El miércoles se movilizaron diversos grupos a favor y en contra del Gobierno de Ecuador y se esperan movilizaciones más intensas para hoy jueves. El Presidente Rafael Correa ha denunciado un intento de desestabilizar al país tal como, sostuvo, ha ocurrido a otros gobiernos progresistas latinoamericanos. ¿Cuáles son las dos posturas en juego y cuál es el impacto de las tensiones?

Un grupo de dirigentes indígenas sostiene un paro nacional en Ecuador y exige al Presidente Correa el retiro de una serie de medidas que, afirman, les ha quitado el poder a los pueblos originarios en la administración del agua, la tierra y la educación en sus territorios.

Así, los medios de comunicación a nivel internacional informan de un enfrentamiento del Presidente ecuatoriano con los pueblos originarios, versión que desacreditan desde el Ejecutivo.

En conversación con Radio Universidad de Chile, el ministro de Cultura del gobierno ecuatoriano, Guillaume Long, sostuvo que no se puede generalizar cuando existe un movimiento indígena acotado que se está oponiendo a la administración, pero que la gran mayoría de las poblaciones indígenas de su país respalda las reformas de Correa.

“Hay una organización política que se llama Conaie, que ha cambiado mucho su rostro en los últimos años y es verdad que ese movimiento social indígena está en contra del gobierno”, afirmó y añadió: “Yo me atrevería a decir que está siendo manipulado por las oligarquías tradicionales de nuestro país y que está haciéndole el juego a la derecha”, aunque aclaró que esa es una posición personal.

El secretario de Estado reconoció que debido a la abrumadora mayoría conseguida en las últimas elecciones, su Gobierno se enfocó en la gestión pública, dejando de lado el dialogo político, por lo que cree necesario retomar la participación ciudadana.

Sin embargo, consideró que estas movilizaciones sólo buscan desestabilizar el Gobierno de Correa pensando en lo que serán las próximas elecciones presidenciales, donde la oposición espera enfrentarse a un Presidente con un respaldo disminuido.

Justamente uno de los argumentos de la oposición y los dirigentes de Coaie pasa por temas electorales: Están pidiendo que se archive de forma definitiva un paquete de enmiendas constitucionales que se tramita en el Congreso Nacional, dentro de las que figura un artículo que permitiría al mandatario postular a un nuevo periodo en 2017.

Por su parte, el Presidente ha acusado la presencia de un “golpe blando” que buscaría desestabilizar al gobierno y que ya se ha visto, dijo, en otros gobiernos progresistas en Latinoamérica. En esa línea recibió el respaldo del mandatario boliviano Evo Morales, quien hizo un llamado a los sectores indígenas del Ecuador.

“Quiero hacer un llamado a los compañeros dirigentes indígenas de Ecuador, a los compañeros obreros, a que no seamos instrumentos de la derecha”, dijo y añadió que a veces como Presidentes es imposible atender todas las demandas, seguramente hay deudas aún con algún sector social, pero hay que priorizar y una de esas prioridades es el crecimiento económico. “Lamentablemente algunas potencias se han puesto de acuerdo para rebajar los precios de hidrocarburos y la minería, lo que directamente nos salpica a nosotros”, afirmó.

Morales añadió que eso no es culpa de los movimientos sociales ni del gobierno nacional, sino que de las potencias mundiales que tratan de controlar la economía mundial, afectando directamente a los pueblos y las naciones cuando logran surgir.

En ese sentido, sostuvo que hay quienes buscan instalar la idea de un debilitamiento definitivo de la posición de liderazgo Correa en el país y en la región. Sin embargo, el analista internacional Guillermo Holzmann advirtió que las manifestaciones, que llevan varios meses presentes, pueden generar un impacto.

“Sin lugar a dudas las protestas cooperan para crear un clima complejo que al gobierno de Rafael Correa le incomoda bastante ya que con ello se pone en duda su autoridad, su calidad gubernamental y es allí donde el esquema de liderazgo que ha ido perfilando Rafael Correa en estos últimos dos años empieza a confrontarse con la mirada de los movimientos sociales que, a su vez, son aprovechados por otros grupos de oposición a su gobierno para poder generar una mayor percepción de distancia con su gestión”, afirmó.

En tanto, se especula sobre la extensión que tendrían las demandas y hay voces que hablan incluso de la posibilidad de un paro indefinido. Por su parte Correa a través de las redes sociales dijo que aquí está en juego un salto cualitativo fundamental: o los siguen condicionando las mismas élites de siempre, o se logra liberar al país.