A pocos días que termine 2015, actores sociales y analistas políticos abordaron algunas de las reformas que el Gobierno ha dejado en el tintero, a pesar de que algunas tenían fecha de inicio de su proceso legislativo este año, como es el caso de la Reforma a las Isapres, o la previsional.

En este sentido, Ricardo Hormazábal, presidente de la agrupación Acusa AFP, se mostró pesimista frente a la posibilidad de que la administración de la Nueva Mayoría pueda realizar las transformaciones necesarias al sistema: “La situación de la previsión en Chile tiene muy pocas posibilidades de cambiar en este Gobierno, no porque el problema no sea acuciante, al contrario, creo que cada vez se demuestra la importancia que tiene”, aseguró el ex senador de la DC.

De hecho para Hormazábal el reciente paro de los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil, “fue una demostración de la desesperación que se está produciendo en sectores de trabajadores medios que se dan cuenta que de remuneraciones de un millón y medio o cercanas, van a terminar con pensiones de 300 mil pesos mensuales”.

El ex presidente de la Falange sostuvo que una de las dificultades para que el Gobierno pueda acometer una reforma de este tipo es que ha quedado marcado por los errores y desórdenes verificados en reformas anteriores como la Tributaria o la Educacional, y en las cuales quedaron en evidencia las presiones realizadas por los grandes grupos económicos e incluso de personeros de la Nueva Mayoría.

“Creo que los errores políticos cometidos en el diseño de la Presidenta los dos primeros años, le generaron esta baja espectacular en las encuestas y le dieron fuerza a los elementos neoliberales y a los lobistas para crear un cerco muy sólido que impida los cambios. Lo que hay que hacer es una presión lícita, una petición fundada para que la Presidenta se dé cuenta de que si ella, realmente, enfrenta estas dificultades va a retomar el apoyo ciudadano”.

Matías Goyenechea, director de la fundación Creando Salud, señaló que se ha verificado un “retraso sistemático” en relación con una reforma a las Isapres, y recordó que existe un fallo que data de 2010 del Tribunal Constitucional que impide que las prestadoras de salud privadas discriminen por edad y sexo a los afiliados, el cual no ha sido adoptado e internalizado por el sistema.

Goyenechea coincidió con Ricardo Hormazábal en el sentido que uno de los principales problemas del Gobierno para abordar un cambio estructural en el sistema de salud privada, así como en la pública, son las presiones que ejercen los dueños de estas empresas, “que el Gobierno no ha sabido sintetizar”, lo que se suma a los problemas generados por las reformas Tributaria y Educacional: “Lo que se está tratando de hacer hoy en día, es poner el freno para evitar otro frente de conflicto a un gobierno que ya tiene muchos problemas”.

Si bien, para Matías Goyenechea es  preferible que el Gobierno se tome más tiempo para enviar un proyecto que efectivamente transforme el sistema de salud en nuestro país, también manifiesta su preocupación frente a la posibilidad de que, finalmente, el Ejecutivo sólo envíe, por ejemplo, una ley corta para frenar el alza de precios de los planes, pero que deje intacto el sistema.

“Hay que tener cuidado porque cuando se envían este tipo de proyectos, en el fondo, el Gobierno no puede representar hoy día solamente los intereses de las isapres, sino que es necesario que realmente se avance en un sistema que sea solidario, que termine con la discriminación que, en el fondo, es una discriminación por su tú te enfermas o no. Es bastante brutal eso”.

Carlos Huneeus, doctor en ciencia política y académico de la Universidad de Chile, sostuvo que como el Gobierno “ha hecho tantas reformas y se han hecho tan mal agregar una nueva reforma, nuestro sistema político y nuestra clase política no lo permite”, no obstante valoró los avances que se han expresado, sobre todo en el tema de educación superior, lo que, a juicio de Huneeus, es el fruto de las movilizaciones estudiantiles desde 2011.

Para el profesor de la Universidad de Chile el sistema previsional basado en las AFP es “un edificio con daño estructural y que está sobre cimientos de arena”, por lo que ninguna reforma podría apuntalarlo, por lo que es necesario hacer cambios radicales, pero debido a los poderosos intereses de privados que están en juego, no ve posible que este gobierno pueda llevar a cabo ese cambio.

Y al igual que Hormazábal y Goyenechea, Carlos Huneeus hizo énfasis en el tratamiento de reformas estructurales como la Tributaria, y los problemas que tuvo el Gobierno para sacarlas adelante, que harían poco probable que la Nueva Mayoría quiera iniciar un nuevo proceso de transformaciones que toquen intereses y privilegios de los grandes grupos económicos de Chile.

“El ruido y el daño producido por la Reforma Tributaria, por la poca prolijidad con que fue diseñada y la forma en la que fue finalmente resuelta, no hay espacio para una segunda reforma que afecte intereses tan poderosos como es el sistema privado de pensiones”.

Finalmente, Ricardo Hormazábal destacó que los intereses en juego en una eventual reforma a las salud y al sistema previsional, aparte de ser poderosos, son transversales al escenario político chileno, y citó el caso de Hugo Lavados, militante de la DC y presidente de AFP Cuprum, o el de Osvaldo Puccio quien es miembro del directorio de AFP Provida, y al mismo tiempo preside la Fundación Salvador Allende.