Los problemas a nivel interno de la Democracia Cristiana, tuvieron esta semana nuevos momentos álgidos. Primero, en el consejo nacional del lunes pasado, el presidente del partido, el senador Jorge Pizarro, sostuvo una fuerte discusión –con gritos e insultos incluidos- con el vicepresidente de la CUT, y militante de la DC, Nolberto Díaz, por la postura que senadores de la Falange -con la excepción de Carolina Goic y Pedro Araya-, entre quienes está el mismo Pizarro, han tenido frente a la tramitación de la Reforma Laboral.
Desde hace algunas semanas, la CUT ha criticado duramente a este grupo de senadores, entre quienes se encuentran, aparte de Pizarro, Andrés Zaldívar, Ignacio y Patricio Walker, y Manuel Antonio Matta -quienes forman parte de la llamada bancada pro pyme- por querer introducir indicaciones a la iniciativa, que apuntan a permitir el reemplazo en huelga y a elevar el quorum de trabajadores para formar un sindicato en estas empresas, lo que es rechazado de plano desde la multisindical.
A este escenario se sumó el comunicado emitido por la Vanguardia Popular de la DC, encabezada por el ex senador Ricardo Hormazábal y el abogado Jaime Hales, quienes denuncian que al interior del partido “no hay control ético ni tampoco disciplinario, pues las máquinas de poder se han repartido los cargos en los tribunales internos para proteger a los suyos”, por lo que “la actual directiva nacional debe facilitar la salida de su cargo del actual presidente Jorge Pizarro”.
Quien también se manifestó en similares términos, fue el ex presidente de la DC, senador Ignacio Walker, quien señaló que “nos duele que el presidente de la DC sea el político con más rechazo. Él tendrá que sacar sus propias conclusiones”, sumándose a los emplazamientos que desde hace varias semanas militantes del partido le han hecho al senador Pizarro, quien se ha visto involucrado, a través de sus hijos, en el caso SQM, y además fue objeto de duros cuestionamientos por su viaje al mundial de rugby en Inglaterra, a pocas horas de que un terremoto sacudiera a Coquimbo, la circunscripción que representa.
Jaime Hales, uno de los integrantes de la Vanguardia Popular, señaló que “es evidente el daño” que Pizarro le hace a la imagen pública del partido, con “las actitudes, las conductas, y yo diría además los silencios” del presidente de la DC frente a algunos temas, y que “él debiera saber el daño que produce” al partido, por lo que debiera retirarse y dejar su cargo.
“Que la directiva que fue elegida, en un proceso electoral relativamente normal, pueda continuar, pero sin él. De tal manera que esta directiva se abran para no seguir en este esquema tan individualista como el que plantea Pizarro, y se pueda recuperar el carácter más colectivo de la conducción democratacristiana, se puedan abrir espacios para que otras personas entreguen su aporte en la línea del partido, esa es la idea”.
En este sentido, el diputado de la DC Pablo Lorenzini, si bien enfatizó en que la elección de Pizarro como presidente del partido fue “democrática y mayoritaria”, señaló que la situación actual del líder de la colectividad “es complicada”, y que se está generando “un ambiente no razonable”, el que debería ser analizado “en su conciencia” por quien comanda el partido, señaló el diputado por el Maule.
“Es razonable, ha pasado en otros partidos, también, en que la figura máxima o alguien de la directiva o un parlamentario del partido que tenga algún problema, la gente dice “ese es de la Democracia Cristiana”, involucran de inmediato al movimiento que está detrás, pero al final la decisión la tiene que tomar el mismo Pizarro. Creo que ahí falta de parte de él hacer un ejercicio en lo personal, claro que tiene un costo. Es evidente que hay un daño al partido, a su imagen, tiran tallas. Eso es real”.
Por su parte el diputado de la Falange Fuad Chahín, y quien renunciara a la vicepresidencia del partido por diferencias con Jorge Pizarro ya que “pronosticó que esto iba a pasar”, en relación con las críticas que se emiten en contra del presidente de la DC, fustigó que Ignacio Walker plantee ahora que el líder de la DC deba dar un paso al costado, cuando él “fue uno de los principales respaldos que tuvo Jorge Pizarro para mantenerse, en ese momento, en la presidencia del partido”.
“De hecho Ignacio Walker fue una de las personas que criticó el gesto de renunciar a la primera vicepresidencia para dar una señal de que no compartía el que Jorge Pizarro asumiera la presidencia del partido, no por hacerle un reproche penal o ético, sino porque entendí que eso iba a afectar la imagen del partido, su liderazgo y que iba a perjudicar a la DC. Entonces, me suena un poquito oportunista que hoy día Ignacio Walker, después de que ocurre lo que era bastante predecible que ocurriera, empiece a hacer emplazamientos un poco indirectos a Jorge Pizarro. En política o se toman las decisiones a tiempo o después mejor no andar de opinólogo”.
EL presidente del partido, Jorge Pizarro, señaló en entrevista con La Tercera, respondió a alguna de estas críticas asegurando que en su región “trabaja muy tranquilo”, y que no sólo él ha mostrado niveles altos de rechazo a su gestión, sino que muchos otros como los hermanos Ignacio y Patricio Walker, y descartó dejar su cargo.
“Lo que a uno le duele son las opiniones internas del partido que se hacen públicas. La importancia política de la encuesta no es si tengo más o menos rechazo. Lo importante es hacer seguimiento de los temas ciudadanos (…) Yo estoy ejerciendo el mandato que me dieron las bases, con un equipo que busca generar unidad interna.
Reforma Laboral: la piedra en el zapato de la DC
“No ha sido un punto de conflicto al interior de la Democracia Cristiana, ha sido un punto de conflicto entre un grupo de senadores, y el resto del partido”. Con esta palabras, Jaime Hales resume el que, a su juicio, es la controversia actual que existe en la colectividad sobre la Reforma Laboral, en la cual los senadores liderados por Jorge Pizarro e Ignacio Walker, agrupados en la llamada bancada pro pyme, han presentado indicaciones al proyecto que van en contra de los propuesto por el partido en instancias doctrinarias.
“Seamos claros porque la ministra del Trabajo (Ximena Rincón), que es democratacristiana, no tiene ningún conflicto con lo que el partido, oficialmente, ha acordado. El partido, oficialmente, en su congreso de 2007, y en una serie de otras instancias posteriores, ha tomado acuerdos y decisiones, y estos senadores están pasándose esos acuerdos por cualquier parte sin importancia. Hay un acuerdo del departamento sindical, hay un acuerdo del consejo del partido, hay un acuerdo de la junta nacional, hay un acuerdo del congreso del partido, y estos senadores hacen lo que se les antoja, y eso no puede ser”, agregó Hales.
A esto se suma las ya conocidas diferencias que por este tema se han dado entre el presidente de la DC y las organizaciones sindicales del partido, quienes han cuestionado duramente el comportamiento de los senadores de la Bancada pro pyme en la tramitación
En ese mismo tenor se pronunció el presidente de la Juventud de la DC, Diego Calderón, quien señaló que “nosotros hemos cuestionado duramente a los senadores, incluyendo al presidente del partido, que han presentado indicaciones que atenúan la lógica o el espíritu del proyecto, y eso es algo que nosotros vamos a tener que resolver en el partido porque consideramos que nos afecta gravemente frente a la opinión pública”.
Fuad Chahín se mostró contrario “a hacer ese tipo de imputaciones a los senadores” de la bancada pro pyme, y consideró legítimas las diferencias que han surgido durante la tramitación del proyecto, no obstante hizo énfasis en la necesidad de haber realizado una junta nacional en el partido con anterioridad para haber definido estos temas, y así evitar el escenario actual”.
“Lo importante es que los partidos tomen definiciones, no sólo generales sino también particulares en las instancias que establece la institucionalidad partidaria, y por eso yo he sido partidario de una junta nacional que debió realizarse hace bastante tiempo, que debió resolver los temas no sólo políticos sino que también aquellos proyectos de ley más sensibles para la DC y fijar una posición, porque de lo contrario, evidentemente que cada uno se siente con el derecho a actuar con la libre, y eso no es propio de un partido político”.
El diputado Pablo Lorenzini indicó que es parte del juego democrático que los senadores puedan votar distinto a como lo hicieron los miembros de la Cámara, como en el caso de la Reforma Laboral, no obstante reafirmó el compromiso que él y sus pares tienen con el proyecto original, por lo que si la iniciativa es alterada de manera sustancial por los senadores, ellos rechazarán los cambios y se tendrá que analizar en comisión mixta.
En marzo próximo se realizará la junta nacional de la Democracia Cristiana, momento en el cual muchos de los detractores de la conducción de Jorge Pizarro esperan plantear sus puntos de vista, así como los cuestionamientos a los senadores que han pretendido alterar la Reforma Laboral en sus nudos críticos como son la prohibición del reemplazo en huelga y la titularidad sindical.