Críticas desde los movimientos sociales, analistas y parlamentario generó el anuncio del Gobierno de aplazar a octubre el inicio del llamado proceso constituyente, desechando la fecha tope original de septiembre, que la Presidenta Bachelet expresó en su mensaje del 21 de mayo pasado, tal como lo confirmaron los presidentes de partido de la Nueva Mayoría en reunión de comité político este martes en La Moneda.
De hecho, este miércoles se verificará una reunión del comité político, ahora de ministros de Estado, en el cual “se revisarán las fechas y el proceso mismo. La Presidenta ha planteado que este proceso constituyente requiere de participación ciudadana incidente, que tenga un momento constitucional legítimo a partir de las reglas que rigen, y un acuerdo amplio político”, señaló el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz.
El abogado constitucionalista y académico de la Universidad de Chile, Fernando Atria, sostuvo que esta postergación del inicio del proceso constituyente demuestra que el Ejecutivo no tiene muy claro qué hacer con este asunto, y además que el Gobierno se ha hecho la idea de que el descenso en la aprobación sería un eventual exceso en el ánimo reformista y que eso es lo que hay que frenar, cuando a su juicio habría que hacer todo lo contrario y asumir el Programa de Gobierno y las transformaciones allí prometidas.
“Yo creo que hay una percepción de que no saben qué hacer con esto, entonces que es mejor dejar que se vaya disolviendo solo y darle largas al asunto, empezar a decir que lo que importa es lo que va a decir el próximo Congreso, y eso creo que es una mala decisión, no creo que ayude en nada al Gobierno en la situación en la cual se encuentra de baja en la aprobación popular”.
Además, el abogado constitucionalista indicó que la coalición de gobierno ha marcado el llamado segundo tiempo con la idea de que los poderes institucionales deben limitarse a la administración del gobierno por sobre la posibilidad de realizar cambios estructurales.
Matías Sagredo, vocero del movimiento por una Asamblea Constituyente, se mostró pesimista frente a la posibilidad de que se concrete un proceso que desemboque en una nueva Constitución, y que lo hecho hasta ahora por la coalición de gobierno, sólo ha sido posponer una y otra vez la decisión evidenciando la falta de voluntad política al interior del oficialismo para generar una nueva Carta Magna.
“Todos estos son medidas de dilación, nada más, esperando que la ciudadanía se tranquilice en esta demanda, y, como se puede decir en un lenguajes coloquial, pase la vieja y esto se calme. Ese es el objetivo de ellos. Y una de sus estrategias fue dilatarlo hasta septiembre sabiendo que no lo iban a poder hacer”.
El sociólogo y analista político Alberto Mayol aseguró que no le sorprende esta decisión tomada por el Ejecutivo ya que el gabinete político conformado en el último cambio de ministros, no tendría ningún interés en realizar una nueva Constitución, y que sería parte del proceso del llamado “Realismo sin renuncia” que la Presidenta planteó en este segundo tiempo, pero que Mayol identifica más con una renuncia de parte del Ejecutivo.
Además, Mayol hizo énfasis, al igual que Fernando Atria, en que, como estrategia para salir de la crisis de popularidad, la generación de incertidumbre sobre una de las principales medidas propuestas por la Presidenta Bachelet como es la nueva Constitución, sólo ahondará la desaprobación de su gestión, en vez de mostrar consistencia en la aplicación de sus propuestas.
“Justamente el problema está en la falta de consistencia, si el Gobierno hubiese sido consistente habría tenido problemas, pero no habría estado en crisis. El Gobierno se mantiene en su línea y la gente empieza a confiar inmediatamente en ellos porque es natural, pero si al mismo Gobierno tú le dices que tienes dudas con lo que te está diciendo, y ellos te contestan que también las tienen, es evidente que vas a generar un escenario con una tendencia fuerte a la crisis, a la fragmentación, a la división de los poderes al interior, y en el fondo, en todos aquellos temas que hay división, que son muchos, evidentemente, es un proceso de reformas complejo, que tienen gente que piensa distintas cosas, resulta que en todos esos temas se te abre la herida permanentemente”.
Desde el mundo político, el diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, señaló que estos aplazamientos le hacen daño tanto al Gobierno como al proceso de generar una nueva Constitución. Además, el diputado por Arica y Parinacota sostiene que el Ejecutivo pierde credibilidad con este tipo de acciones, y declara no entender “qué están calculando” en la Nueva Mayoría al imponer esta prórroga.
“Dilatar el proceso, ponerle más incertidumbre, hacer anuncios que después no se cumplen no tiene mucho sentido, no aporta a lo que queremos producir un poco más de tranquilidad en quienes están haciendo una campaña del terror y me parece que esto es regalarle material a quienes están haciendo una campaña del terror. No me gusta para nada esto de estar cambiando las fechas, los planes, probablemente tenga que ver con las encuestas, pero, en el fondo, no hay manera de subir en las encuestas si no es hacer lo que uno dijo que iba a hacer”.
En la Nueva Mayoría, no obstante, parlamentarios miembros de la Bancada por una Asamblea Constituyente, restaron importancia a la decisión de postergar el proceso constituyente, y llamaron a centrarse en lo medular que es asegurar la participación de la ciudadanía efectiva cuando se verifique el inicio del proceso, probablemente en octubre próximo.
El diputado del Partido Socialista y presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Leonardo Soto, sostuvo que más que la premura y el frenesí por comenzar el proceso constituyente, espera que esto salga bien y que la participación de la ciudadanía sea vinculante.
“El Gobierno no está inmóvil ni de brazos cruzados, al contario, está impulsando procesos de mucha relevancia, y quizás es bastante razonable que no tenga el espacio suficiente en la semana siguiente a las fiestas patrias para iniciar, además, el proceso constituyente. Yo quiero que el Gobierno le dé un tratamiento especial y preferente a todo lo que va a ser el inicio del proceso constituyente, y espero que lo haga con la tranquilidad y el espacio que permita la agenda pública para poder convocar a los chilenos a un proceso con canales participativos claros y concretos donde la gente tenga la posibilidad de participar de manera influyente o incidente”.
Por su parte, la diputada del PPD Cristina Girardi aseguró que más allá de una pequeña modificación en los plazos, lo realmente importante es que se reconozca que el procedimiento más efectivo para generar una nueva Carta Magna es la asamblea constituyente, ya que a través del Parlamento no se lograrán los cambios sustanciales que la ciudadanía demanda.
“Todos los que estamos por una Asamblea Constituyente y nos plantean un proceso de modificación vía parlamento, es poco lo que se va a poder lograr a través de esta vía, creo que no habría ningún cambio importante por esa vía. Por eso nosotros planteamos que la Asamblea Constituyente es uno de los temas importantes de verdad para hacer una Constitución completamente nueva”.