“Con o sin paraguas” se realzará la marcha “No Alto Maipo”, convocada para este sábado 11 a las 11.00 de la mañana. La manifestación que recorrerá desde la estación de Metro Trinidad (L4) hasta el restaurant El negro bueno, busca expresar la molestia por el avance en la construcción de la central hidroeléctrica que, aseguran, intervendrá el Cajón y dejará sin agua la cuenca del Río Maipo.
Así lo ratificó Anthony Prior, vocero de la Red Metropolitana No a Alto Maipo, quien afirmó el proyecto se ha justificado en una supuesta crisis energética, pero indicó que, en realidad, responde a intereses particulares amparados por relevantes acorres de la clase política.
“Este proyecto además de tener una serie de impactos agresivos con el entorno y poner en jaque el abastecimiento de agua para la Región Metropolitana, da cuenta de una compleja red de poder político-empresarial que opera de forma cómoda con el modelo chileno de sociedad, utilizando una institucionalidad y un ordenamiento jurídico que les favorece en sus expectativas de mercado y negocios en los sectores mineros y energéticos”, afirmó.
El vocero recordó que la firma titular Aes Gener tiene un historial de cercanía con la Presidenta, ya que en su primer gobierno trabajaron en conjunto e incluso intervino la embajada de los Estados Unidos para agilizar la construcción de la central termoeléctrica Campiche, también altamente contaminante.
Además indicó que no es coincidencia que el Grupo Lucksic sea titular del proyecto desde el 2013 y que haya ingresado un día después de que la Presidenta ganara las elecciones, a lo que sumó la instalación de ministros cercanos a grupo en carteras estratégicas como Máximo Pacheco en Energía o Nicolás Eyzaguirre en Educación.
Por su parte, Rosario Carvajal de la Asociación Nacional de Barrios y Zonas Patrimoniales, dio su respaldo a la movilización de este sábado y afirmó que las titulares del proyecto y las autoridades están pasando por encima de las leyes y los intereses de los ciudadanos.
“El patrimonio está siendo destruido por un modelo neoliberal que pone el acento en la oferta y la demanda por sobre los derechos de los ciudadanos y la voluntad de los habitantes” afirmó.
La dirigenta añadió que este proyecto está terminando con un paisaje, destruyendo sitios arqueológicos, vulnerando la Ley de Monumentos Nacionales, que depende del Ministerio de Educación. “Los ministros no han dicho nada por este tema, tampoco el Consejo de Monumentos y vivimos viendo como sistemáticamente todo el andamiaje jurídico es vulnerado por estos intereses económicos”, sostuvo.
Los estudiantes también se hicieron presentes en la convocatoria, apuntando a la importancia de la articulación social para la defensa de en este caso el medio ambiente, pero también los diversos derechos económicos, sociales y culturales que hoy son vulnerados.
Marta Matamala, vocera de la Confech, afirmó que el agua es una necesidad básica para vivir, como también lamentablemente, dijo, se ha situado la educación como una necesidad fundamental para poder llegar a final de mes: “El llamado acá es que estudiantes, trabajadores y pobladores marchemos el 11 de julio para que se dé pie atrás con todos aquellos proyectos que afectan nuestra calidad de vida y que no nos dejan vivir con dignidad”, indicó la líder universitaria.
Por su parte, la también vocera y Presidenta de la FECH, Valentina Saavedra sostuvo que a lo largo de todo Chile existen movilizaciones territoriales por este tipo de iniciativas, avaladas por los gobiernos. En ese sentido, afirmó que lo que está en juego es a quienes gobiernan las autoridades, e instó a los ciudadanos a organizarse.
La movilización se realizará a partir de las 11:00 horas, desde la estación de metro Trinidad, de línea 4, hasta el centro cultural “El Negro Bueno” en el paradero 14 de Vicuña Mackenna.
“Con o sin paraguas” se realzará la marcha “No Alto Maipo”, convocada para este sábado 11 a las 11.00 de la mañana. La manifestación que recorrerá desde la estación de Metro Trinidad (L4) hasta el restaurant El negro bueno, busca expresar la molestia por el avance en la construcción de la central hidroeléctrica que, aseguran, intervendrá el Cajón y dejará sin agua la cuenca del Río Maipo.
Así lo ratificó Anthony Prior, vocero de la Red Metropolitana No a Alto Maipo, quien afirmó el proyecto se ha justificado en una supuesta crisis energética, pero indicó que, en realidad, responde a intereses particulares amparados por relevantes acorres de la clase política.
“Este proyecto además de tener una serie de impactos agresivos con el entorno y poner en jaque el abastecimiento de agua para la Región Metropolitana, da cuenta de una compleja red de poder político-empresarial que opera de forma cómoda con el modelo chileno de sociedad, utilizando una institucionalidad y un ordenamiento jurídico que les favorece en sus expectativas de mercado y negocios en los sectores mineros y energéticos”, afirmó.
El vocero recordó que la firma titular Aes Gener tiene un historial de cercanía con la Presidenta, ya que en su primer gobierno trabajaron en conjunto e incluso intervino la embajada de los Estados Unidos para agilizar la construcción de la central termoeléctrica Campiche, también altamente contaminante.
Además indicó que no es coincidencia que el Grupo Lucksic sea titular del proyecto desde el 2013 y que haya ingresado un día después de que la Presidenta ganara las elecciones, a lo que sumó la instalación de ministros cercanos a grupo en carteras estratégicas como Máximo Pacheco en Energía o Nicolás Eyzaguirre en Educación.
Por su parte, Rosario Carvajal de la Asociación Nacional de Barrios y Zonas Patrimoniales, dio su respaldo a la movilización de este sábado y afirmó que las titulares del proyecto y las autoridades están pasando por encima de las leyes y los intereses de los ciudadanos.
“El patrimonio está siendo destruido por un modelo neoliberal que pone el acento en la oferta y la demanda por sobre los derechos de los ciudadanos y la voluntad de los habitantes” afirmó.
La dirigenta añadió que este proyecto está terminando con un paisaje, destruyendo sitios arqueológicos, vulnerando la Ley de Monumentos Nacionales, que depende del Ministerio de Educación. “Los ministros no han dicho nada por este tema, tampoco el Consejo de Monumentos y vivimos viendo como sistemáticamente todo el andamiaje jurídico es vulnerado por estos intereses económicos”, sostuvo.
Los estudiantes también se hicieron presentes en la convocatoria, apuntando a la importancia de la articulación social para la defensa de en este caso el medio ambiente, pero también los diversos derechos económicos, sociales y culturales que hoy son vulnerados.
Marta Matamala, vocera de la Confech, afirmó que el agua es una necesidad básica para vivir, como también lamentablemente, dijo, se ha situado la educación como una necesidad fundamental para poder llegar a final de mes: “El llamado acá es que estudiantes, trabajadores y pobladores marchemos el 11 de julio para que se dé pie atrás con todos aquellos proyectos que afectan nuestra calidad de vida y que no nos dejan vivir con dignidad”, indicó la líder universitaria.
Por su parte, la también vocera y Presidenta de la FECH, Valentina Saavedra sostuvo que a lo largo de todo Chile existen movilizaciones territoriales por este tipo de iniciativas, avaladas por los gobiernos. En ese sentido, afirmó que lo que está en juego es a quienes gobiernan las autoridades, e instó a los ciudadanos a organizarse.
La movilización se realizará a partir de las 11:00 horas, desde la estación de metro Trinidad, de línea 4, hasta el centro cultural “El Negro Bueno” en el paradero 14 de Vicuña Mackenna.
“Con o sin paraguas” se realzará la marcha “No Alto Maipo”, convocada para este sábado 11 a las 11.00 de la mañana. La manifestación que recorrerá desde la estación de Metro Trinidad (L4) hasta el restaurant El negro bueno, busca expresar la molestia por el avance en la construcción de la central hidroeléctrica que, aseguran, intervendrá el Cajón y dejará sin agua la cuenca del Río Maipo.
Así lo ratificó Anthony Prior, vocero de la Red Metropolitana No a Alto Maipo, quien afirmó el proyecto se ha justificado en una supuesta crisis energética, pero indicó que, en realidad, responde a intereses particulares amparados por relevantes acorres de la clase política.
“Este proyecto además de tener una serie de impactos agresivos con el entorno y poner en jaque el abastecimiento de agua para la Región Metropolitana, da cuenta de una compleja red de poder político-empresarial que opera de forma cómoda con el modelo chileno de sociedad, utilizando una institucionalidad y un ordenamiento jurídico que les favorece en sus expectativas de mercado y negocios en los sectores mineros y energéticos”, afirmó.
El vocero recordó que la firma titular Aes Gener tiene un historial de cercanía con la Presidenta, ya que en su primer gobierno trabajaron en conjunto e incluso intervino la embajada de los Estados Unidos para agilizar la construcción de la central termoeléctrica Campiche, también altamente contaminante.
Además indicó que no es coincidencia que el Grupo Lucksic sea titular del proyecto desde el 2013 y que haya ingresado un día después de que la Presidenta ganara las elecciones, a lo que sumó la instalación de ministros cercanos a grupo en carteras estratégicas como Máximo Pacheco en Energía o Nicolás Eyzaguirre en Educación.
Por su parte, Rosario Carvajal de la Asociación Nacional de Barrios y Zonas Patrimoniales, dio su respaldo a la movilización de este sábado y afirmó que las titulares del proyecto y las autoridades están pasando por encima de las leyes y los intereses de los ciudadanos.
“El patrimonio está siendo destruido por un modelo neoliberal que pone el acento en la oferta y la demanda por sobre los derechos de los ciudadanos y la voluntad de los habitantes” afirmó.
La dirigenta añadió que este proyecto está terminando con un paisaje, destruyendo sitios arqueológicos, vulnerando la Ley de Monumentos Nacionales, que depende del Ministerio de Educación. “Los ministros no han dicho nada por este tema, tampoco el Consejo de Monumentos y vivimos viendo como sistemáticamente todo el andamiaje jurídico es vulnerado por estos intereses económicos”, sostuvo.
Los estudiantes también se hicieron presentes en la convocatoria, apuntando a la importancia de la articulación social para la defensa de en este caso el medio ambiente, pero también los diversos derechos económicos, sociales y culturales que hoy son vulnerados.
Marta Matamala, vocera de la Confech, afirmó que el agua es una necesidad básica para vivir, como también lamentablemente, dijo, se ha situado la educación como una necesidad fundamental para poder llegar a final de mes: “El llamado acá es que estudiantes, trabajadores y pobladores marchemos el 11 de julio para que se dé pie atrás con todos aquellos proyectos que afectan nuestra calidad de vida y que no nos dejan vivir con dignidad”, indicó la líder universitaria.
Por su parte, la también vocera y Presidenta de la FECH, Valentina Saavedra sostuvo que a lo largo de todo Chile existen movilizaciones territoriales por este tipo de iniciativas, avaladas por los gobiernos. En ese sentido, afirmó que lo que está en juego es a quienes gobiernan las autoridades, e instó a los ciudadanos a organizarse.
La movilización se realizará a partir de las 11:00 horas, desde la estación de metro Trinidad, de línea 4, hasta el centro cultural “El Negro Bueno” en el paradero 14 de Vicuña Mackenna.
