“Venimos a representar a todas las unidades precarizadas”, indicaron los estudiantes del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, durante la toma de Casa Central que tuvo lugar la mañana del miércoles 29 de abril y se mantuvo por cinco horas.
Los estudiantes cuentan que la situación se provocó debido a la “lógica de feudos” con la que funciona la Universidad, ya que el INAP lleva cinco años a la espera de una infraestructura acorde a sus necesidades, escenario que cambiaría con la nueva edificación en Vicuña Mackenna 20, pero que sin embargo aún no se concretiza.
Para la dirigente de Administración Pública Nayareth Calfulaf, el proyecto es viable, pese a la polémica que se ha iniciado sobre el carácter patrimonial.
“Nosotros presentamos unja propuesta que integra valores culturales, tanto como académicos, para integrarlos a la comunidad y nosotros también creemos que eso constituye patrimonio. No creemos que rescatar una fachada sea lo más importante, sino que creemos que esta propuesta entrega valor a la comunidad. La construcción del edificio no se contrapone con los valores patrimoniales”, señaló.
Luego de la toma en Casa Central la movilización se trasladó a torre 15, sede administrativa del plantel, y finalizó con el compromiso desde Rectoría de mantener las decisiones ya tomadas por el Consejo y el Senado Universitario, además del pago del permiso de edificación durante la primera semana de mayo así como el cumplimiento de las fechas establecidas.
A ello se suma que el pasado 21 de abril se registró un accidente en la Facultad de Artes, sede Alfonso Letelier Llona, del centro. Uno de los ascensores falló dejando caer desde el séptimo piso al -1, a 12 personas en su interior, lo que provocó lesiones leves que afectaron a tres estudiantes de danza y bailarines del Banch.
La COEFA, ente que reúne a los órganos representativos del estamento estudiantil de la Facultad, esgrimió “falta de planificación y proactividad”, ya que días previos el ascensor presentó problemas.
En ese sentido, para la presidenta del Centro de Estudiantes de Artes (CEFA) Gabriela Dossow el accidente es un síntoma de las carencias de la escuela.
“Hay varios temas pendientes, el tema de la infraestructura que va de la mano con el presupuesto y la precarización de estas unidades que no pueden autosustentarse como otras dentro de la universidad, también hay un problema de gestión a pesar que se ha estado trabajando en solucionar al parecer no hay una urgencia tanto para las autoridades de la escuela, como de la universidad de instalar estos protocolos y resguardar a su comunidad. Que un estudiante no sepa si está acogido a algún tipo de beneficio, eso nos parece preocupante”, indicó.
Sin embargo, desde la Facultad de Artes, se informó que “ante el descenso no programado” ocurrido el día previo a la caída, es decir el 20 de abril, se contactaron con la empresa Ascensores Schindler Chile S.A, “quienes realizaron un informe sin determinar fallas”, por lo que exigieron conocer la situación actual ante lo ocurrido el 21 de abril.
Asimismo indicaron en comunicado de prensa que:
“La Decana de la Facultad de Artes, enviará una carta formal al Gerente General de Ascensores Schindler Chile S.A. reiterando la necesidad de contar con prontitud con antecedentes técnicos exactos de lo acontecido”.
“Se instruirá una investigación sumaria a fin de investigar lo sucedido, para lo cual se solicitará un fiscal externo a Facultad”.
“El ascensor estará detenido hasta que se defina la falla, se emita el informe correspondiente y se efectúen las reparaciones pertinentes”.
“Se ha puesto en conocimiento de esta situación al Comité Paritario de Higiene y Seguridad de la Facultad de Artes, que en vista de los antecedentes ha decidido sesionar el próximo viernes 24 de abril”.