Instalados hace días en Estados Unidos, los creadores del cortometraje Historia de un oso viven las horas previas a la ceremonia de los premios Oscar, que se realizará este domingo en el Teatro Dolby de Hollywood, Los Angeles.

La cinta, desarrollada por la productora chilena Piunkrobot, fue nominada en la categoría Mejor Corto de Animación, registrando así la segunda postulación del cine chileno al galardón, luego de NO, de Pablo Larraín.

En ella, se ve a un animal que es trasladado a un circo y separado de su familia. El director Gabriel Osorio explicó que esa historia se basa en la experiencia de su propio abuelo, exiliado luego del golpe de Estado de 1973. “No lograba entender el por qué, qué había hecho mi abuelo para que el gobierno chileno no le dejara entrar y no le dejara conocer ni estar con su familia”, dijo en una entrevista con la agencia EFE.

Respecto de la ceremonia del Oscar, el cineasta dijo que espera disfrutarla “lo más posible” y agregó que “si nos vamos con el premio de vuelta a Chile, mejor todavía”.

“De los tres mil cortos de animación que andan dando vueltas anualmente en distintos festivales internacionales, quedan sesenta, después diez y después cinco. Es increíble estar en esta posición”, valoró Gabriel Osorio.

Por otra parte, el realizador consideró que “la industria del cine viene creciendo hace años en Chile y ya está llegando a un punto de madurez. En cambio, eso no ha pasado tanto con el cine de animación. Se ha quedado en ese sentido un poco más atrás”.

En ese sentido, concluyó que “la animación en Chile está dando grandes saltos, un poco aprovechando el tiempo perdido”.