Condenado por caso Berríos y ex guardaespaldas de Agustín Edwards se mantiene prófugo
Arturo Silva Valdés, quien además se desempeñó en el equipo de seguridad de Augusto Pinochet, se suma a otros dos condenados que aún no ingresan al penal Punta Peuco: Jaime Torres Gacitúa y Manuel Provis Carrasco.
Viernes 14 de agosto 2015 16:13 hrs.
Si bien las condenas dictadas por la Corte Suprema sobre el caso del secuestro y asesinato del ex químico de la DINA Eugenio Berríos llevarían un par de meses para ser ejecutoriadas, el suicidio de uno de los condenados, Hernán Ramírez Rurange, implicó que el proceso se acelerara y se tomara la decisión de internarlos en el penal Punta Peuco desde este viernes.
Sin embargo, de los trece condenados restantes, hay tres que aún no han sido ubicados por la brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones. Se trata de Jaime Torres Gacitúa, condenado a 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; Manuel Provis Carrasco, 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; y Arturo Silva Valdés, 15 años y un día como autor de secuestro con homicidio y 5 años y un día por asociación ilícita.
Éste último tiene la particularidad de haberse desempeñado como jefe de seguridad de Augusto Pinochet y también como guardaespaldas del dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards. De hecho, se habría declarado en rebeldía al asegurar que se mantendrá en clandestinidad.
Entre sus antecedentes figura como protagonista y colaborador para sacar del país a múltiples agentes de la DINA y la CNI involucrados en distintos casos de violaciones a los derechos humanos, tal como ocurrió con Berríos en 1992, al ser trasladado a Uruguay, donde fue ejecutado.
Luego de que integrara el equipo de seguridad de Augusto Pinchet, Arturo Silva Valdés se instaló a la cabeza, en 1994, del grupo de guardaespaldas de Edwards.
Cabe destacar que el penal Punta Peuco, al que ya ingresaron los demás condenados, entre los que figura el ex auditor general del Ejército Fernando Torres Silva, tiene una capacidad para 112 internos, lo que significa que estaría cerca de su límite máximo.
Si bien las condenas dictadas por la Corte Suprema sobre el caso del secuestro y asesinato del ex químico de la DINA Eugenio Berríos llevarían un par de meses para ser ejecutoriadas, el suicidio de uno de los condenados, Hernán Ramírez Rurange, implicó que el proceso se acelerara y se tomara la decisión de internarlos en el penal Punta Peuco desde este viernes.
Sin embargo, de los trece condenados restantes, hay tres que aún no han sido ubicados por la brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones. Se trata de Jaime Torres Gacitúa, condenado a 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; Manuel Provis Carrasco, 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; y Arturo Silva Valdés, 15 años y un día como autor de secuestro con homicidio y 5 años y un día por asociación ilícita.
Éste último tiene la particularidad de haberse desempeñado como jefe de seguridad de Augusto Pinochet y también como guardaespaldas del dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards. De hecho, se habría declarado en rebeldía al asegurar que se mantendrá en clandestinidad.
Entre sus antecedentes figura como protagonista y colaborador para sacar del país a múltiples agentes de la DINA y la CNI involucrados en distintos casos de violaciones a los derechos humanos, tal como ocurrió con Berríos en 1992, al ser trasladado a Uruguay, donde fue ejecutado.
Luego de que integrara el equipo de seguridad de Augusto Pinchet, Arturo Silva Valdés se instaló a la cabeza, en 1994, del grupo de guardaespaldas de Edwards.
Cabe destacar que el penal Punta Peuco, al que ya ingresaron los demás condenados, entre los que figura el ex auditor general del Ejército Fernando Torres Silva, tiene una capacidad para 112 internos, lo que significa que estaría cerca de su límite máximo.
Si bien las condenas dictadas por la Corte Suprema sobre el caso del secuestro y asesinato del ex químico de la DINA Eugenio Berríos llevarían un par de meses para ser ejecutoriadas, el suicidio de uno de los condenados, Hernán Ramírez Rurange, implicó que el proceso se acelerara y se tomara la decisión de internarlos en el penal Punta Peuco desde este viernes.
Sin embargo, de los trece condenados restantes, hay tres que aún no han sido ubicados por la brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones. Se trata de Jaime Torres Gacitúa, condenado a 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; Manuel Provis Carrasco, 10 años y un día como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita; y Arturo Silva Valdés, 15 años y un día como autor de secuestro con homicidio y 5 años y un día por asociación ilícita.
Éste último tiene la particularidad de haberse desempeñado como jefe de seguridad de Augusto Pinochet y también como guardaespaldas del dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards. De hecho, se habría declarado en rebeldía al asegurar que se mantendrá en clandestinidad.
Entre sus antecedentes figura como protagonista y colaborador para sacar del país a múltiples agentes de la DINA y la CNI involucrados en distintos casos de violaciones a los derechos humanos, tal como ocurrió con Berríos en 1992, al ser trasladado a Uruguay, donde fue ejecutado.
Luego de que integrara el equipo de seguridad de Augusto Pinchet, Arturo Silva Valdés se instaló a la cabeza, en 1994, del grupo de guardaespaldas de Edwards.
Cabe destacar que el penal Punta Peuco, al que ya ingresaron los demás condenados, entre los que figura el ex auditor general del Ejército Fernando Torres Silva, tiene una capacidad para 112 internos, lo que significa que estaría cerca de su límite máximo.
