En una jornada de protestas, un profesor se oculta en el laboratorio de un liceo y se encuentra con una estudiante que le pide ayuda para salir del subterráneo del establecimiento. Cuando sale a la luz, se da cuenta que en realidad se trata de una mujer de 45 años, que ha permanecido junto a un grupo de compañeras desde una toma realizada hace 30 años.
El grupo, que todavía espera el retorno de la democracia y ha quedado congelado en el tiempo, se encuentra de este modo con un entorno muy diferente. Ese es el punto de partida de Liceo de niñas, obra que se está presentando en el Teatro Universidad Católica.
El montaje está a cargo de un equipo que ya había abordado aquella época en la obra El taller. En la dramaturgia está Nona Fernández, en la dirección está Marcelo Leonart y el elenco está integrado por Roxana Naranjo, Carmina Riego, Juan Pablo Fuentes, Francisco Medina y la misma Nona Fernández.
Según explicó Marcelo Leonart, la historia surgió cuando las manifestaciones estudiantiles más recientes fueron “como un deja vu” para los autores: “Fue como si esos mismos alumnos, esos mismos jumper, esos mismos uniformes y zapatos de colegio, hubieran estado hibernando durante estos 30 años, entonces a la Nona le daba vueltas la imagen de una escolar de su edad. Así fue armándose la trama”, dijo en el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.
“Era súper importante hacer un diálogo entre lo que fue ese movimiento estudiantil de 1985 y los que vinieron después. En el fondo, los niños y adolescentes que fuimos, ¿qué dirían? ¿Ganamos o perdimos la pelea que dimos en esa época?”, enfatizó.
En varios de sus pasajes, la obra se desarrolla en tono de comedia y marca las diferencias entre ambas épocas, pero según el director funciona de manera “dual”, con otros momentos emotivos.
En esa línea, la actriz Carmina Riego apuntó que “ha sido súper bueno el proceso de la cosa histórica, pero también de lo personal: la reflexión súper universal en la que uno se pregunta qué ha hecho en 30 años”.
“En cualquier parte del mundo, la gente a cierta edad se puede preguntar qué hizo con todo lo que quería hacer de adolescente, de joven, qué pasó en esos 30 años. La obra también tiene esa universalidad, que es muy interesante. La gente se emociona mucho por el tema mismo de los niños que se toman el colegio, pero también porque esto le toca a cualquiera”, añadió.
Liceo de niñas se presenta de miércoles a sábado, hasta el 12 de diciembre, en el Teatro Universidad Católica, ubicado en Jorge Washington 26, Plaza Ñuñoa. Los valores de las entradas varían entre tres y ocho mil pesos y el espacio participará este jueves de la Noche de los Teatros, que contempla entradas en dos por uno.
En una jornada de protestas, un profesor se oculta en el laboratorio de un liceo y se encuentra con una estudiante que le pide ayuda para salir del subterráneo del establecimiento. Cuando sale a la luz, se da cuenta que en realidad se trata de una mujer de 45 años, que ha permanecido junto a un grupo de compañeras desde una toma realizada hace 30 años.
El grupo, que todavía espera el retorno de la democracia y ha quedado congelado en el tiempo, se encuentra de este modo con un entorno muy diferente. Ese es el punto de partida de Liceo de niñas, obra que se está presentando en el Teatro Universidad Católica.
El montaje está a cargo de un equipo que ya había abordado aquella época en la obra El taller. En la dramaturgia está Nona Fernández, en la dirección está Marcelo Leonart y el elenco está integrado por Roxana Naranjo, Carmina Riego, Juan Pablo Fuentes, Francisco Medina y la misma Nona Fernández.
Según explicó Marcelo Leonart, la historia surgió cuando las manifestaciones estudiantiles más recientes fueron “como un deja vu” para los autores: “Fue como si esos mismos alumnos, esos mismos jumper, esos mismos uniformes y zapatos de colegio, hubieran estado hibernando durante estos 30 años, entonces a la Nona le daba vueltas la imagen de una escolar de su edad. Así fue armándose la trama”, dijo en el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.
“Era súper importante hacer un diálogo entre lo que fue ese movimiento estudiantil de 1985 y los que vinieron después. En el fondo, los niños y adolescentes que fuimos, ¿qué dirían? ¿Ganamos o perdimos la pelea que dimos en esa época?”, enfatizó.
En varios de sus pasajes, la obra se desarrolla en tono de comedia y marca las diferencias entre ambas épocas, pero según el director funciona de manera “dual”, con otros momentos emotivos.
En esa línea, la actriz Carmina Riego apuntó que “ha sido súper bueno el proceso de la cosa histórica, pero también de lo personal: la reflexión súper universal en la que uno se pregunta qué ha hecho en 30 años”.
“En cualquier parte del mundo, la gente a cierta edad se puede preguntar qué hizo con todo lo que quería hacer de adolescente, de joven, qué pasó en esos 30 años. La obra también tiene esa universalidad, que es muy interesante. La gente se emociona mucho por el tema mismo de los niños que se toman el colegio, pero también porque esto le toca a cualquiera”, añadió.
Liceo de niñas se presenta de miércoles a sábado, hasta el 12 de diciembre, en el Teatro Universidad Católica, ubicado en Jorge Washington 26, Plaza Ñuñoa. Los valores de las entradas varían entre tres y ocho mil pesos y el espacio participará este jueves de la Noche de los Teatros, que contempla entradas en dos por uno.
En una jornada de protestas, un profesor se oculta en el laboratorio de un liceo y se encuentra con una estudiante que le pide ayuda para salir del subterráneo del establecimiento. Cuando sale a la luz, se da cuenta que en realidad se trata de una mujer de 45 años, que ha permanecido junto a un grupo de compañeras desde una toma realizada hace 30 años.
El grupo, que todavía espera el retorno de la democracia y ha quedado congelado en el tiempo, se encuentra de este modo con un entorno muy diferente. Ese es el punto de partida de Liceo de niñas, obra que se está presentando en el Teatro Universidad Católica.
El montaje está a cargo de un equipo que ya había abordado aquella época en la obra El taller. En la dramaturgia está Nona Fernández, en la dirección está Marcelo Leonart y el elenco está integrado por Roxana Naranjo, Carmina Riego, Juan Pablo Fuentes, Francisco Medina y la misma Nona Fernández.
Según explicó Marcelo Leonart, la historia surgió cuando las manifestaciones estudiantiles más recientes fueron “como un deja vu” para los autores: “Fue como si esos mismos alumnos, esos mismos jumper, esos mismos uniformes y zapatos de colegio, hubieran estado hibernando durante estos 30 años, entonces a la Nona le daba vueltas la imagen de una escolar de su edad. Así fue armándose la trama”, dijo en el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.
“Era súper importante hacer un diálogo entre lo que fue ese movimiento estudiantil de 1985 y los que vinieron después. En el fondo, los niños y adolescentes que fuimos, ¿qué dirían? ¿Ganamos o perdimos la pelea que dimos en esa época?”, enfatizó.
En varios de sus pasajes, la obra se desarrolla en tono de comedia y marca las diferencias entre ambas épocas, pero según el director funciona de manera “dual”, con otros momentos emotivos.
En esa línea, la actriz Carmina Riego apuntó que “ha sido súper bueno el proceso de la cosa histórica, pero también de lo personal: la reflexión súper universal en la que uno se pregunta qué ha hecho en 30 años”.
“En cualquier parte del mundo, la gente a cierta edad se puede preguntar qué hizo con todo lo que quería hacer de adolescente, de joven, qué pasó en esos 30 años. La obra también tiene esa universalidad, que es muy interesante. La gente se emociona mucho por el tema mismo de los niños que se toman el colegio, pero también porque esto le toca a cualquiera”, añadió.
Liceo de niñas se presenta de miércoles a sábado, hasta el 12 de diciembre, en el Teatro Universidad Católica, ubicado en Jorge Washington 26, Plaza Ñuñoa. Los valores de las entradas varían entre tres y ocho mil pesos y el espacio participará este jueves de la Noche de los Teatros, que contempla entradas en dos por uno.
