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Nuevo director del MHN: “Nuestro presupuesto es deficiente”

El antropólogo Pablo Andrade Blanco habla de la renovación que tendrá el edificio ubicado en Plaza de Armas y de sus desafíos a la cabeza de la entidad: "Un desafío importante es llegar a regiones", dice.

Abril Becerra M.

  Martes 8 de diciembre 2015 10:35 hrs. 
Pablo Andrade 1

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Casi 12 meses han pasado desde que Diego Matte -actual director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile- dejó su cargo como director del Museo Histórico Nacional (MNH). Su salida fue controversial y desde entonces su oficina estuvo vacía, de manera que la dirección fue asumida de forma provisoria por Isabel Alvarado.

Eso, hasta que hace dos semanas el rumbo del Museo cambió con el nombramiento como como director del antropólogo y ex coordinador del Sistema de Bibliotecas Públicas, Pablo Andrade Blanco.

Pese a que aún no se instala formalmente en las dependencias del Museo, Andrade dice sentirse “entusiasmado” con el proyecto, sobre todo cuando el organismo está en pleno proceso de renovación de su guión.

“La museología y la museografía se hicieron en los años ’80 y, por lo tanto, tienen el sesgo propio de los ’80. Esto no implica que sea una propuesta buena o mala, pero ya han pasado varios años”, recalca el antropólogo desde una sala en el Museo.

¿Por qué decidió postular al cargo?

Creo que fueron varias cosas juntas. Por un lado, yo hice un doctorado en patrimonio y he trabajado el tema desde la perspectiva docente y académica. Nunca lo había hecho en la práctica y eso me entusiasmó mucho. Además, yo sabía que el Museo tenía que hacer un cambio de guión y eso me interesó más. Me pareció muy atractiva la idea de poner en práctica lo patrimonial fuera de lo académico, estar donde las papas queman.

¿Cuál será el sello de su administración?

Mi trabajo tiene mucho que ver con los estudios culturales. Desde esa perspectiva, hay una gama que no es de museología y que va a tener otros matices producto de mi formación en patrimonio, arquitectura y medio ambiente, entonces hay una perspectiva territorial.  Yo creo que ese tipo de cosas se van a ir integrando a todas las perspectivas que tiene cada uno de los integrantes del Museo.

Uno viene con un montón de anhelos que también se van ajustando en la medida que uno va conociendo la realidad del Museo, porque uno ve una parte muy superficial que es la muestra, pero el Museo es mucho más complejo. Ahora estoy como empapándome del quehacer del Museo para ir aportando en distintos ámbitos. Yo he trabajado mucho con proyectos de tecnología, entonces también ahí hay algo que se va a ir abriendo. Es como mejorar lo que hay, proyectarlo y ajustar ciertos elementos que podrían estar más entorpecidos.

¿Cuáles son las principales deficiencias que ve en el Museo Histórico Nacional?

Yo no me atrevería a decir que existen deficiencias, porque tengo la percepción que la museología y museografía responde a un tiempo en particular, pero hay temas que van desde el presupuesto a la gestión. Un desafío importante es descentralizar el Museo, llegar a regiones. Sería muy interesante ver cómo podemos hacernos presentes en distintas localidades, es decir, ver si lo hacemos a través de muestras temporales o de procesos de gestión. La idea es que las regiones se sientan presentes en esta institución que es nacional.

Pablo Andrade 2

¿Cuál es la discusión que se está produciendo respecto del nuevo guión del Museo?

El guión debe abordar los grandes debates de hoy que son, por ejemplo, las mujeres, los indígenas y la infancia. Además, hay otras aristas que tienen que ver con conflictos y con distintas formas de entender lo que somos o de lo que creemos ser. El objetivo es que el Museo te permita generar preguntas, hoy sólo responde cosas. Es cronológico, es como un libro escolar, pero lo que queremos es que gatille preguntas y que permita profundizar esa información por distintas vías.

Porque primero, y es parte de la discusión, ¿cómo contribuye el MHN a la sociedad chilena hoy? ¿Dónde está su foco? Esto parte de lo que tenemos que resolver con los guiones. No es sólo generar una muestra. Hay un sentido social y cultural.

¿Cuál es su opinión respecto de la salida de Diego Matte?

Yo tengo una visión bien parcial, porque yo no trabajaba en el Museo. Me enteré a través de la prensa, por lo tanto, no presté mucha atención a la discusión. Pero me parece que hay dos cosas que Diego Matte consiguió: una es la visibilización que tuvo el Museo, ahí hubo un trabajo comunicacional bien interesante; y dos, abrió la reflexión, porque hoy estamos discutiendo lo que él comenzó.

¿Qué sucede con las obras que debían iniciarse durante 2015 para la ampliación del Museo?

Desconozco históricamente si la ampliación debía comenzar este año. Lo que entiendo es que el proceso ha continuado desde que se aprobó el proyecto. Este contempla básicamente un depósito, un laboratorio y un auditorio. O sea, se amplía todo el edificio. Ahora lo que estamos haciendo es llevar las colecciones a un depósito nuevo. Esta búsqueda de un edificio que estuviese cerca fue bastante lento, pero la entrega del edificio es ahora durante la quincena de diciembre y a partir de la entrega comienza el traslado de todas las colecciones.

Hay que pensar que entre medio hubo catástrofes, lo que implicó que los presupuestos que estaban destinados a esta remodelación se movieran, entonces no era el momento. Hubo que invertir, por lo tanto me toca tomar este tema para ir cerrando durante 2017.

¿Cuál es su opinión respecto del presupuesto que tiene el Museo?

El presupuesto que tiene el MHN es el mismo que se viene dando de hace años. No es que sea deficiente, probablemente como funciona hoy está bien, sin embargo, uno debe plantearse cuál es el óptimo del funcionamiento del Museo. Ese es mi punto.

Hay un tema de recursos humanos, hay un especialista para tres colecciones y cuando hablamos en descentralizar el Museo, eso implica otros recursos. Entonces uno dice: con lo que tenemos, estamos funcionando bien. Sin embargo, hay un apetito en el equipo y una necesidad de país y eso va a exigir mayores recursos. Desde esa perspectiva yo digo que el presupuesto es deficiente. Con lo que tenemos hoy va a ser muy limitado lo que podamos hacer.

Se ha dicho que una de las demandas de los trabajadores del Museo es precisamente la falta de personal, ¿cuál es la información que usted posee al respecto?

Sí. Por ejemplo, tenemos un encargado para tres colecciones, cuando debería haber uno por colección. Antes era peor, o sea, ha ido mejorando, pero todavía no tenemos un óptimo de funcionamiento. El área de comunicación y de mediación también deberían fortalecerse. Hoy hay profesores, pero podríamos tener más mediadores para trabajar con más público.

¿Cómo una institución como el Museo Histórico Nacional se acerca a la gente?

Suele suceder en los museos que sus cambios de guión no son frecuentes, pasan varios años y no varían mucho. Y claro, hoy hay una coyuntura puntual en este Museo. Hay que generar un nuevo edificio, hay que cerrarlo y eso, además, te permite repensar su quehacer y discutir cómo vamos a acercarnos a la gente.

Ese es un vínculo que tenemos que hacer nosotros. Podemos plantear, por ejemplo, cómo la historia personal está en alguna línea temática del Museo. Esa es la discusión, porque probablemente una persona no conoce el Museo, pero sí conoce su historia familiar, territorial, del barrio… ¿Eso está de alguna manera presente aquí? Eso es algo que tenemos que ver y solucionar.

Respecto de la creación de audiencias y las políticas culturales del país, ¿cómo cree que se han llevado estos temas?

Mi percepción es que el mundo de la cultura en Chile está bien en pañales todavía. Hay cosas, pero creo que son un poco desordenadas, no están bien articuladas, se puede mejorar mucho más. Sin ir más lejos, este Museo, que está en el centro de Santiago, ¿cómo se articula con el resto de los edificios culturales o patrimoniales de Santiago? Eso es algo que debe plantearse.

¿Cuál será una de sus primeras decisiones a cargo de la dirección?  

No me quiero comprometer, pero lo primero que hay que hacer es una planificación conjunta para que los funcionarios del Museo sean partícipes de lo que estamos haciendo. Esa reunión de planificación será interesante.

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