Amigos por 28 años, hasta el día de su muerte, el 9 de abril de 1999. Se trata de la relación entre el cardenal Raúl Silva Henríquez y uno de los principales difusores de su legado, el economista y académico Reinaldo Sapag.
En conversación con el programa Semáforo, Sapag recordó la figura del cardenal al destacar su labor a la cabeza de la Vicaría de la Solidaridad, donde ayudó a evitar tantas muertes en tiempos de la dictadura cívico-militar.
Si bien ha participado en diversos cargos en instituciones relacionadas con aquel legado, dependientes de la Iglesia Católica, como la Fundación Cardenal Raúl Silva Henríquez, en el último tiempo fue obligado a renunciar. Esto, a propósito de las diferencias con las actuales autoridades eclesiásticas. Particularmente con el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
“La Iglesia no puede esconder la verdad”, asegura el académico. “Una actitud normal en la Iglesia era tratar de echarle tierra a esto, ocultarlo, negarlo, postergarlo, no denunciarlo. Pero ha habido un cambio, y no sólo en la misma Iglesia, sino también en la opinión de los propios católicos. Ellos quieren saber la verdad y que estas cosas no se pueden seguir ocultando”.
En esa misma línea, lamenta que “la gente se está retirando y está yendo cada vez menos a la Iglesia. Confía cada vez menos en los sacerdotes. Era un momento muy oportuno para enfrentar esta falta de confianza. El ente moral que debía dar las confianzas era la Iglesia, pero también ella ha perdido la confianza”.
Sus reclamos y exigencias por transparentar lo que ocurre dentro de la Iglesia le han traído bastantes problemas. Sin embargo, se niega a desistir en sus objetivos. Por ello, destaca la labor de sacerdotes como José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, a propósito de un expediente abierto en El Vaticano en contra de ellos.
Así mismo, critica los múltiples casos de pedofilia que se han conocido desde que asumiera Ricardo Ezzati. “Todo hombre tiene derecho a ser persona. Eso era lo que el cardenal defendía. Eso es lo que uno quisiera ver de la Iglesia de hoy, pero no se ve. Por eso tenemos una Iglesia disociada de la realidad, de la sociedad, por lo que se ha perdido la confianza en ella. Hoy la Iglesia está silenciada. Por eso no cejaré en decir las cosas cómo yo las pienso, en bien de todos los demás”.
Cabe destacar que Reinaldo Sapag, si bien sigue ligado al legado del cardenal Raúl Silva Henríquez, hoy lo hace desde el ámbito laico, como presidente de la Corporación Cardenal del Pueblo, fundada hace sólo tres años.
Amigos por 28 años, hasta el día de su muerte, el 9 de abril de 1999. Se trata de la relación entre el cardenal Raúl Silva Henríquez y uno de los principales difusores de su legado, el economista y académico Reinaldo Sapag.
En conversación con el programa Semáforo, Sapag recordó la figura del cardenal al destacar su labor a la cabeza de la Vicaría de la Solidaridad, donde ayudó a evitar tantas muertes en tiempos de la dictadura cívico-militar.
Si bien ha participado en diversos cargos en instituciones relacionadas con aquel legado, dependientes de la Iglesia Católica, como la Fundación Cardenal Raúl Silva Henríquez, en el último tiempo fue obligado a renunciar. Esto, a propósito de las diferencias con las actuales autoridades eclesiásticas. Particularmente con el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
“La Iglesia no puede esconder la verdad”, asegura el académico. “Una actitud normal en la Iglesia era tratar de echarle tierra a esto, ocultarlo, negarlo, postergarlo, no denunciarlo. Pero ha habido un cambio, y no sólo en la misma Iglesia, sino también en la opinión de los propios católicos. Ellos quieren saber la verdad y que estas cosas no se pueden seguir ocultando”.
En esa misma línea, lamenta que “la gente se está retirando y está yendo cada vez menos a la Iglesia. Confía cada vez menos en los sacerdotes. Era un momento muy oportuno para enfrentar esta falta de confianza. El ente moral que debía dar las confianzas era la Iglesia, pero también ella ha perdido la confianza”.
Sus reclamos y exigencias por transparentar lo que ocurre dentro de la Iglesia le han traído bastantes problemas. Sin embargo, se niega a desistir en sus objetivos. Por ello, destaca la labor de sacerdotes como José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, a propósito de un expediente abierto en El Vaticano en contra de ellos.
Así mismo, critica los múltiples casos de pedofilia que se han conocido desde que asumiera Ricardo Ezzati. “Todo hombre tiene derecho a ser persona. Eso era lo que el cardenal defendía. Eso es lo que uno quisiera ver de la Iglesia de hoy, pero no se ve. Por eso tenemos una Iglesia disociada de la realidad, de la sociedad, por lo que se ha perdido la confianza en ella. Hoy la Iglesia está silenciada. Por eso no cejaré en decir las cosas cómo yo las pienso, en bien de todos los demás”.
Cabe destacar que Reinaldo Sapag, si bien sigue ligado al legado del cardenal Raúl Silva Henríquez, hoy lo hace desde el ámbito laico, como presidente de la Corporación Cardenal del Pueblo, fundada hace sólo tres años.
Amigos por 28 años, hasta el día de su muerte, el 9 de abril de 1999. Se trata de la relación entre el cardenal Raúl Silva Henríquez y uno de los principales difusores de su legado, el economista y académico Reinaldo Sapag.
En conversación con el programa Semáforo, Sapag recordó la figura del cardenal al destacar su labor a la cabeza de la Vicaría de la Solidaridad, donde ayudó a evitar tantas muertes en tiempos de la dictadura cívico-militar.
Si bien ha participado en diversos cargos en instituciones relacionadas con aquel legado, dependientes de la Iglesia Católica, como la Fundación Cardenal Raúl Silva Henríquez, en el último tiempo fue obligado a renunciar. Esto, a propósito de las diferencias con las actuales autoridades eclesiásticas. Particularmente con el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
“La Iglesia no puede esconder la verdad”, asegura el académico. “Una actitud normal en la Iglesia era tratar de echarle tierra a esto, ocultarlo, negarlo, postergarlo, no denunciarlo. Pero ha habido un cambio, y no sólo en la misma Iglesia, sino también en la opinión de los propios católicos. Ellos quieren saber la verdad y que estas cosas no se pueden seguir ocultando”.
En esa misma línea, lamenta que “la gente se está retirando y está yendo cada vez menos a la Iglesia. Confía cada vez menos en los sacerdotes. Era un momento muy oportuno para enfrentar esta falta de confianza. El ente moral que debía dar las confianzas era la Iglesia, pero también ella ha perdido la confianza”.
Sus reclamos y exigencias por transparentar lo que ocurre dentro de la Iglesia le han traído bastantes problemas. Sin embargo, se niega a desistir en sus objetivos. Por ello, destaca la labor de sacerdotes como José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, a propósito de un expediente abierto en El Vaticano en contra de ellos.
Así mismo, critica los múltiples casos de pedofilia que se han conocido desde que asumiera Ricardo Ezzati. “Todo hombre tiene derecho a ser persona. Eso era lo que el cardenal defendía. Eso es lo que uno quisiera ver de la Iglesia de hoy, pero no se ve. Por eso tenemos una Iglesia disociada de la realidad, de la sociedad, por lo que se ha perdido la confianza en ella. Hoy la Iglesia está silenciada. Por eso no cejaré en decir las cosas cómo yo las pienso, en bien de todos los demás”.
Cabe destacar que Reinaldo Sapag, si bien sigue ligado al legado del cardenal Raúl Silva Henríquez, hoy lo hace desde el ámbito laico, como presidente de la Corporación Cardenal del Pueblo, fundada hace sólo tres años.
