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El contradictorio paso de Felipe González por Venezuela

El ex presidente del gobierno español abandonó el país al no ser autorizado a visitar a los opositores Leopoldo López, luego de haberlo logrado con el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. Esto en medio de diversas protestas de los partidarios del chavismo, quienes critican la injerencia del ex dirigente en la política local y acusan que su visita se enmarca en una estrategia de la derecha internacional hacia América Latina…

Paula Correa

  Miércoles 10 de junio 2015 17:47 hrs. 
gonzález

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“No me queda otra opción que hacer esfuerzos en ámbitos internacionales” afirmó el ex presidente del gobierno español, Felipe González, apuntando a los espacios de lucha en los que actuará para respaldar a los llamados “presos políticos”, en vista de la prohibición de visitar a ambas figuras de la oposición venezolana.

Así lamentó que Venezuela sea un país de “buenos y malos”, apelando a la democracia y los Derechos Humanos. Sin embargo, el dirigente no fue bien recibido por la ciudadanía.

El analista internacional, el venezolano Sergio Rodríguez, afirmó que González es una persona repudiada en el país, catalogada como “non grata” por el propio presidente Nicolás Maduro. Además afirmó que en los días que estuvo de viaje se realizaron protestas en las distintas redes sociales y manifestaciones en las calles. “Cosa que, me imagino, los grandes medios de comunicación no transmiten”, dijo.

Discurso político, ni jurídico ni de mediador

Rodríguez sostuvo que claramente la figura de González no es la de un mediador. “No sé qué puede aportar un hombre que hace 40 años no ejerce el derecho como abogado defensor. Sus aportes van en una lógica política no sobre una lógica jurídica “, afirmó.

Sin embargo, sostuvo que instalar el que llamó “discurso progresista neoliberal” y la categorización de “perseguidos políticos” no es tan sencillo en este caso, porque tanto López como Ledezma están confesos de haber participado en tentativas golpistas.

Con esto coincidió el sociólogo y doctor en ciencia política argentino, Atilio Borón, para quien González, pese a ser una figura histórica del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), está colaborando con una estrategia anticonstitucional montada por la derecha internacional.

“Hay un plan de carácter continental que proviene de los Estados Unidos pero tiene su eje en España, cuyo objetivo fortalecer todas las opciones de derecha de América Latina, sean formales o de oposición, aunque éstas hayan cometido delitos”, dijo.

José María Aznar y el Partido Popular (PP) de España, el Partido de Acción Nacional (PAN) de México y la Unión Demócrata Independiente chilena (la UDI) tendrían una participación directa en esto, dijo Borón, ya que han contribuido a generar escándalos políticos, siempre en compañía de los medios de comunicación hegemónicos.

El especialista fue muy crítico de la figura del político español, a quien considera “un lobbysta asalariado de las grandes trasnacionales europeas”.

Mirada económica

Es allí que cabe también la lectura económica de la visita, puesto que el funcionario, que siempre ha tenido vínculos con Latinoamérica, buscaría generar mejores condiciones para la inversión española y recuperar la apertura de mercados que el país tenía anteriormente.

Esta tesis genera la molestia de los venezolanos, quienes dan cuenta de que en el país operan con normalidad firmas como Repsol, o el metro de Venezuela que recibe vagones y asesoría técnica española, además de una de las tres principales compañías de celulares.

Sin embargo Francisca Quiroga indicó que la relación entre España y Latinoamérica se ha visto fracturada cuando ya no estamos en el periodo de las grandes inversiones españolas en el continente.

Además, el país europeo se habría encontrado con toda la discusión de la soberanía de los recursos, la transformación de la matriz económica en países donde hubo cambios políticos como en Venezuela, Ecuador o Bolivia.

Para la especialista esta mirada está también se inserta en la discusión política-ideológica, ya que el PSOE representa a lo que llamó “una izquierda institucionalizada”, que también está siendo cuestionada por su mirada neoliberal al modelo de desarrollo, pero, además, por los graves casos de corrupción reiterada que han conocido los españoles.

Eso sin contar el contexto de crisis económica en el que España está sumida y las motivaciones de las estrategias para hacerle frente. Así, Francisca Quiroga sostuvo que en esta visita se conectan los factores político-económicos internos con los esfuerzos de España por ubicarse en el nuevo escenario a nivel mundial.

 

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