A punto de cumplirse un año de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, las 550 páginas del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a petición del estado mexicano, abrió una caja de pandora y tiñó de dudas todas las, hasta ahora, certezas y verdades oficiales declaradas por el gobierno de Peña Nieto.
Y es que el siete de noviembre del 2014 Jesús Murillo, ex procurador de la República de México, señaló como “verdad histórica” que los jóvenes fueron asesinados, quemados en el basurero del municipio de Cocula y arrojados al río del mismo nombre. Sin embargo, el informe aseguró que, científicamente, esta versión no se sostiene, por lo que los jóvenes de la escuela normal de Guerrero seguirían extraviados.
Ante esto, los padres y familiares de las víctimas se mostraron indignados y pidieron a las autoridades un real compromiso con la búsqueda de la verdad. El vocero de los familiares, Felipe de la Cruz, afirmó que “aquí todos los que hemos estado trabajando y caminando juntos para llegar a la verdad y la justicia creemos que estamos cerca de encontrarla. Exigimos que nos los entreguen ya, y que se reestructure la investigación”.
El informe fue entregado a seis meses de iniciar el trabajo y solicita, justamente, que se revise la investigación. Esto porque, según indicó la periodista mexicana Olivia Zerón, no sólo se cuestiona el destino de los cuerpos, sino que existe una serie de elementos que no fueron integrados en la investigación, dentro de los que destaca un video que denuncia negligencia uniformada en el caso.
A eso se suma que hubo autoridades federales militares del batallón 27de Iguala, que estuvieron enterados de lo que fue ocurriendo y que no hicieron nada para proteger a los normalistas. Además, se habla de un quinto automóvil involucrado en el traslado de los jóvenes, del que no se informó, cuyo chofer fue secuestrado, golpeado y luego se le dejó en libertad.
Para la periodista este tema ha tenido un fuerte impacto internacional, por lo que claramente preocupa al Gobierno de Enrique Peña Nieto. Esto porque deja al Gobierno en una situación cuestionable, según indicó el analista internacional Máximo Quitral, para quien esto tendrá impacto en la imagen y seguramente se reflejará en los indicadores de popularidad, cuando, afirmó, el líder del PRI “insiste en una agenda impersonal, insensible a los problemas sociales que enfrenta el país”.
Para Quitral el Estado mexicano está atrapado frente a poderes de facto, a grupos de interés que tienen coartada la democracia y las instituciones, por lo que tienen de su lado a los dirigentes políticos. En ese sentido, llamó a los países vecinos a levantar la voz para presionar a nivel internacional.
“Mientras esto no cambie, la democracia mexicana está secuestrada. Más allá de la presión de los movimientos sociales, debe existir una presión internacional para que se sepa la verdad, y que la violencia política, comience a calmarse para que así, de una vez por todas, podamos saber qué pasó realmente con los desaparecidos en democracia”, dijo.
El próximo 26 de septiembre se cumple un año de la desaparición y en México se conmemorará con una gran marcha, ahora más que nunca porque, si lo que dicen los expertos es verdad, si los jóvenes no fueron quemados en este basurero y sus restos lanzados al río ¿dónde están los estudiantes de Ayotzinapa?