El viernes 8 de octubre de 1965 se estrenó La remolienda en el Teatro Antonio Varas, en el marco de la temporada oficial del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile. El texto era de Alejandro Sieveking, la dirección estaba a cargo de Víctor Jara y en el elenco figuraban Bélgica Castro, Mario Lorca y Kerry Keller, entre otros.
A 50 años de ese hito, el Sindicato de Actores (Sidarte) realizará un homenaje este fin de semana, del que participarán todos los miembros vivos del elenco y que permanecen en Chile: además de los tres nombrados, estarán Sonia Mena, Eduardo Barril y Tomás Vidiella. Luis Barahona se ausentará, porque vive en Costa Rica.
Este viernes, Bélgica Castro y Mario Lorca harán una lectura de la primera escena de la obra, que cuenta la historia de Doña Nicolasa, una viuda campesina que va a Curanilape con sus tres hijos, quienes se maravillan ante adelantos como la energía eléctrica y el pavimento. Pensando que es un hotel, todos se hospedan en un prostíbulo y así se desarrolla una comedia de enredos que retrata además el habla popular y campesina.
“Mucha gente me decía que tenía que hacer una obra con compromiso, así que hice todo lo contrario”, dijo Alejandro Sieveking en el programa El Gran Teatro del Mundo.
“Pero no era solo por llevar la contra. Con Jaime Silva estábamos en una onda que llamábamos folclor impresionista: que pareciera folclor, pero que en el fondo no lo era realmente. No hay una persona de la ciudad, con una libretita, anotando lo que dicen los huasos. O lo teníamos incorporado o mejor no hablábamos de eso, porque eso se nota enseguida. La cosa no es que sea exacto, sino que sea real. O que parezca real”, explicó.
El dramaturgo recordó además que inicialmente La remolienda era una suerte de comedia musical, con más de una decena de canciones, pero Víctor Jara decidió eliminarlas y dejar solo cuatro: “Parece fácil, pero fue una obra espantosamente difícil, es la que más he trabajado en mi vida. Víctor era implacable”, dijo.
En ese sentido, Mario Lorca también destacó la dirección del cantautor, quien pedía a los actores que no hicieran una imitación, sino que encontraran “la verdad de los personajes”.
“Él nos fue impregnando del amor a los personajes y a lo nuestro, que muchas veces se desestima y olvida. Para eso, muchas veces nos citaba una hora antes de que empezara el ensayo propiamente tal, para escuchar música o intentar bailar alguna cueca, en el caso de algunos que eran más negados”, señaló entre risas.
“Él nos incentivó y sensibilizó en relación con nuestros personajes. En lo que más insistió fue en que no fuéramos caricaturas. Creo que esa fue la clave del éxito extraordinario que tuvo la obra, porque todos recogimos bien el mensaje”, añadió.
La versión de la compañía La Originaria para La remolienda se presentará entre el 12 y 14 de junio, a las 20 horas, en el Teatro Sidarte, ubicado en Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Barrio Bellavista. Las entradas tienen valores entre tres y cinco mil pesos.
Más información en Sidarte.
El viernes 8 de octubre de 1965 se estrenó La remolienda en el Teatro Antonio Varas, en el marco de la temporada oficial del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile. El texto era de Alejandro Sieveking, la dirección estaba a cargo de Víctor Jara y en el elenco figuraban Bélgica Castro, Mario Lorca y Kerry Keller, entre otros.
A 50 años de ese hito, el Sindicato de Actores (Sidarte) realizará un homenaje este fin de semana, del que participarán todos los miembros vivos del elenco y que permanecen en Chile: además de los tres nombrados, estarán Sonia Mena, Eduardo Barril y Tomás Vidiella. Luis Barahona se ausentará, porque vive en Costa Rica.
Este viernes, Bélgica Castro y Mario Lorca harán una lectura de la primera escena de la obra, que cuenta la historia de Doña Nicolasa, una viuda campesina que va a Curanilape con sus tres hijos, quienes se maravillan ante adelantos como la energía eléctrica y el pavimento. Pensando que es un hotel, todos se hospedan en un prostíbulo y así se desarrolla una comedia de enredos que retrata además el habla popular y campesina.
“Mucha gente me decía que tenía que hacer una obra con compromiso, así que hice todo lo contrario”, dijo Alejandro Sieveking en el programa El Gran Teatro del Mundo.
“Pero no era solo por llevar la contra. Con Jaime Silva estábamos en una onda que llamábamos folclor impresionista: que pareciera folclor, pero que en el fondo no lo era realmente. No hay una persona de la ciudad, con una libretita, anotando lo que dicen los huasos. O lo teníamos incorporado o mejor no hablábamos de eso, porque eso se nota enseguida. La cosa no es que sea exacto, sino que sea real. O que parezca real”, explicó.
El dramaturgo recordó además que inicialmente La remolienda era una suerte de comedia musical, con más de una decena de canciones, pero Víctor Jara decidió eliminarlas y dejar solo cuatro: “Parece fácil, pero fue una obra espantosamente difícil, es la que más he trabajado en mi vida. Víctor era implacable”, dijo.
En ese sentido, Mario Lorca también destacó la dirección del cantautor, quien pedía a los actores que no hicieran una imitación, sino que encontraran “la verdad de los personajes”.
“Él nos fue impregnando del amor a los personajes y a lo nuestro, que muchas veces se desestima y olvida. Para eso, muchas veces nos citaba una hora antes de que empezara el ensayo propiamente tal, para escuchar música o intentar bailar alguna cueca, en el caso de algunos que eran más negados”, señaló entre risas.
“Él nos incentivó y sensibilizó en relación con nuestros personajes. En lo que más insistió fue en que no fuéramos caricaturas. Creo que esa fue la clave del éxito extraordinario que tuvo la obra, porque todos recogimos bien el mensaje”, añadió.
La versión de la compañía La Originaria para La remolienda se presentará entre el 12 y 14 de junio, a las 20 horas, en el Teatro Sidarte, ubicado en Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Barrio Bellavista. Las entradas tienen valores entre tres y cinco mil pesos.
Más información en Sidarte.
El viernes 8 de octubre de 1965 se estrenó La remolienda en el Teatro Antonio Varas, en el marco de la temporada oficial del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile. El texto era de Alejandro Sieveking, la dirección estaba a cargo de Víctor Jara y en el elenco figuraban Bélgica Castro, Mario Lorca y Kerry Keller, entre otros.
A 50 años de ese hito, el Sindicato de Actores (Sidarte) realizará un homenaje este fin de semana, del que participarán todos los miembros vivos del elenco y que permanecen en Chile: además de los tres nombrados, estarán Sonia Mena, Eduardo Barril y Tomás Vidiella. Luis Barahona se ausentará, porque vive en Costa Rica.
Este viernes, Bélgica Castro y Mario Lorca harán una lectura de la primera escena de la obra, que cuenta la historia de Doña Nicolasa, una viuda campesina que va a Curanilape con sus tres hijos, quienes se maravillan ante adelantos como la energía eléctrica y el pavimento. Pensando que es un hotel, todos se hospedan en un prostíbulo y así se desarrolla una comedia de enredos que retrata además el habla popular y campesina.
“Mucha gente me decía que tenía que hacer una obra con compromiso, así que hice todo lo contrario”, dijo Alejandro Sieveking en el programa El Gran Teatro del Mundo.
“Pero no era solo por llevar la contra. Con Jaime Silva estábamos en una onda que llamábamos folclor impresionista: que pareciera folclor, pero que en el fondo no lo era realmente. No hay una persona de la ciudad, con una libretita, anotando lo que dicen los huasos. O lo teníamos incorporado o mejor no hablábamos de eso, porque eso se nota enseguida. La cosa no es que sea exacto, sino que sea real. O que parezca real”, explicó.
El dramaturgo recordó además que inicialmente La remolienda era una suerte de comedia musical, con más de una decena de canciones, pero Víctor Jara decidió eliminarlas y dejar solo cuatro: “Parece fácil, pero fue una obra espantosamente difícil, es la que más he trabajado en mi vida. Víctor era implacable”, dijo.
En ese sentido, Mario Lorca también destacó la dirección del cantautor, quien pedía a los actores que no hicieran una imitación, sino que encontraran “la verdad de los personajes”.
“Él nos fue impregnando del amor a los personajes y a lo nuestro, que muchas veces se desestima y olvida. Para eso, muchas veces nos citaba una hora antes de que empezara el ensayo propiamente tal, para escuchar música o intentar bailar alguna cueca, en el caso de algunos que eran más negados”, señaló entre risas.
“Él nos incentivó y sensibilizó en relación con nuestros personajes. En lo que más insistió fue en que no fuéramos caricaturas. Creo que esa fue la clave del éxito extraordinario que tuvo la obra, porque todos recogimos bien el mensaje”, añadió.
La versión de la compañía La Originaria para La remolienda se presentará entre el 12 y 14 de junio, a las 20 horas, en el Teatro Sidarte, ubicado en Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Barrio Bellavista. Las entradas tienen valores entre tres y cinco mil pesos.
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