Comentario de cine:
“Naomi Campbel”: el problema del cuerpo y su identidad
El desarrollo de esta película estuvo marcado por la historia real de su protagonista. El proceso de investigación incluyo largas conversaciones entre ella y los directores, quienes a partir de estas experiencias fueron desarrollando el guión de lo que sería posteriormente filmado.
Sábado 21 de marzo 2015 11:42 hrs.
Estrenada en la competencia internacional de la vigésima edición del Festival Internacional de Cine de Valdivia finalmente se estrena en la Cineteca Nacional este primer largometraje de los directores Camila José Donoso y Nicolás Videla, mezcla ficción y el documental para tratar con un tema poco visible en nuestra sociedad.
El desarrollo de esta película estuvo marcado por la historia real de su protagonista. El proceso de investigación incluyo largas conversaciones entre ella y los directores, quienes a partir de estas experiencias fueron desarrollando el guión de lo que sería posteriormente filmado. Básicamente Paula Yermén Dinamarca hace de ella misma, no hay acá pretensiones de actuación sino de exponer la realidad de tantas personas que viven en este limbo identitario, en cuerpos que sienten ajenos y en sociedades que no se esfuerzan por darles espacios de reconocimiento.
La película resulta de una coproducción entre las escuelas en que se formaron ambos directores –la de la Universidad Católica y la de la Mayor- en un esfuerzo que se celebra y que permite esperar buenas cosas del encuentro entre jóvenes realizadores y la colaboración entre lo sus entes formativos. Pero ese no es el único cruce presente en el filme, a lo largo de la película se intercalan filmaciones hechas por la misma protagonista -filmadas con una cámara casera y en donde podemos tener acceso a su mirada sobre el mundo que habita-con aquellas situaciones ficcionadas y que acompañan a la persona/personaje en su intento por acceder a la operación que, espera, traiga aceptación a su vida.
Se agradece el acercamiento a esta temática, la elección de una protagonista atractiva y que permite al espectador acceder a una realidad, temática y geográfica, pocas veces vista en el cine. Lo lamentable es que genera la sensación de que el filme no va mucho más allá de su protagonista. Entregándole a ella misma demasiada responsabilidad –y demasiado espacio a sus grabaciones-, pero sin atreverse a mostrarla del todo y entrar en lo que uno podría pensar que es la clave del problema: el cuerpo y su extrañamiento.
Estrenada en la competencia internacional de la vigésima edición del Festival Internacional de Cine de Valdivia finalmente se estrena en la Cineteca Nacional este primer largometraje de los directores Camila José Donoso y Nicolás Videla, mezcla ficción y el documental para tratar con un tema poco visible en nuestra sociedad.
El desarrollo de esta película estuvo marcado por la historia real de su protagonista. El proceso de investigación incluyo largas conversaciones entre ella y los directores, quienes a partir de estas experiencias fueron desarrollando el guión de lo que sería posteriormente filmado. Básicamente Paula Yermén Dinamarca hace de ella misma, no hay acá pretensiones de actuación sino de exponer la realidad de tantas personas que viven en este limbo identitario, en cuerpos que sienten ajenos y en sociedades que no se esfuerzan por darles espacios de reconocimiento.
La película resulta de una coproducción entre las escuelas en que se formaron ambos directores –la de la Universidad Católica y la de la Mayor- en un esfuerzo que se celebra y que permite esperar buenas cosas del encuentro entre jóvenes realizadores y la colaboración entre lo sus entes formativos. Pero ese no es el único cruce presente en el filme, a lo largo de la película se intercalan filmaciones hechas por la misma protagonista -filmadas con una cámara casera y en donde podemos tener acceso a su mirada sobre el mundo que habita-con aquellas situaciones ficcionadas y que acompañan a la persona/personaje en su intento por acceder a la operación que, espera, traiga aceptación a su vida.
Se agradece el acercamiento a esta temática, la elección de una protagonista atractiva y que permite al espectador acceder a una realidad, temática y geográfica, pocas veces vista en el cine. Lo lamentable es que genera la sensación de que el filme no va mucho más allá de su protagonista. Entregándole a ella misma demasiada responsabilidad –y demasiado espacio a sus grabaciones-, pero sin atreverse a mostrarla del todo y entrar en lo que uno podría pensar que es la clave del problema: el cuerpo y su extrañamiento.
Estrenada en la competencia internacional de la vigésima edición del Festival Internacional de Cine de Valdivia finalmente se estrena en la Cineteca Nacional este primer largometraje de los directores Camila José Donoso y Nicolás Videla, mezcla ficción y el documental para tratar con un tema poco visible en nuestra sociedad.
El desarrollo de esta película estuvo marcado por la historia real de su protagonista. El proceso de investigación incluyo largas conversaciones entre ella y los directores, quienes a partir de estas experiencias fueron desarrollando el guión de lo que sería posteriormente filmado. Básicamente Paula Yermén Dinamarca hace de ella misma, no hay acá pretensiones de actuación sino de exponer la realidad de tantas personas que viven en este limbo identitario, en cuerpos que sienten ajenos y en sociedades que no se esfuerzan por darles espacios de reconocimiento.
La película resulta de una coproducción entre las escuelas en que se formaron ambos directores –la de la Universidad Católica y la de la Mayor- en un esfuerzo que se celebra y que permite esperar buenas cosas del encuentro entre jóvenes realizadores y la colaboración entre lo sus entes formativos. Pero ese no es el único cruce presente en el filme, a lo largo de la película se intercalan filmaciones hechas por la misma protagonista -filmadas con una cámara casera y en donde podemos tener acceso a su mirada sobre el mundo que habita-con aquellas situaciones ficcionadas y que acompañan a la persona/personaje en su intento por acceder a la operación que, espera, traiga aceptación a su vida.
Se agradece el acercamiento a esta temática, la elección de una protagonista atractiva y que permite al espectador acceder a una realidad, temática y geográfica, pocas veces vista en el cine. Lo lamentable es que genera la sensación de que el filme no va mucho más allá de su protagonista. Entregándole a ella misma demasiada responsabilidad –y demasiado espacio a sus grabaciones-, pero sin atreverse a mostrarla del todo y entrar en lo que uno podría pensar que es la clave del problema: el cuerpo y su extrañamiento.
