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Parlamentarios no tienen legitimidad para definir nueva Constitución

Preocupación existe entre políticos y organizaciones que enarbolan la asamblea constituyente como mecanismo para generar una nueva Constitución. El principal problema que ven es la  eventual priorización de reformas que desde el Ejecutivo han planteado y que no incluye la reformulación de una nueva Carta Magna. 

Gonzalo Castillo

  Miércoles 1 de julio 2015 21:03 hrs. 
asamblea constituyente

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La llegada de los ministros Jorge Burgos a Interior, y Rodrigo Valdés a Hacienda ha planteado, desde el punto de vista de algunos sectores políticos y sociales, la imposición de una forma de llevar adelante las reformas que tiene como variable el crecimiento económico, por lo que cualquier transformación al sistema deberá considerar no afectar este aspecto.

Por lo mismo, desde sectores de la Nueva Mayoría así como de organizaciones que propugnan la creación de una nueva Constitución a través de una asamblea constituyente, expresaron su preocupación frente a la posibilidad que el proceso constituyente que se debería iniciar en septiembre pueda sufrir alteraciones en sus plazos, o que se impongan criterios moderados que desnaturalicen una eventual nueva Constitución.

El diputado (PS) y presidente de la comisión de Constitución de la Cámara, Leonardo Soto, si bien sostiene que hay cierta inquietud entre quienes propugnan la redacción de una nueva Carta Fundamental frente a una eventual arremetida conservadora en este sentido, cree que fundar las críticas al proceso constituyente en base a criterios económicos, no tiene asidero en la realidad.

“Preocupación siempre existe porque hay sectores conservadores en la sociedad, en la política y también en la Nueva Mayoría que, a lo mejor, les gustaría que la Presidenta no cumpliera con sus compromisos. Sin embargo, a propósito del debate que ha existido en torno a que habría que priorizar las reformas, buscando no agudizar problemas económicos que pudieran existir todo ese análisis y ese debate no debiera, de ninguna manera, afectar el proceso constituyente”.

El académico de la facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y miembro del Foro por una Asamblea Constituyente, el historiador Sergio Grez, hace hincapié en los aplazamientos que ha sufrido esta reforma y los anuncios hechos por la Presidenta que, en este sentido, han vertido más dudas e inquietudes sobre la posibilidad de alcanzar objetivos concretos sobre la nueva Constitución.

“Si el Gobierno actual, o algunos de sus personeros empiezan ya a postergar la promesa del cambio constitucional, porque se había planteado en el Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet que esto sería realizado durante este Gobierno, y no en otras futuras administraciones, entramos mal en el llamado proceso constituyente. Pero además está la inquietud creciente por la ambigüedad de los anuncios presidenciales”.

Por su parte, el vocero del movimiento Marca AC, Genaro Cuadros es partidario de esperar que la Presidenta cumpla con su compromiso de iniciar un proceso constituyente en septiembre, aun cuando se desconozcan las formas y mecanismos da través de los que se llegará a concretar la nueva Carta Magna.

“Yo entiendo que a pesar de todas esas modificaciones y esa agenda, la Presidenta tiene un compromiso que tendrá que hacer cumplir en septiembre cuando se convoque a Chile completo a un proceso constituyente. Desconocemos la naturaleza del mismo, las condiciones en el cual este se va a dar, pero entendemos que eso, hasta el momento, no ha cambiado como itinerario del debate sobre la nueva Constitución”.

Las coincidencias que se encuentran entre los diversos actores es en el hecho que el Congreso actual no está en condiciones de liderar el proceso hacia una nueva Ley Fundamental, debido a los profundos cuestionamientos que muchos de sus integrantes han debido enfrentar.

En este sentido, el historiador Sergio Grez añade que aparte de los vínculos irregulares entre dinero y política en que se han visto involucrados algunos parlamentarios, existe una razón más profunda aún de por qué es la asamblea constituyente la única manera legítima y democrática de generar una nueva Constitución y es que es sólo la ciudadanía misma la depositaria de la soberanía y poder constituyente.

“El Parlamento actual no solamente se descarta de plano por los numerosos casos de corrupción política, por la estrecha vinculación que existe entre dinero y política en muchos de sus representantes, por el dInquietud genera aplazamientos en debate por nueva Constituciónesprestigio en que ha caído ante la ciudadanía, sino sobre todo porque la soberanía no reside en el Parlamento. El Parlamento no es el titular de la soberanía, el titular de la soberanía es la ciudadanía, el pueblo, de tal manera que el Parlamento actual está inhabilitado, fundamentalmente por esta razón, a la cual se agrega el profundo desprestigio”.

Genaro Cuadros, asimismo expresa su inquietud ante la posibilidad de que sea el actual Congreso el que lidere este proceso, y que si el Gobierno y la clase política adoptaran, eventualmente esta decisión, sería para él un “descriterio”.

“Sería un descriterio mayúsculo que alguien pretendiera, y yo no creo que eso esté en la cabeza de la Presidenta, pero no me extrañaría que estuviera en el cabeza de muchos dirigentes de partidos políticos y del Congreso, de creer que siguen ostentando algún grado de legitimidad dado lo que hemos sabido, conocido y es de público debate en este país. Yo creo que si hay algo que aprender de una vez por todas es que hay que devolverle la legitimidad a las organizaciones e instituciones del Estado, y un debate constitucional que vuelva a generar un pacto de país me parece la mejor fórmula si este puede ser hecho a través de una asamblea constituyente, sin lugar a dudas es el mejor mecanismo y el más legítimo de todos”.

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