Este lunes el comité de ministros, encabezado por el titular de Medio Ambiente Pablo Badenier e integrado por los ministros de Energía, Minería, Economía, Salud y Agricultura, analizaron los 27 recursos de protección presentados por la comunidad de Puelo contra el proyecto Central de Pasada Mediterráneo ubicado en la Provincia de Llanquihue, Cochamó.
La entidad resolvió mantener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable al proyecto de la empresa Mediterráneo S.A, de propiedad de José Cox, socio y amigo del expresidente Sebastián Piñera y de Ricardo Bachelet, primo de la Presidenta Michelle Bachelet.
La iniciativa contempla una inversión de 400 millones de dólares para una central de paso que contará con una capacidad de 210 megawats y una producción media de mil 190 gigawats, y que además, incluye la construcción de una línea de transmisión de 63 kilómetros.
Pese a la aprobación, el Comité acogió de forma parcial una serie de consideraciones ciudadana, ordenando planes de manejo y medidas de mitigación. Pese a ello, las organizaciones sociales y ambientales no quedaron conformes.
Rodrigo Condezza, Presidente de la Corporación Puelo Patagonia afirmó que “habría sido una muy buena señal que se hubiera rechazado el proyecto, considerando las condiciones que fue aprobado y por todos los errores graves que hemos analizado y que son bastante más de los que el Comité de Ministros vio”.
En esa línea, indicó que van a analizar los antecedentes para ver qué estrategia tomarán, además de estar atentos a la reacción de Mediterráneo, que puede acudir a los Tribunales Ambientales y a la misma Corte Suprema.
Si bien se adoptaron medidas ante el riesgo que representaban las torres en la línea de transmisión que pasaban por la ladera del Tagua Tagua, se ordenó la elaboración de un Plan de Desarrollo Turístico Sustentable, nuevas acciones para mitigar el valor del paisaje, planes de manejo de las especies y de monitoreo de la fauna, entre otras medidas, hay algunas observaciones totalmente omitidas, como la necesidad de consultar a los pueblos indígenas, afirmó Condezza.
En ese sentido, sostuvo que la legislación y la forma de estudiar los proyectos en Chile es muy débil y otorga una amplia ventaja a las empresas por sobre la ciudadanía. “El modelo se sustenta en decisiones técnicas y políticas, pero en este caso quedó claro cómo primó un criterio político, ya que si se hubieran considerado todas las observaciones, la iniciativa se habría rechazado”, afirmó.
Este lunes el comité de ministros, encabezado por el titular de Medio Ambiente Pablo Badenier e integrado por los ministros de Energía, Minería, Economía, Salud y Agricultura, analizaron los 27 recursos de protección presentados por la comunidad de Puelo contra el proyecto Central de Pasada Mediterráneo ubicado en la Provincia de Llanquihue, Cochamó.
La entidad resolvió mantener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable al proyecto de la empresa Mediterráneo S.A, de propiedad de José Cox, socio y amigo del expresidente Sebastián Piñera y de Ricardo Bachelet, primo de la Presidenta Michelle Bachelet.
La iniciativa contempla una inversión de 400 millones de dólares para una central de paso que contará con una capacidad de 210 megawats y una producción media de mil 190 gigawats, y que además, incluye la construcción de una línea de transmisión de 63 kilómetros.
Pese a la aprobación, el Comité acogió de forma parcial una serie de consideraciones ciudadana, ordenando planes de manejo y medidas de mitigación. Pese a ello, las organizaciones sociales y ambientales no quedaron conformes.
Rodrigo Condezza, Presidente de la Corporación Puelo Patagonia afirmó que “habría sido una muy buena señal que se hubiera rechazado el proyecto, considerando las condiciones que fue aprobado y por todos los errores graves que hemos analizado y que son bastante más de los que el Comité de Ministros vio”.
En esa línea, indicó que van a analizar los antecedentes para ver qué estrategia tomarán, además de estar atentos a la reacción de Mediterráneo, que puede acudir a los Tribunales Ambientales y a la misma Corte Suprema.
Si bien se adoptaron medidas ante el riesgo que representaban las torres en la línea de transmisión que pasaban por la ladera del Tagua Tagua, se ordenó la elaboración de un Plan de Desarrollo Turístico Sustentable, nuevas acciones para mitigar el valor del paisaje, planes de manejo de las especies y de monitoreo de la fauna, entre otras medidas, hay algunas observaciones totalmente omitidas, como la necesidad de consultar a los pueblos indígenas, afirmó Condezza.
En ese sentido, sostuvo que la legislación y la forma de estudiar los proyectos en Chile es muy débil y otorga una amplia ventaja a las empresas por sobre la ciudadanía. “El modelo se sustenta en decisiones técnicas y políticas, pero en este caso quedó claro cómo primó un criterio político, ya que si se hubieran considerado todas las observaciones, la iniciativa se habría rechazado”, afirmó.
Este lunes el comité de ministros, encabezado por el titular de Medio Ambiente Pablo Badenier e integrado por los ministros de Energía, Minería, Economía, Salud y Agricultura, analizaron los 27 recursos de protección presentados por la comunidad de Puelo contra el proyecto Central de Pasada Mediterráneo ubicado en la Provincia de Llanquihue, Cochamó.
La entidad resolvió mantener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable al proyecto de la empresa Mediterráneo S.A, de propiedad de José Cox, socio y amigo del expresidente Sebastián Piñera y de Ricardo Bachelet, primo de la Presidenta Michelle Bachelet.
La iniciativa contempla una inversión de 400 millones de dólares para una central de paso que contará con una capacidad de 210 megawats y una producción media de mil 190 gigawats, y que además, incluye la construcción de una línea de transmisión de 63 kilómetros.
Pese a la aprobación, el Comité acogió de forma parcial una serie de consideraciones ciudadana, ordenando planes de manejo y medidas de mitigación. Pese a ello, las organizaciones sociales y ambientales no quedaron conformes.
Rodrigo Condezza, Presidente de la Corporación Puelo Patagonia afirmó que “habría sido una muy buena señal que se hubiera rechazado el proyecto, considerando las condiciones que fue aprobado y por todos los errores graves que hemos analizado y que son bastante más de los que el Comité de Ministros vio”.
En esa línea, indicó que van a analizar los antecedentes para ver qué estrategia tomarán, además de estar atentos a la reacción de Mediterráneo, que puede acudir a los Tribunales Ambientales y a la misma Corte Suprema.
Si bien se adoptaron medidas ante el riesgo que representaban las torres en la línea de transmisión que pasaban por la ladera del Tagua Tagua, se ordenó la elaboración de un Plan de Desarrollo Turístico Sustentable, nuevas acciones para mitigar el valor del paisaje, planes de manejo de las especies y de monitoreo de la fauna, entre otras medidas, hay algunas observaciones totalmente omitidas, como la necesidad de consultar a los pueblos indígenas, afirmó Condezza.
En ese sentido, sostuvo que la legislación y la forma de estudiar los proyectos en Chile es muy débil y otorga una amplia ventaja a las empresas por sobre la ciudadanía. “El modelo se sustenta en decisiones técnicas y políticas, pero en este caso quedó claro cómo primó un criterio político, ya que si se hubieran considerado todas las observaciones, la iniciativa se habría rechazado”, afirmó.
