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El nuevo golpe que sacude al Centro Cultural Gabriela Mistral

A menos de un mes que Alejandra Wood renunciara a la dirección ejecutiva del GAM, ahora el director de Administración y Finanzas, José Miguel Herencia, dimitió sorpresivamente. "Habíamos acordado mantener una situación estable mientras no se nombrara al nuevo director", cuestionó el presidente del directorio, Ramón López.

Rodrigo Alarcón

  Viernes 23 de octubre 2015 19:10 hrs. 
Centro Gabriela Mistral-002

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Las aguas siguen agitadas en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Todavía no se calmaban luego de la renuncia de Alejandra Wood, quien había ocupado el cargo de directora ejecutiva durante los cinco años de vida del espacio, cuando se produjo un nuevo golpe. Ahora, fue el director de Administración y Finanzas, José Miguel Herencia, quien anunció intempestivamente su alejamiento.

El martes pasado, el ahora ex funcionario presentó su renuncia ante Cristián Uribe, director ejecutivo interino, algo que tomó por sorpresa incluso a los miembros del directorio de la corporación que administra el GAM. El presidente de la instancia, Ramón López, se comunicó telefónicamente con José Miguel Herencia para que reevaluara la medida, pero no lo logró.

“Él consideró que las cosas no estaban funcionando como él esperaba, yo no sé qué significa eso. Ahora estamos en una situación de transición y cambio de etapa, todos abocados a que resulte y a proteger los logros que ha tenido el GAM”, dice Ramón López, en referencia al interinato y a la construcción de la segunda etapa del edificio.

El episodio se suma a una serie de hechos que han mostrado la cara menos exitosa del GAM y que tuvieron a Alejandra Wood y José Miguel Herencia como protagonistas. Todo comenzó en septiembre del año pasado, cuando el sindicato de trabajadores denunció despidos injustificados y una enorme brecha salarial entre directivos y funcionarios. En julio de este año, el tema reflotó cuando los trabajadores exigieron la salida de ambos directivos y más tarde se hizo pública la rebaja de sueldo que el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, pidió a la ex directora ejecutiva.

José Miguel Herencia declinó referirse al tema, pero su decisión no cayó del todo bien al presidente del directorio, Ramón López: “Habíamos acordado mantener una situación estable mientras no se nombrara al nuevo director ejecutivo. Era bueno mantener una sensación de estabilidad interna, no solo por la sensación sino porque así estábamos operando. Para mí, fue sorpresivo que él renunciara y lo lamento, porque manejaba una cantidad de información importante, aun cuando hay equipos que obviamente siguen estando”, señala.

“Fue muy sorpresivo, además, que ni siquiera haya sido a fin de mes. Estaba por producirse una reunión de directorio donde se haría un balance del ejercicio del año y una proyección económica para 2016 y era importante que él estuviera. Lamento que no haya sido como esperábamos todos”, añade.

En cambio, el presidente del sindicato, Simón Bousquet, apunta a que “era un puesto de confianza, así que esperábamos que se fuera más o menos pronto. Nuestra percepción es que tuvo tiempo de buscar trabajo e irse tranquilo”.

“José Miguel era un pilar de la mayoría de los problemas que había en la relación de los trabajadores con el centro cultural. Había una óptica patronal muy marcada que hacía que las relaciones fueran poco fértiles, entonces por supuesto que su salida es un alivio para nosotros. Acá costaba mucho cumplir con el mínimo del Código Laboral”, detalla el dirigente.

Sueldos en duda

Tan repentina fue la salida de José Miguel Herencia, que varios asuntos quedaron sin resolver. La nómina de pagos de los sueldos de los trabajadores, por ejemplo, quedó sin firmar. Por eso, en los últimos días los funcionarios del GAM han debido apurar los trámites para que las remuneraciones alcancen a ser pagadas antes de fin de mes.

“Es una información interna y no me parece de buen gusto aludir a eso”, responde Ramón López ante la situación.

Simón Bousquet, en tanto, cree que los sueldos serán pagados a tiempo, pero que el hecho da cuenta del ambiente que se vivía al interior del centro cultural: “Se fue sin dejar traspasadas todas las cosas necesarias para que el centro cultural funcione de forma correcta. Es una falta ética que la vemos como una especie de venganza hacia los trabajadores y la gente que quedó a cargo del centro cultural, porque ahora el GAM se tuvo que hacer cargo de manera urgente para pagar los sueldos”, señala.

¿Quién se hará cargo de la administración? Por ahora, las tareas fueron redistribuidas entre los equipos existentes. El próximo martes, el directorio se reunirá para analizar la situación y, paralelamente, continuar con el proceso de búsqueda de un nuevo director ejecutivo, que será escogido a través de un concurso público que realizará una empresa externa.

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