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Chile-Ecuador: Prueba superada

Se puso fin al nerviosismo inicial. Chile se quedó con los primeros tres puntos en una carrera que el lunes lo enfrentará con México. Se cumplió la tarea, pero ahora se debe seguir trabajando de cara al próximo partido.

Francisco Cárdenas

  Viernes 12 de junio 2015 7:14 hrs. 
Chile vs Ecuador

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En el Estadio Nacional repleto y con un ambiente festivo la selección chilena de fútbol se impuso por dos goles contra cero al combinado ecuatoriano en la inauguración de la Copa América 2015. Una presentación sólida del equipo de Sampaoli y un respiro profundo que deja atrás el nerviosismo inicial y la ansiedad declarada. Los primeros abrazos y sonrisas fueron locales pero la disputa recién comienza.

De sobra se habló de las dificultades que representaba jugar el primer partido y lidiar de buena forma con la presión de los fanáticos y de todo el ambiente que esperaba con ansias un resultado positivo. Pese a ello los chilenos dominaron claramente el trámite, la posesión, las oportunidades de riesgo y el marcador. Fueron capaces de sobreponerse demostrando madurez y confianza, las que serán aliados fundamentales en la tarea de dejar el trofeo en Chile. Es cierto que el penal a Vidal deja algunas dudas o que el segundo gol proviene de un grueso yerro defensivo pero no alcanzan para empañar el triunfo pues la Selección fue superior en casi todas las facetas del juego. De igual forma, los ecuatorianos se sintieron perjudicados por el arbitraje y el marcador.

Chile no es un equipo tan cuadrado o estático que pueda definirse en una estructura de formación fija. Mientras muchos hablaban de un 4-3-3 lo cierto es que en la práctica la movilidad y la plasticidad del sistema decretan constantes cambios a ese esquema. A veces Mauricio Isla era derechamente un carrilero extremo y Mena un central izquierdo dibujando un 3-4-3, por ejemplo. En otras, Eugenio Mena se adelantaba y Marcelo Díaz se ubicaba al centro de la zaga modificando otra vez el dibujo (la misma labor que le conocimos en la “U” y que tanto satisface al entrenador nacional). Los únicos fijos atrás son Gary Medel y Gonzalo Jara, pero incluso ellos alternan la posición de central por derecha o libero en otro sello personal de Sampaoli. El resto se mueven constantemente y asumen diferentes funciones según la necesidad del equipo. No cabe duda que esta vez la defensa fue más cauta de lo habitual pero utilizó más la rotación segura del balón para limpiar la jugada desde atrás y para reducir al mínimo la posibilidad de un error en la salida. Esta decisión estratégica permitió determinar un dominio claro en la posesión del balón y reducir la posibilidad de contragolpes rápidos que privilegiaran la mayor velocidad de los delanteros ecuatorianos. Marcelo Díaz, Arturo Vidal y Charles Aránguiz fueron precisos, dinámicos y laboriosos para adueñarse del sector medio del campo, algo que ya habíamos dicho seria y seguirá siendo fundamental.

En ataque Chile estuvo bastante activo y mucho mejor coordinado que en los partidos preparatorios. Alexis Sánchez fue más generoso y solidario y eso le permitió lucir más y ser más determinante. De haber estado un poco más fino en la puntería pudo haber celebrado en un par de ocasiones. También habilitó formidablemente a Eduardo Vargas para aprovechar el grueso error rival y sentenciar el partido. En el primer tiempo, Jean Beausejour realizó un trabajo más defensivo para tapar la subida de Paredes y en ello cumplió muy bien pero esa responsabilidad lo restó del trabajo en zona de definición. Vargas entro bien y aunque tuvo poco contacto con el balón demostró que la contundencia está intacta y que por la selección sigue jugando un escalón más arriba. Valdivia volvió a justificar su inclusión con habilitaciones notables, giros sorpresivos y mucho sacrificio. Supo poner la pausa y el cambio de ritmo necesario para sacar ventaja de la posesión y dar profundidad cuando fue necesario. Salió agotado y dejó su lugar a Matías Fernández quien lamentablemente se ganó dos amarillas absurdas que lo dejan fuera del próximo partido.

En contraparte, el análisis del rival muestra que carecieron de sorpresa y no lograron tomar desprevenida nunca a la defensa chilena. Sus laterales subieron muy poco y estuvieron más preocupados de defenderse de las subidas chilenas por los costados que de llegar a línea de fondo. Los pocos errores chilenos en defensa no fueron resueltos favorablemente para los ecuatorianos y eso marcó la diferencia final en el marcador. Dio la impresión de que a la visita le faltó deseo y convicción para buscar un mejor resultado. Incluso con el marcador en contra tampoco se vio una mayor intención de cambiar la suerte del partido. Reconocer también que la actuación de Claudio Bravo tuvo mucho que ver con el cero en el arco chileno pues resolvió con gran categoría las pocas ocasiones en las que fue requerido.

Ahora viene México y no hay que confiarse ni relajarse. Si bien la selección azteca viene con equipo alternativo, la verdad es que hay figuras bien destacadas que pueden complicar mucho. Mayor verticalidad y presión adelantada serán necesarias para vencerlos. La clave debe ser la velocidad y la movilidad pues en esa faceta hay ventajas, sobre todo en ataque. Atrás hay que repetir la aplicación, el anticipo y evitar las faltas cerca del área. Los jugadores mexicanos poseen mayor altura y mejor juego aéreo por lo que otra vez hay que ser cuidadosos.

Los hinchas escucharon el pedido de los jugadores y también cumplieron su parte, acompañando y alentando pese al vergonzoso costo de las entradas y de los insumos. La primera prueba ha sido superada con éxito pero ahora vienen otras de mayor dificultad. Ha seguir mejorando porque todavía no alcanza para encender las ilusiones.

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