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Ondas gravitacionales: “Abren una nueva ventana de observación del Universo”

El científico chileno Gonzalo Palma explica cuál es la importancia del descubrimiento anunciado en Estados Unidos. "Vamos a observar cosas que nunca imaginamos que podían estar ahí", dice.

Rodrigo Alarcón

  Jueves 11 de febrero 2016 19:01 hrs. 
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“¡Hemos detectado ondas gravitacionales, lo hemos logrado!”. De esta manera anunció David H. Reitze, director ejecutivo del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés), el descubrimiento difundido este jueves.

La señal fue detectada el pasado 14 de septiembre por los especialistas del observatorio, que posee dos detectores idénticos, separados por tres mil kilómetros, en los estados de Louisiana y Washington.

LIGO fue propuesto en 1980 y construido por los institutos tecnológicos de California (Caltech) y Massachusetts (MIT). Cuenta con la colaboración de un millar de científicos, provenientes de 15 países diferentes, y se dice que es el instrumento óptico más preciso del mundo. Cada uno de los detectores tiene dos haces de luz láser de cuatro kilómetros, cuya longitud es modificada por las ondas gravitacionales, que llegan a la Tierra como minúsculas ondulaciones.

El hecho confirma la última predicción que hizo Albert Einstein hace exactamente cien años. Según su Teoría de la Relatividad, hay objetos que transforman parte de su masa en energía y la desprenden en forma de ondas que deforman el espacio y el tiempo. El científico, no obstante, consideraba que éstas serían imposibles de percibir desde la Tierra.

“Las ondas que se reportaron fueron generadas en un evento astronómico que consistió en la colisión de dos agujeros negros. Durante esta colisión, los agujeros negros rotaron en conjunto un poquito y esa rotación generó estos pulsos de ondas gravitacionales” explica Gonzalo Palma, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile”.

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El observatorio LIGO de Hanford, Washington.

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Observatorio LIGO de Livingston, Louisiana.

Lo impresionante es que los agujeros negros, con una masa entre 26 y 36 veces mayor al Sol, se fusionaron hace 1.300 millones de años: “Es decir, esto ocurrió hace mucho tiempo, en un lugar muy distante del espacio, y se observó recién el año pasado”, dice el especialista.

¿Por qué se dice que esto confirma lo que predijo Einstein?

Einstein es el padre de la Teoría de la Relatividad General, que describe todos los fenómenos que tienen que ver con la fuerza de gravedad. Einstein produjo esta teoría hace más de cien años y luego se dedicó a ver qué predecía la teoría. Desde un principio, esta era una de las predicciones clave: que así como el campo electromagnético describe la propagación de la luz, que son ondas electromagnéticas, acá hay un análogo a eso y hay algo parecido a la luz, pero son ondas gravitacionales que se pueden desplazar debido a que existe un campo gravitacional.

¿No es algo nuevo entonces?

No es algo nuevo en el sentido de que era algo que se esperaba hace cien años. No va a cambiar nuestra visión de la naturaleza, sino que confirma algo. Todos confiaban que estaban ahí estas ondas, por eso se crearon estos experimentos muy costosos e impresionantes, solo para confirmar algo que todos sabían que debía estar ahí sí o sí.

¿Cuáles son las consecuencias?

Ahora viene el siguiente paso, que es construir más observatorios de ondas gravitacionales para observar estos fenómenos astrofísicos que son las colisiones de agujeros negros. Lo importante es que nos abre una nueva ventana de observación del Universo. Hasta ahora, lo observábamos solo a través de luz que nos llegaba de las estrellas. Ahora tenemos otro medio que es completamente distinto y tenemos estos nuevos experimentos que permiten ver otras cosas.

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Interior de uno de los observatorios.

Por lo general, en la ciencia, cuando tienes un nuevo medio para observar cosas, no solamente observas lo que esperas observar, sino también cosas que jamás imaginamos que iban a estar ahí, tal como ocurrió con los telescopios. Ahí es donde viene la verdadera acción, empezar a observar cosas que nunca tuvimos los medios para observar y cosas que nunca imaginamos que podían estar ahí. Se abre una nueva era en la investigación de estos temas.

¿Por qué Einstein pensaba que estas ondas no se podrían detectar?

Porque muchas de estas predicciones, al principio, parecen ridículas. Probablemente, jamás se le cruzó por la cabeza que se iban a detectar estas ondas gravitacionales, porque el efecto era muy pequeño e hizo el cálculo de qué tipo de fenómenos tenían que estar involucrados para que uno pudiera siquiera tener una pequeña señal que observar. Lo fascinante es que lo que produjo este fenómeno son agujeros negros, que también son predicciones de su teoría. Cien años atrás, nadie creía en la existencia de los agujeros negros. Recién hace un par de décadas la gente empezó a convencerse que eran fenómenos reales de la naturaleza.

Se ha dicho que hasta ahora hemos podido ver el Universo, pero que ahora lo podremos escuchar. ¿Es así?

Efectivamente, la luz era hasta ahora el medio para comprender el Universo. Es un poco escalofriante, pero todo lo que sabemos del Universo es solo a través de lo que vemos con nuestros telescopios. Básicamente, es luz que captamos y con la cual reconstruimos el Universo. Ahora tenemos, por fin, un medio adicional que nos permite indagar sobre el Universo distante y que son estas ondas gravitacionales. Una cosa bonita de esto es que la frecuencia -el ritmo con el que llegan estos pulsos hasta nosotros- es algo así como 100 hertz, que es la medida que se usa para medirla. Justamente, es una frecuencia que está en el rango audible, que escuchamos con nuestros oídos. Uno puede tomar esta observación, meterla al computador y escucharla. En realidad, es un pulso muy cortito, pero se escucha y es entretenido.

¿Con qué se puede comparar este descubrimiento?

Es un hito bien significativo para la ciencia. Viene a ratificar una teoría muy sólida, pero tenía que observarse. Es comparable con algo que ocurrió hace poco que es el descubrimiento del Bosón de Higgs, que también era una pieza que faltaba por observar y que todo el mundo tenía confianza en que iba a aparecer. No hay ninguna duda de que esto es merecedor del Nobel.

Fotos: LIGO.
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