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Pedro Lastra conquista México

Pedro Lastra recibió el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña, que reconoce a quien cuya vida y obra estén unidas a las más altas y diversas expresiones del género ensayístico en la lengua castellana.

Vivian Lavín

  Martes 1 de diciembre 2015 12:03 hrs. 
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Cuando ya los más altos académicos de la lengua castellana habían abandonado el Museo Nacional de Bellas Artes de México, después de haber premiado al chileno Pedro Lastra, se sintió un fuerte temblor en la capital mexicana. Un movimiento telúrico que alcanzó los 5,8 grados Richter y que estos señores de la lengua castellana no sintieron porque ya se habían sumergido en el tráfico y en el movimiento de la zona céntrica más densamente poblad del planeta, en el zócalo de Ciudad de México. El temblor recordó de inmediato lo que sucedió hace apenas cinco años, cuando en febrero de 2010, se debió suspender el V Congreso Internacional de la Lengua Española que inauguraba entonces la Presidenta Bachelet y el Rey Juan Carlos de España, un acto oficial que nunca se realizó y que dejó la marca de los movimientos de la tierra con las reuniones de los académicos. El lunes, sin embargo, fue diferente, fue un breve temblor para los que estamos acostumbrados a sentir a la Tierra saludarnos de manera permanente, y quizás fue algo así, una manera de hacerse presente después de la premiación a una de las más destacadas figuras de las letras en Chile: Pedro Lastra, que recibía el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña que entrega por segunda vez la Academia Mexicana de la Lengua. Un premio que reconoce a quien cuya vida y obra estén unidas a las más altas y diversas expresiones del género ensayístico en la lengua castellana y que tiene como figura central Pedro Henríquez Ureña, al filólogo, crítico, escritor, pero sobre todo, al intelectual dominicano comprometido con su tiempo y cuya obra está fuertemente impregnada por la presencia de Eugenio María de Hostos, el luchador por la independencia de Puerto Rico y enorme reformador de la enseñanza de su país. Así es cómo en una atmósfera de figuras tutelares de la intelectualidad americana y en uno de los edificios más hermosos de la capital mexicana, como es el Palacio de las Bellas Artes, los más altos académicos de la lengua de nuestro continente, los 22 presidentes de sus respectivas corporaciones, esta vez reunidos en el XV Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española celebraban a Pedro Lastra y lo ungían como uno de los grandes.

El Elogio a Pedro Lastra, como se denomina al discurso de premiación, lo realizó el dueño de casa, el Presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida, quien puntualizó que este premio reconocía la obra ensayística del chileno, que es menos conocida que la ya celebrada obra poética del chileno y citando a Pedro Henríquez Ureña, subrayaba el hecho de saber y hacer bien las cosas. En su discurso de agradecimiento, el chileno Pedro Lastra, y con su habitual modestia, que no tiene nada de falsa, respondía que es un hombre de pocos saberes, pero que lo que sabe lo sabe hacer bien.

La premiación a Pedro Lastra se realizó en la el marco de la inauguración de esta cita de la lengua castellana, en la que se revisa el estado del arte y se defiende, como ha venido a ser la tónica desde hace unos años, la diversidad y riqueza de nuestra lengua, su vigencia y salud en tiempos de chats y mensajes electrónicos, como también el desafío que significa seguir ampliándola a los más de 600 millones de hombres y mujeres que hoy la hablan. En este sentido, las palabras de Labastida recordaron que nuestra lengua no es una heredera de la época colonial, sino que surgió como un fruto de los procesos de independencia y de lo que fue bullendo al interior de las nacientes repúblicas hasta convertirla en “el patrimonio intangible de los pueblos”.

La cita de las academias es un congreso de carácter privado en la que solo hay tres sesiones públicas. Una de ellas es la entrega del Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña que recayó en el académico chileno Pedro Lastra; otra en que se dio a conocer esta obra de carácter técnico llamado Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América y finalmente, el miércoles 25, cuando en el Colegio de México, al mediodía, se presente oficialmente la edición conmemorativa 2015 de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.

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