La épica y la historia del Cabo de Hornos se exhiben en la Biblioteca Nacional

Se cumplen 400 años desde la llegada de navegantes holandeses al que es reconocido como el punto más austral de América. Una muestra con la historia del territorio y un nuevo libro conmemoran la fecha.

Se cumplen 400 años desde la llegada de navegantes holandeses al que es reconocido como el punto más austral de América. Una muestra con la historia del territorio y un nuevo libro conmemoran la fecha.

El 29 de enero de 1616, el Eendracht, un barco conducido por Jacob Le Maire y Willem Schouten, llegó hasta el Cabo de Hornos, hoy reconocido como el más austral del archipiélago de Tierra del Fuego y del continente americano. Los marinos holandeses buscaban una ruta comercial alternativa al Estrecho de Magallanes y, al alcanzar el hito, le dieron el nombre de la ciudad holandesa de Hoorn, palabra que luego fue castellanizada y derivó en su denominación actual.

No fueron, claramente, los primeros en aproximarse a esos territorios. Casi un siglo antes, en 1525, el español Francisco de Hoces había descubierto el paso al sur del Cabo de Hornos, al mando de la carabela San Lesmes. Y en 1578, el afamado Francis Drake había atravesado desde el océano Atlántico hacia el Pacífico por el sur de Tierra del Fuego, que hasta entonces se pensaba que era un nuevo continente y no una isla.

Sin embargo, la travesía de los holandeses quedó marcada en la historia “de ese trágico promontorio que apadrina el duelo constante de los dos océanos más grandes del mundo”, como escribió Francisco Coloane en Cabo de Hornos. A exactos 400 años de esa fecha, la Biblioteca Nacional inauguró la exposición Travesías, encuentros e imaginarios del Cabo de Hornos y publicó, a través de su editorial, el libro Travesía por el Cabo de Hornos, del escritor chileno Julio Carrasco y el cineasta holandés Roderik Henderson.

Mapa hecho por Antonio Moreno en 1618. Fue utilizado para el viaje de los hermanos Nodal, que verificaron el descubrimiento del Cabo de Hornos. El original se encuentra en España.

Mapa hecho por Antonio Moreno en 1618. Fue utilizado para el viaje de los hermanos Nodal, que verificaron el descubrimiento del Cabo de Hornos. El original se encuentra en España.

La muestra contempla imágenes actuales de la zona, pero sobre todo, archivos que guarda la Biblioteca Nacional, como fotografías, libros inspirados por su particular naturaleza y abundantes mapas históricos.

“Este nuevo paso daba lugar a un imaginario absolutamente nuevo y por eso que quisimos llevar esa mística que tiene el Cabo de Hornos a la exposición”, dice Ana Tironi, directora de la Biblioteca Nacional. “Por eso mostramos algo de la fauna, algo de la vida hoy y, por supuesto, también la historia de las expediciones”, añade.

Polus Antarticus, de Henricus Hondius (1637), Amsterdam. El mapa identifica el Estrecho de Le Maire, pero se pensaba que la actual Isla de los Estados estaba unida a la llamada Terra Australis.

Polus Antarticus, de Henricus Hondius (1637), Amsterdam. El mapa identifica el Estrecho de Le Maire, pero se pensaba que la actual Isla de los Estados estaba unida a la llamada Terra Australis.

Por otra parte, la exposición hace énfasis en que la llegada de los navegantes europeos no es exactamente un descubrimiento: “Es muy importante esa nueva perspectiva de que llegaron a un territorio habitado por el pueblo yagán, desde hacía cientos y miles de años atrás, lo que también fue muy impresionante. En la crónica de los europeos aparece esto de encontrarse con otros seres humanos, algo que cambia su visión del mundo. La gracia de hacer la travesía hoy también tiene algo de reconstruir ese viaje y ver cómo es habitado hoy”, señala Ana Tironi.

Travesías, encuentros e imaginarios del Cabo de Hornos permanecerá abierta hasta fines de marzo y se puede visitar de lunes a jueves, entre las 9:00 y 18:00 horas; y el viernes, entre las 9:00 y 17:00 horas.

Imágenes: Biblioteca Nacional.




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