En menos de un año, los griegos vuelven a votar para elegir a un nuevo Gobierno. Tras la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras, a fines de agosto, después de la aprobación del tercer rescate, estas elecciones legislativas anticipadas se anuncian como las más reñidas en más de una década.
Una lucha disputada sobretodo entre el ex primer ministro griego y líder de Syriza, Alexis Tsipras, y el candidato conservador de la Nueva Democracia, Vanguelis Meimarakis, quien pide poner fin al “experimento” de Syriza.
Y si bien Tsipras tiene un pequeño avance entre medio punto y tres puntos con respecto a su contrincante, lo más probable es que ninguno de los dos consiga la mayoría absoluta y sean necesarios pactos rápidos para desarrollar el programa de ajustes exigido por Bruselas a cambio del tercer rescate de ayuda económico aprobado.
Fue precisamente dicho tercer rescate el que obligó a Tsipras a dimitir, con tan sólo siete meses en el poder, cuando miembros de su propio partido rechazaron las medidas de austeridad exigidas para el tercer rescate, provocando una fractura en el partido y una gran desilusión en el pueblo griego, que anteriormente había rechazado medidas de austeridad en el referéndum de julio.
En todo caso, el margen de maniobra del vencedor va a ser escaso. Sólo en los dos primeros meses el nuevo Ejecutivo deberá aprobar una lista de 60 acciones prioritarias para recibir el primer tramo del rescate.
Sin embargo, Alexis Tsipras al votar este domingo en las urnas se mostró optimista de “que el pueblo griego dará este domingo su voto a un Gobierno que en los próximos cuatro años dará la batalla, no sólo en Europa sino dentro del país”. Y agregó que “el pueblo griego (…) tomará el futuro en sus manos (…) y sellará la transición hacia una nueva era.”
El líder conservador Maimarakis, por su parte, afirmó tras ejercer su voto que confiaba en que los electores “sabrán votar contra la mentira y apostar por la verdad y por los políticos capaces”.
El candidato Panayotis Lafazanis, líder de Unidad Popular, partido recién creado tras la fractura de Syriza, pidió a los griegos que vuelvan a pronunciar un gran “no” como hicieron en el pasado referéndum de julio contra el programa de rescate. “Invitamos a decir un gran ‘no’, ‘no’ a la abstención, ‘no’ a la lógica de que todos son iguales y pedimos un nuevo gran ‘no’ a los programas de rescate y a la austeridad”, dijo Lafazanis.
Los primeros resultados de los comicios se darán a conocer a partir de las nueve de la noche hora local y aunque el voto es obligatorio en Grecia, se espera una abstención alta, reflejo de la desilusión del pueblo griego.
En menos de un año, los griegos vuelven a votar para elegir a un nuevo Gobierno. Tras la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras, a fines de agosto, después de la aprobación del tercer rescate, estas elecciones legislativas anticipadas se anuncian como las más reñidas en más de una década.
Una lucha disputada sobretodo entre el ex primer ministro griego y líder de Syriza, Alexis Tsipras, y el candidato conservador de la Nueva Democracia, Vanguelis Meimarakis, quien pide poner fin al “experimento” de Syriza.
Y si bien Tsipras tiene un pequeño avance entre medio punto y tres puntos con respecto a su contrincante, lo más probable es que ninguno de los dos consiga la mayoría absoluta y sean necesarios pactos rápidos para desarrollar el programa de ajustes exigido por Bruselas a cambio del tercer rescate de ayuda económico aprobado.
Fue precisamente dicho tercer rescate el que obligó a Tsipras a dimitir, con tan sólo siete meses en el poder, cuando miembros de su propio partido rechazaron las medidas de austeridad exigidas para el tercer rescate, provocando una fractura en el partido y una gran desilusión en el pueblo griego, que anteriormente había rechazado medidas de austeridad en el referéndum de julio.
En todo caso, el margen de maniobra del vencedor va a ser escaso. Sólo en los dos primeros meses el nuevo Ejecutivo deberá aprobar una lista de 60 acciones prioritarias para recibir el primer tramo del rescate.
Sin embargo, Alexis Tsipras al votar este domingo en las urnas se mostró optimista de “que el pueblo griego dará este domingo su voto a un Gobierno que en los próximos cuatro años dará la batalla, no sólo en Europa sino dentro del país”. Y agregó que “el pueblo griego (…) tomará el futuro en sus manos (…) y sellará la transición hacia una nueva era.”
El líder conservador Maimarakis, por su parte, afirmó tras ejercer su voto que confiaba en que los electores “sabrán votar contra la mentira y apostar por la verdad y por los políticos capaces”.
El candidato Panayotis Lafazanis, líder de Unidad Popular, partido recién creado tras la fractura de Syriza, pidió a los griegos que vuelvan a pronunciar un gran “no” como hicieron en el pasado referéndum de julio contra el programa de rescate. “Invitamos a decir un gran ‘no’, ‘no’ a la abstención, ‘no’ a la lógica de que todos son iguales y pedimos un nuevo gran ‘no’ a los programas de rescate y a la austeridad”, dijo Lafazanis.
Los primeros resultados de los comicios se darán a conocer a partir de las nueve de la noche hora local y aunque el voto es obligatorio en Grecia, se espera una abstención alta, reflejo de la desilusión del pueblo griego.
En menos de un año, los griegos vuelven a votar para elegir a un nuevo Gobierno. Tras la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras, a fines de agosto, después de la aprobación del tercer rescate, estas elecciones legislativas anticipadas se anuncian como las más reñidas en más de una década.
Una lucha disputada sobretodo entre el ex primer ministro griego y líder de Syriza, Alexis Tsipras, y el candidato conservador de la Nueva Democracia, Vanguelis Meimarakis, quien pide poner fin al “experimento” de Syriza.
Y si bien Tsipras tiene un pequeño avance entre medio punto y tres puntos con respecto a su contrincante, lo más probable es que ninguno de los dos consiga la mayoría absoluta y sean necesarios pactos rápidos para desarrollar el programa de ajustes exigido por Bruselas a cambio del tercer rescate de ayuda económico aprobado.
Fue precisamente dicho tercer rescate el que obligó a Tsipras a dimitir, con tan sólo siete meses en el poder, cuando miembros de su propio partido rechazaron las medidas de austeridad exigidas para el tercer rescate, provocando una fractura en el partido y una gran desilusión en el pueblo griego, que anteriormente había rechazado medidas de austeridad en el referéndum de julio.
En todo caso, el margen de maniobra del vencedor va a ser escaso. Sólo en los dos primeros meses el nuevo Ejecutivo deberá aprobar una lista de 60 acciones prioritarias para recibir el primer tramo del rescate.
Sin embargo, Alexis Tsipras al votar este domingo en las urnas se mostró optimista de “que el pueblo griego dará este domingo su voto a un Gobierno que en los próximos cuatro años dará la batalla, no sólo en Europa sino dentro del país”. Y agregó que “el pueblo griego (…) tomará el futuro en sus manos (…) y sellará la transición hacia una nueva era.”
El líder conservador Maimarakis, por su parte, afirmó tras ejercer su voto que confiaba en que los electores “sabrán votar contra la mentira y apostar por la verdad y por los políticos capaces”.
El candidato Panayotis Lafazanis, líder de Unidad Popular, partido recién creado tras la fractura de Syriza, pidió a los griegos que vuelvan a pronunciar un gran “no” como hicieron en el pasado referéndum de julio contra el programa de rescate. “Invitamos a decir un gran ‘no’, ‘no’ a la abstención, ‘no’ a la lógica de que todos son iguales y pedimos un nuevo gran ‘no’ a los programas de rescate y a la austeridad”, dijo Lafazanis.
Los primeros resultados de los comicios se darán a conocer a partir de las nueve de la noche hora local y aunque el voto es obligatorio en Grecia, se espera una abstención alta, reflejo de la desilusión del pueblo griego.
