Hillary Clinton y Donald Trump favoritos para el “súper martes”

Donald Trump y Hillary Clinton pueden consagrarse, este martes, como favoritos para disputar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, si resultan vencedores en las elecciones primarias que se desarrollan, en simultáneo, en 12 Estados de la unión. Por lo mismo ambos comandos comienzan a preparar una campaña donde el tema racial será clave.

Donald Trump y Hillary Clinton pueden consagrarse, este martes, como favoritos para disputar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, si resultan vencedores en las elecciones primarias que se desarrollan, en simultáneo, en 12 Estados de la unión. Por lo mismo ambos comandos comienzan a preparar una campaña donde el tema racial será clave.

“Súper martes” así se conoce a esta jornada de elecciones en Estados Unidos, donde doce Estados y un territorio votan en simultaneo para elegir a los delegados que los representarán en las convenciones del Partido Demócrata y Republicano en julio próximo.

Nos referimos a los Estados de Alabama, Alaska, Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont, Virginia, y al territorio de las Samoa estadounidense.

Como desde el comienzo del ciclo de primarias y caucus, cada estado vota para delegados de manera proporcional a su población. El estado de Texas por ejemplo, está representado por 155 delegados republicanos y 251 delegados demócratas.

Un buen resultado en esta jornada podría consagrar el triunfo de los dos principales favoritos para disputar el sillón de la Casa Blanca, hablamos de Hillary Clinton por el lado Demócrata y del empresario Donald Trump por el partido Republicano.

Para ser consagrado candidato final, un demócrata tiene que lograr 2 mil 384 delegados de los 4 mil 130, mientras un republicano debe ganar mil 237 sobre los 2 mil 339 que existen. Hoy día, las miradas están puestas sobre los favoritos de cada partido: Clinton, quien tiene 548 delegados y Trump, quien ha logrado 82 delegados ante la sorpresa general.

Los centros de votación cierran entre las 9 y las 11 de la noche. Entre los estados que votan hoy muchos forman parte del sur de los Estados Unidos que están caracterizados por ser más históricamente republicano, y por tener una población afro-estadounidense importante que apoya más a Clinton –como en el caso de Carolina del Sur el 27 de febrero, y en Arkansas, en particular, donde Clinton era primera dama cuando su esposo era gobernador.

Por el lado republicano, Trump puede contar en los votos de los evangélicos en por lo menos 6 estados del Sur. Según el New York Times y los sondeos más recientes, Ted Cruz podría ganar el estado de Texas, del cual es senador en el Congreso en Washington. En tanto, Marco Rubio podría ser el preferido en el estado de Minnesota, en el norte del país.

En los últimos días, Trump ha continuado su estrategia de provocación, como cuando recibió el apoyo de David Duke, uno de los líderes del Ku Klux Klan, y rehusó denegarlo. También afirmó que no conocía nada de los “defensores de la supremacía de la raza blanca”. Eso después de uno año caracterizado por varios homicidios raciales de jóvenes negros por las fuerzas de policía, y unos meses después de la matanza de Charleston, donde un joven blanco mató a 9 personas en una iglesia para encender lo que llamó “una guerra racial”.

El movimiento racista del Ku Klux Klan se originó históricamente en el sur de los Estados Unidos donde tiene la base de sus seguidores.

Su contendor Marco Rubio comentó este tema en una de sus últimas apariciones en público: “Cómo una persona como él puede ser el nominado de nosotros, el partido de Lincoln, de Reagan. Cómo puede ser nominada una persona que se niega a criticar al Ku Klux Klan”.

Pese a esto Trump aparece como favorito en los sondeos con cerca de un 50 por ciento de las preferencias, pese a que en Texas, Ted Cruz aparece con una leve ventaja debido a que es senador por ese Estado.

En el lado demócrata el panorama se ha ido aclarando luego del sorpresivo triunfo en New Hampshire, del candidato Bernie Sanders, que representa a los sectores de izquierda y progresista en Estados Unidos.

Dicho triunfo sembró algo de incertidumbre en la elección, pero las victorias de Hillary Clinton en Nevada y Carolina del Sur, principalmente gracias al voto negro y latino, permitieron que recuperara el favoritismo.

Así la campaña Demócrata se proyecta a lo que será un eventual enfrentamiento con el magnate Donald Trump, así lo cree el senador de ese partido, Robert Menendez: “Están respondiendo a lo que ellos piensan que el electorado republicano quiere oír, más muros y menos enlaces, eso me indica que hay un electorado al interior del partido Republicano que quiere escuchar esas propuestas”, sentenció.





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