La tramitación de la Reforma Laboral sigue generando malestar al interior del mundo sindical que ha comenzado a movilizarse para visibilizar los perjuicios, que aseguran, traerá la nueva norma.
Ese es el caso de la ocupación pacífica, que efectuaron este jueves diversas organizaciones sindicales del sector público y privado, de la sede Santiago de la Organización Internacional del Trabajo y que terminó sin registrarse incidentes.
La acción llevada a cabo por organizaciones como la Asociación Intersindical de Trabajadores AIT, Trabajadores por una Reforma Laboral, Movimiento Cabreados del sector público, Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SINTEC) y la Unión de Trabajadores y Estudiantes Clasistas tenía como fin visibilizar la molestia del sector ante esta Reforma.
A juicio de los trabajadores, la iniciativa busca fortalecer el plan laboral impuesto durante la dictadura y agregan que “la dirección de la CUT se ha subordinado a los planes del Gobierno actual”.
Jimena Ibarra, vocera de los trabajadores, explicó que el fundamentos de la movilización era hacer “un llamado internacional respecto de lo que está ocurriendo en Chile porque las organizaciones sindicales de este país están cooptadas por el Gobierno y por tanto están llamando a aprobar una reforma que es un retroceso para los trabajadores”.
Los manifestantes advirtieron que continuarán con las movilizaciones “para que todo el mundo se dé cuenta de lo mal que esta Reforma Laboral hará al país”.
Por su parte, la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) expresó su descontento con el manejo que ha tenido el Gobierno respecto de la tramitación del proyecto, sobre todo por el poco dialogo que ha tenido con las organizaciones sindicales.
A juicio de su presidente, Oscar Olivos, La Moneda está a tiempo de enmendar este error: “Es importante que el Gobierno sea capaz de llamar a una mesa tripartita con todas las centrales sindicales y elaborar un mecanismo que nos permita desarrollar una modificación al código laboral que sea provechosa para todos”.
El dirigente agregó que “a un año de su ingreso a la Cámara, nos encontramos que terminado el Año Legislativo, las Reformas no concluyeron su tramitación con el peligro real de que día que pase más la van a debilitar y a fortalecer la amenaza del Tribunal Constitucional”.
Respecto del llamado a paro nacional convocado por la CUT para el próximo 22 de marzo, desde la CAT afirman que “agradecemos la invitación realizada por la CUT, con lo que reconocen que solos no podrán defender con éxito los Derechos de los Trabajadores y la Autonomía Sindical, por lo tanto, se debe iniciar un proceso de Unidad Sindical que culmine con un Paro del conjunto de los Trabajadores y no sólo reducirla a una invitación para una actividad que he organizado”.
La tramitación de la Reforma Laboral sigue generando malestar al interior del mundo sindical que ha comenzado a movilizarse para visibilizar los perjuicios, que aseguran, traerá la nueva norma.
Ese es el caso de la ocupación pacífica, que efectuaron este jueves diversas organizaciones sindicales del sector público y privado, de la sede Santiago de la Organización Internacional del Trabajo y que terminó sin registrarse incidentes.
La acción llevada a cabo por organizaciones como la Asociación Intersindical de Trabajadores AIT, Trabajadores por una Reforma Laboral, Movimiento Cabreados del sector público, Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SINTEC) y la Unión de Trabajadores y Estudiantes Clasistas tenía como fin visibilizar la molestia del sector ante esta Reforma.
A juicio de los trabajadores, la iniciativa busca fortalecer el plan laboral impuesto durante la dictadura y agregan que “la dirección de la CUT se ha subordinado a los planes del Gobierno actual”.
Jimena Ibarra, vocera de los trabajadores, explicó que el fundamentos de la movilización era hacer “un llamado internacional respecto de lo que está ocurriendo en Chile porque las organizaciones sindicales de este país están cooptadas por el Gobierno y por tanto están llamando a aprobar una reforma que es un retroceso para los trabajadores”.
Los manifestantes advirtieron que continuarán con las movilizaciones “para que todo el mundo se dé cuenta de lo mal que esta Reforma Laboral hará al país”.
Por su parte, la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) expresó su descontento con el manejo que ha tenido el Gobierno respecto de la tramitación del proyecto, sobre todo por el poco dialogo que ha tenido con las organizaciones sindicales.
A juicio de su presidente, Oscar Olivos, La Moneda está a tiempo de enmendar este error: “Es importante que el Gobierno sea capaz de llamar a una mesa tripartita con todas las centrales sindicales y elaborar un mecanismo que nos permita desarrollar una modificación al código laboral que sea provechosa para todos”.
El dirigente agregó que “a un año de su ingreso a la Cámara, nos encontramos que terminado el Año Legislativo, las Reformas no concluyeron su tramitación con el peligro real de que día que pase más la van a debilitar y a fortalecer la amenaza del Tribunal Constitucional”.
Respecto del llamado a paro nacional convocado por la CUT para el próximo 22 de marzo, desde la CAT afirman que “agradecemos la invitación realizada por la CUT, con lo que reconocen que solos no podrán defender con éxito los Derechos de los Trabajadores y la Autonomía Sindical, por lo tanto, se debe iniciar un proceso de Unidad Sindical que culmine con un Paro del conjunto de los Trabajadores y no sólo reducirla a una invitación para una actividad que he organizado”.
La tramitación de la Reforma Laboral sigue generando malestar al interior del mundo sindical que ha comenzado a movilizarse para visibilizar los perjuicios, que aseguran, traerá la nueva norma.
Ese es el caso de la ocupación pacífica, que efectuaron este jueves diversas organizaciones sindicales del sector público y privado, de la sede Santiago de la Organización Internacional del Trabajo y que terminó sin registrarse incidentes.
La acción llevada a cabo por organizaciones como la Asociación Intersindical de Trabajadores AIT, Trabajadores por una Reforma Laboral, Movimiento Cabreados del sector público, Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SINTEC) y la Unión de Trabajadores y Estudiantes Clasistas tenía como fin visibilizar la molestia del sector ante esta Reforma.
A juicio de los trabajadores, la iniciativa busca fortalecer el plan laboral impuesto durante la dictadura y agregan que “la dirección de la CUT se ha subordinado a los planes del Gobierno actual”.
Jimena Ibarra, vocera de los trabajadores, explicó que el fundamentos de la movilización era hacer “un llamado internacional respecto de lo que está ocurriendo en Chile porque las organizaciones sindicales de este país están cooptadas por el Gobierno y por tanto están llamando a aprobar una reforma que es un retroceso para los trabajadores”.
Los manifestantes advirtieron que continuarán con las movilizaciones “para que todo el mundo se dé cuenta de lo mal que esta Reforma Laboral hará al país”.
Por su parte, la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) expresó su descontento con el manejo que ha tenido el Gobierno respecto de la tramitación del proyecto, sobre todo por el poco dialogo que ha tenido con las organizaciones sindicales.
A juicio de su presidente, Oscar Olivos, La Moneda está a tiempo de enmendar este error: “Es importante que el Gobierno sea capaz de llamar a una mesa tripartita con todas las centrales sindicales y elaborar un mecanismo que nos permita desarrollar una modificación al código laboral que sea provechosa para todos”.
El dirigente agregó que “a un año de su ingreso a la Cámara, nos encontramos que terminado el Año Legislativo, las Reformas no concluyeron su tramitación con el peligro real de que día que pase más la van a debilitar y a fortalecer la amenaza del Tribunal Constitucional”.
Respecto del llamado a paro nacional convocado por la CUT para el próximo 22 de marzo, desde la CAT afirman que “agradecemos la invitación realizada por la CUT, con lo que reconocen que solos no podrán defender con éxito los Derechos de los Trabajadores y la Autonomía Sindical, por lo tanto, se debe iniciar un proceso de Unidad Sindical que culmine con un Paro del conjunto de los Trabajadores y no sólo reducirla a una invitación para una actividad que he organizado”.
