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Año XVI, 29 de marzo de 2024


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El urgente recado del jinete Chihuailaf

Columna de opinión por Vivian Lavín A.
Viernes 11 de marzo 2016 8:06 hrs.


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Dice Elicura Chihauilaf Nahuelpán que le agrada cabalgar entre las nubes y entre los matorrales del amanecer, respirando el aroma de las raíces, de las hojas y de las flores. Entre la tierra y el aire, dice el poeta mapuche, que su espíritu parece dividirse y que eso se lo va diciendo como un habitante más en el lenguaje de la lluvia.

Elicura puede escuchar a las piedras, objetos inanimados y menos preciados por la cultura chilena, pero que para la cosmogonía mapuche son hermanas, junto a las estrellas y a todo el reino vegetal y animal, todos habitantes de un mundo teñido de azul, bajo el manto de lo más sagrado. Elicura es el oralitor que nos abrió sus sueños y ese universo azul de su pueblo con ternura y compasión y ahora lo vemos cabalgando raudo, urgido, preocupado, abriéndose paso entre el cemento y el humo, como un enviado especial del País mapuche.

Ya en el año 1999, había publicado su Recado confidencial a los chilenos (LOM ediciones) y ha debido hacer una segunda edición porque las cosas no están bien. Ha venido hablando con los habitantes del wel mapu y ellos dicen que es el momento de pensar y actuar. Nos trae un recado urgente de parte de Rosamel Millamán, de María Teresa Panchillo, de Arauco Chihauilaf, de Alfredo Seguel, de Aylin Ludueña, del anciano Julián Weitra y de la machi María Ancamilla, entre tantas otras voces que junto a la suya hacen de este libro un relato coral emotivo y abrumador, indignante y vergonzoso también.

A la manera de la ancestral conversación mapuche, un rito donde el arte de la palabra se iniciaba con la presentación, y al que le seguía el saludo, el mensaje y la documentación, Elicura se convierte en el werken o mensajero que, de manera excepcional porque es rol del Lonko comunicar estos werkv o mensajes, nos sumerge e informa sobre el estado de las cosas.

Dice el werken Elicura que para los lonkos  “las palabras son como el sonido del Kultrun/…/pues se sujetan en el misterio de la Sabiduría/Por eso con tu lenguaje florido /conversarás con los amigos/ e irás a parlamentar con los winka…”, que no son todos los chilenos, los winkas son los ladrones y este libro busca a otro tipo de nacional: a “nuestra hermana/nuestro hermano –dice– (por) que ha despertado y empieza a alumbrar el espejo obnubilado de su identidad. Y nos parece entonces que usted puede ser el verdadero mediador, la verdadera mediadora, en el sentido de lo más profundo en su sociedad”.

No evoca Elicura ni a Caupolicán ni a un Lautaro ni a una Fresia, íconos de este pueblo guerrero, como se ha estigmatizado al mapuche. Porque ellos dicen que no lo son: “Nosotros tenemos que decir que somos un pueblo pacífico. Es así y está demostrado: nuestro pueblo nunca ha invadido otros territorios…”, como sí les ha sucedido a ellos, que siendo una población que asciende al más de un millón de personas en Chile, no tiene más de 600 mil hectáreas de superficie en las regiones del Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, una suma que está muy distante de 1 millón 200 mil hás. de la Forestal Arauco que pertenece al grupo Angelini.

Entonces el werken Chihuailaf fundamenta con documentos históricos y otros más recientes lo que denomina el Terrorismo forestal, porque violencia pura está en esta “acción irracional sobre nuestro ecosistema (que) es como un volcán adormecido que pronto puede despertar, advierte. El terrorismo capitalista es la tragedia de esta época (…). El permanente avance de las forestales, hidroeléctricas, mineras, pesqueras, nacionales y transnacionales asolando nuestro territorio es el verdadero terrorismo, pues implica la constante dominación por el terror”. Insiste: “No somos pueblos de guerreros, pero -como hijas e hijos agradecidos- nos levantaremos para defender la dignidad de nuestra Madre Tierra, una lucha que tiene que ver con la ternura”.

Elicura está molesto y su libro lo cierra de manera contundente con una Propuesta de solución para una resolución firme y duradera entre el Estado chileno y el Pueblo Mapuche, un decálogo que contempla como primer punto la creación de una Comisión de Esclarecimiento histórico mapuche. Cansados de la tergiversación histórica, el silencio cómplice de tantos historiadores y la permanente educación de las nuevas generaciones en la verdad de los vencedores, los mapuches quieren un relato histórico que también diga su verdad.

Elicura habla por la boca de su pueblo que dice que es “la poesía el lenguaje primordial (en su sentido de profundidad y no solo de versos) y todo lo contaminado con ella, es la mejor expresión del permanente diálogo entre el espíritu y el corazón”. Por eso la poesía cabalga de principio a fin en este Recado confidencial a los chilenos, el libro más político del jinete Chihuailaf.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.