Sr. Director:

Este año enfrentamos como comunidad universitaria un proceso de vital importancia para el futuro de nuestra casa de estudios: la reforma a los actuales estatutos que rigen el funcionamiento de la Universidad. Se abre una posibilidad de generar mayor democratización y participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones y en la conducción de la misma, recuperándose tras más de 40 años la participación estudiantil en la elección de autoridades unipersonales.

Hasta el momento, la apertura de espacios de participación triestamental han resultado positivos, el ejemplo paradigmático es el Senado Universitario, pero aún resta abrir muchos espacios a la comunidad.

Por otro lado, hay organismos que se han democratizado en forma parcial, siendo uno de ellos los consejos de departamentos.

Los departamentos son “las unidades académicas básicas, pertenecientes a una Facultad, que generan, desarrollan y comunican el conocimiento científico, intelectual o artístico, en el ámbito de una disciplina” en los términos del Art. 18 del reglamento general de Facultades. El Art. 21 del mismo cuerpo normativo señala que “podrán participar además de este consejo, como invitados, representantes estudiantiles (pregrado y posgrado) cuando las materias así lo permiten”

Como el lector podrá apreciar, esta redacción es sumamente ambigua y da paso a que en muchos departamentos simplemente no se permita la participación estudiantil. En el caso de mi Facultad, Derecho, en ciertos departamentos se permite la participación de estudiantes con derecho a voz y a voto, mientras en otros solo se concede derecho a voz. Esta disparidad de criterios es posible por la deficiente técnica reglamentaria empleada. Urge modificar el estatuto general de Facultades para dar paso a una democratización plena de estos consejos, en donde los representantes estudiantiles, mandatados por sus compañeros, puedan incidir en forma efectiva en las decisiones que se toman en cada departamento. El miedo no puede ser excusa para frenar estas transformaciones, dado que hay ejemplos muy positivos de departamentos ya democratizados en forma plena, como es el caso de Derecho Civil o Penal.

Finalmente, al hablar de democratización de nuestra casa de estudios, para comprender el concepto en forma cabal resultan esclarecedoras las palabras del Ex Rector y académico de nuestra Universidad, Prof. Eugenio González, quien planteaba en 1963 “También puede entenderse la democratización de nuestra Universidad en sentido distinto. Por su índole de institución estatal, ella debe servir activamente al pueblo que la sustenta. La ciencia y el arte que en ella se cultivan no pueden ser privilegio de intelectuales y estetas, apartados de los sobrecogedores problemas de un mundo en crisis, en circunstancias que el destino de la humanidad parece amenazado. De ahí que sea esencial función suya llevar al pueblo estímulos de cultura, a fin de abrir los espíritus a la comprensión de los valores de la verdad, la belleza, y la justicia para el logro de la convivencia digna”

Es tarea a afrontar en el marco del proceso de reforma el democratizar los consejos de departamento en sus dos facetas: permitiendo la participación plena estudiantil, y poniéndolos al servicio de las actuales necesidades del pueblo chileno.

Simón González Barrios
Estudiante de Derecho
Universidad de Chile