandem.

 Su historia: Un pasado republicano y religioso

Fue construida en 1874 por el arquitecto alemán Teodoro Burchard, luego del incendio que arruinó la iglesia de la Compañía y mató a cerca de dos mil personas.

En paralelo a su construcción ocurrió la Guerra del Pacífico, y se convirtió en centro de devoción de los soldados que acudieron a su altar, para ofrecer sus armas a la Virgen del Carmen.

Después de sesenta años, la mega estructura quedó terminada por el arquitecto chileno Josué Smith Solar, y en 1938 el Papa Pío XI nombró al templo basílica, al convertirse en centro de importantes ceremonias para el culto católico.

También es la que dio vida al Barrio Brasil en las décadas del 20 y 40, y hasta 1984 fue punto neurálgico de la procesión de la Virgen del Carmen.

Descuido y destrucción

Desde 2004 cerró sus puertas, ya que su condición era deplorable y resultaba un peligro para la comunidad, por lo que quedó en un principio sólo la capilla en funcionamiento, que se encuentra por el costado de calle Agustinas.

Para la presidenta de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, Rosario Carvajal, la situación ha sido muy compleja ya que no existen políticas de protección.

“Tenemos una situación de patrimonio en riesgo en Chile, que está súper vulnerable. Lo económico y el abandono son factores que se conjugan para que termine la basílica en un patrimonio absolutamente deteriorado y que acaba por destruirse”, comentó.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Durante tres décadas se buscó sostener su fachada de cuarenta metros de alto y treinta y siente de ancho, que tiene gárgolas y esculturas minuciosamente elaboradas; a partir de mallas de metal. Sin embargo las grietas aparecieron, y percudieron notoriamente algunos sectores, como por ejemplo el Cristo que se encontraba en su cumbre.

En su interior, las tres naves de noventa y ocho metros que desembocan en un altar, están cruzadas por una gran pirámide de metal, que indica la zona de seguridad y contrasta con la decoración en celeste, rosado y dorado de sus pilares. Las estacas de madera, ubicadas a lo largo en Almirante Barroso, rompen sus murallas para evitar su posible desplome.

Durante largo tiempo los feligreses dejaron sus ofrendas en las rejas de protección, a los santos que se encontraban en las murallas exteriores. Flores de plástico y velas adornaron lo que quedaba de iglesia, y con el tiempo apareció la basura, escombros y se convirtió en casa para mendigos.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Se perdió la plaza ubicada por calle Agustinas, y finalmente fue cerrada en todo su perímetro, hasta la llegada de ingenieros y arquitectos que elaboraron un plan de reconstrucción definitivo.

Rosario Carvajal indicó que la reconstrucción ha demorado mucho, dejando al descubierto la despreocupación por estos edificios de gran importancia.

“Para nosotros la postal del abandono es justamente la Basílica del Salvador que cumplió 30 años de destrucción, eso da cuenta que el barrio no solo se ha tenido que hacer cargo de las huellas del terremoto de 2010, sino que aun tenemos las huellas del terremoto de 1985”, afirmó.

Rehabilitación

En septiembre del año pasado, producto de las lluvias, un cuarto del techo se desplomó sobre los vehículos del edificio colindante lo que generó el enojo y la denuncia de los dueños ante el Segundo Juzgado Civil de Santiago en contra del Arzobispado para su demolición.

El hecho abrió el debate sobre la importancia de la basílica, versus la integridad de las personas, y ante la denuncia el Arzobispado tuvo que responder. Los vecinos se cuestionan ¿Por qué se esperó tanto tiempo? Y la repuesta viene del financiamiento, ya que planes han existido pero siempre es el freno.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Hace dos años se constituyó  la Fundación Basílica del Salvador, integrada por privados y la Iglesia con colaboración de la municipalidad, el ministerio de Obras Públicas y el Consejo de Monumentos Nacionales, quienes idearon un  plan de reconstrucción, con financiamiento voluntario de empresas, que ya se puso en marcha con la limpieza total.

La recuperación, llevada a cabo por las empresas Tándem y Sirve, expertas en el rubro, comenzó con el Plan Director, considerado por el arquitecto a cargo, Dino Bozzi, como “un proceso de alta complejidad, que requiere de una serie de acciones en el tiempo para llegar al resultado final, conocido como la rehabilitación patrimonial del edificio en su carácter religioso y además incluye espacios abiertos a la cultura y la comunidad”, explicó.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Las obras comenzaron el noviembre del año pasado, con el retiro de escombros. Se seleccionaron, guardaron y catalogaron los elementos relevantes que pudieran servir para la reconstrucción.

El plan consiste en varios tramos. Primero está un proyecto llamado de refuerzo estructural provisorio o parcial que fue diseñado como una consultoría para el MOP en 2014 que está listo para ejecutarse y evitaría el desplome. Esto tomaría un año aproximadamente.

Luego viene la restauración de la estructura y del arte del edificio, etapa que va a tomar un largo tiempo, debido al alto nivel de destrucción.

Propuesta. La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Propuesta. La imagen corresponde a la empresa Tandem.

Para el arquitecto, la Basílica ha sido un foco de deterioro para el barrio Brasil, pero la acción de recuperación del edificio significará una mejora urbana. Pese a aquello, el experto indicó que se ha tenido que pasar por importantes cambios.

“Tuvieron que pasar muchas cosas, no solo en esta iglesia en particular, sino que en la actitud que tenemos como país respecto del patrimonio, para que nosotros realmente podamos decir: este proyecto si va a funcionar, y eso es algo que efectivamente podemos decir. Pero hemos tenido que aprender mucho de la importancia del patrimonio, para que se entienda su importancia, su urgencia y la necesidad de destinar importantes recursos, tiempo y aunar voluntades”, señaló.

Por su parte, para el director de la fundación, Juan Infante, la intención de mejorar el edificio y la zona aledaña, es un plan inamovible.

“Se hicieron muchos intentos y mucha gente, a lo largo de este tiempo, ha tratado de ayudar. En ese sentido, sé que se han hecho obras y estudios. Quizás ahora al estructurarse una fundación que tenga esta misión se logre abordar este proyecto, que tiene una gran complejidad y magnitud de trabajo que se nos viene por delante”, indicó.

La Basílica del Salvador está siendo restaurada, es más los vecinos del barrio ya han podido constatar las labores de limpieza y algunos cambios en la estructura para salvaguardar la integridad de sus vecinos. Pese aquello, es un proyecto de largo aliento que espera dar con la rehabilitación patrimonial y social del edificio.

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