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Juan Pablo Cárdenas: El periodismo por las astas

El conjunto de escritos de reciente publicación bajo el título de "Crónicas indignadas" permite entender desde el comienzo el estado de ánimo que embarga a un profesional con más de cuatro décadas de ejercicio periodístico y cuyo frente noticioso ha sido la contingencia.

Vivian Lavín

  Lunes 17 de agosto 2015 11:01 hrs. 
jpc

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El periodismo chileno, disuadido quizás por los bajos índices de lectura, no ha hecho de los libros otra forma de comunicación de su trabajo. Son escasos los profesionales que han tomado a la escritura, aunque sea escribir lo que más hacen día a día, como un ejercicio de denuncia o de memoria. La escritura está como decimos hoy, en términos biológicos y constitutivos más profundos, en el ADN de los periodistas. Para los que trabajan en diarios y revistas es obvio, pero lo mismo sucede para quienes lo desarrollan a través de la radio y la televisión.

Lo más extraño es que habiendo quienes sí han hecho de la escritura y la consiguiente publicación de libros otra forma del ejercicio periodístico, tampoco sean considerados como escritores.

Juan Pablo Cárdenas es uno de esos. Con más de una docena de libros publicados, es acaso una de los más prolíficos. Títulos como Bajo el agua (2004), El periodismo comprometido (2006), Lo esencial del periodismo (2008), Nuestros pecados capitales. Un examen crítico del país que somos (2012), La democracia traicionada (2013) y Lo diré mañana. Crónicas de la política que se repite el plato (2014) dan cuenta de un punto de vista, de un lugar desde dónde escribe un periodista que ha decidido tomar al periodismo por las astas y hacer de él, ese deber de “comprender y cambiar el mundo”.

Se trata de libros de crónicas brevísimos, en su mayoría, que escasamente superan las 150 páginas. Pero contundentes. La crónica es llamada el género híbrido del periodismo, ya que permite a quienes trabajan con la realidad tomar herramientas de la literatura para la creación de “un relato enjuiciado de un hecho”. El padre de este género es el escritor Gabriel García Márquez, quien con su Relato de un náufrago logró contar la realidad magistralmente hasta que la convirtió en realismo mágico y dejó el periodismo para quedarse en el territorio de la literatura.

El conjunto de escritos de reciente publicación bajo el título de Crónicas indignadas de Juan Pablo Cárdenas permite entender desde el comienzo el estado de ánimo que embarga a un profesional con más de cuatro décadas de ejercicio periodístico y cuyo frente noticioso ha sido la contingencia. Confiesa que en sus inicios comenzó comentando libros y discos, pero que el Golpe militar lo “obligó moralmente a asumir las fascinantes armas de la palabra y la escritura en la lucha contra la Dictadura y la defensa de los Derechos Humanos”. Sabemos que esta tarea la emprendió con un compromiso ejemplar, al punto de ser el periodista chileno que más sentencias de la Justicia Militar lleva a cuestas y el que más noches debió permanecer recluido cumpliendo condenas en la cárcel por ejercer un periodismo comprometido con la libertad de expresión. Y aunque desde sus comienzos, a sus 22 años, cuando el Premio Nacional de Periodismo 2005 asumió la dirección de la Revista Debate Universitario y luego en la creación de Análisis demostró la valentía para decir lo que pocos se atrevían, confiesa que ahora, en esta nueva publicación, se siente más libre, “cuando ya he llegado a una edad en que muchos, curiosamente, empiezan a relativizar, a congraciarse con los enemigos o adversarios”.

Los títulos de las crónicas permiten recorrer los temas y el punto de vista con que aborda esta realidad chilena y también mexicana, país donde le correspondió ejercer como agregado de prensa: Un elocuente doble estándar, Vilezas de la política, De los soberbios, el reino de la política, Corruptos contumaces o La esperanza del presente, entre otros. Todos ellos conforman un conjunto de 23 crónicas que son producto del oficio de quien confiesa haberlas escrito en solo un par de meses, aprovechando el paro estudiantil como profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile. Pero fue la urgencia de que vieran la luz en septiembre, durante el mes de la Patria, como una manera de invitar a los ciudadanos a leer la situación actual en una clave diferente de la que propone el periodismo dominado por los intereses y el dinero que los sustentan lo que más lo motivó. De ahí la importancia que este libro aparezca bajo el sello de Ediciones Radio Universidad de Chile, la casa editorial de la Universidad de Chile creada al alero de la radio que dirige el mismo Juan Pablo Cárdenas, un esfuerzo que recoge la tradición editorial de la casa de Bello y que ha demostrado cómo el libro sí es parte constitutiva esencial del periodismo que se compromete con las ideas y con su propagación. Un periodismo que se considera heredero de Camilo Henríquez y su Aurora de Chile que permitió iluminar una época de oscuridad y de confusión colonialista, cuando los conquistadores solo se imponían con la fuerza de las armas y no las de la razón.

Una época que tiene muchos paralelos con la que vivimos hoy, cuando los nuevos dominadores, acallan al periodismo a través de la concentración de los medios de comunicación y la adquisición de ellos por parte de los grandes capitales como una manera de “modelar la realidad”, según sus intereses económicos. Aquí radica la importancia de este libro de Juan Pablo Cárdenas, Crónicas indignadas, el que desde una trinchera independiente y libertaria comparte lo que ha visto en estos 40 años en la historia de nuestro país y permite entender porqué estamos donde estamos. Su lectura, amarga a veces y descarnada las más, es un retrato que duele pero finalmente, una invitación a reanudar el compromiso por hacer de nuestro país un lugar mejor.

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