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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Nuevo asesor del Mineduc: “El proyecto se está acercando más al trabajo real del docente”

En entrevista con Radio Universidad de Chile, Juan Eduardo García Huidobro expuso que el proyecto inicial contaba con una “cantidad enorme de certificaciones” y reconoció que tiene la esperanza de que con la discusión que se está dando en la Comisión, el proyecto está mejorando. 

Rodrigo Rojas

  Miércoles 8 de julio 2015 17:44 hrs. 
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Juan Eduardo García Huidobro es uno de los tres asesores que designó el Ministerio de Educación para rediseñar el proyecto de Carrera Docente. A días de su nombramiento, el investigador del Centro de Investigación de la Universidad Alberto Hurtado conversó con Radio Universidad de Chile.

“Lo que nos han pedido es una cierta cooperación para que en el momento que exista acuerdo, traslademos eso a un texto legal.”, expresó el académico.

Esperando un pacto entre el Ejecutivo y los profesores, Juan Eduardo García Huidobro, Mario Leyton  y Carlos Eugenio Beca no han empezado a rediseñar el documento: “Entiendo que este trabajo va a partir cuando esté aprobado en general el proyecto”, reconoció García Huidobro.

Ante la incógnita de su labor en el trabajo que crea un nuevo sistema profesional para los profesores, el recién nombrado asesor del Mineduc, especificó que “ha existido un conjunto de puntos críticos levantados por los profesores y un conjunto de respuestas acordadas con el Ministerio, dada por la Comisión de Educación de la Cámara. Pero esa base de acuerdo supone ahora empezar a mirar el proyecto de nuevo, para ver cómo se traducen esos acuerdos en un nuevo texto.”

En términos técnicos, ¿le parece que los cambios que se están llevando a cabo en la mesa de diálogo entre el Gobierno, los profesores y los parlamentarios, son positivos?  

Tengo la esperanza, y me parece que es una esperanza razonable, de que sí, se está mejorando el proyecto con esta discusión, en el sentido que el proyecto se está acercando más al trabajo real del docente y vamos a tener, eventualmente, una carrera docente, si esto resulta bien, que refleje u oriente un buen trabajo de los profesores. No una carrera que controle, que es un poco la imagen que tuvieron los profesores al comienzo y algo de razón, a lo mejor, tenían. Esto debido a la enorme cantidad de certificaciones que implicaba el proyecto inicial.

En torno a la certificación, los profesores plantearon que el apoyo de conocimientos no se resuelve con pruebas disciplinarias. ¿Qué le pareció esa postura?

Uno de los puntos más complicados, en toda esta conversación, ha sido precisamente el tema de la evaluación. Ahí está uno de los puntos que se seguirán conversando. Pero hay  flexibilidad por parte del Ministerio y, por otro lado, hay demandas de los profesores que están pidiendo menos evaluaciones, no están pidiendo no evaluarse.

Hasta donde entiendo, ellos piden que las evaluaciones que ya se están haciendo se mantengan pero que no se agreguen otras, más bien que sean las mismas las que se usen para la carrera.

¿Para usted es necesario considerar la prueba disciplinaria sumada al portafolio para avanzar en cada tramo?

Sí y no. Se pueden revisar las dos cosas y se pueden ligar más las dos. Ese es un punto de los que viene para tratar de aclarar.

¿Le parece adecuada la propuesta de la Comisión de guardar los resultados para no repetir las evaluaciones?

Creo que eso es algo posible. Pero no soluciona el problema de fondo. Eso tiene sentido para disminuir en algunos el número, pero estamos en la letra chica y no sé qué se decidirá al respecto.

En la distribución de remuneraciones, el Colegio de Profesores criticó que “la pendiente remuneracional no es muy atractiva”…

Si nosotros comparamos la pendiente que se propone con la de otras profesiones semejantes, uno de los problemas que tiene esta propuesta es que el mejoramiento en los primeros años es muy lento. El problema de esto es que son muchos profesores.  Entonces, si varío radicalmente esa pendiente, a lo mejor no alcanza la plata. Por supuesto, que para mí la carrera sería mejor, más atractiva y con más posibilidades de retener a los buenos profesores tener un progreso inicial más rápido. Pero a lo mejor esto no se va a poder lograr ahora, sino que en cinco o en diez años más.

No es un problema de gasto total sino más bien de caja. Si yo voy hacer una serie de mejoramientos ahora, disminuyendo las horas lectivas entre otras cosas, y al mismo tiempo acelero el pago, habrá un problema de cómo distribuir los recursos.

No estamos ahí en la idea de lo que sería mejor, sino más bien de qué sería lo posible.

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