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Constitución: ¿Le lloverá a Chile sobre mojado?


Lunes 16 de mayo 2016 8:31 hrs.


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Así como están las cosas en Chile, podemos constatar que dentro del propio país se viven realidades diferentes aunque no antagónicas, conviven cada cual en su burbuja divisoria; Y no lo podrían ser porque segun se nos presenta son realidades en dimensiones diferentes, pero en el mismo territorio. Aquellos que sienten predilección por las tramas de ciencia ficción, muchas veces juegan con la idea cuántica de que hay mundos y dimensiones paralelos al nuestro.

Esta idea nace cuando se lee medios y prensa alternativa, en comparación con los medios del duopolio. Ahí la realidad real nos hace una engañifla, pues la idea es confundir y desinformar. La realidad vs la realidad virtual, al manejar este concepto se maneja parte del acceso al poder conjuntamente con el dinero y la política.

En la realidad se habla en las redes sociales alternativas, en los medios del duopolio se nos presenta una realidad virtual, la cual se traspasa a los poderes del estado, y el actual gobierno de la Presidenta Bachelet. Entonces el duopolio de los medios presenta su versión, la realidad virtual.

De esto toma nota el ministro del interior, y manda a la FF.EE a reprimir, y lo lamentable es que los golpes y gases lagrímogenos son reales, aunque su versión del país es virtual, la del mercurio, las presiones del Chile Vamos.

Se produce un efecto paralogizante en la opinión publica, la gente, la mayoría silenciosa se encierra en sí mismo, y nada acontece, entretanto el 0,1% sigue disfrutando del modelo de la desregulación, y su constitución.

Los escándalos irán sucediéndose y nada acontecerá, pues parte de la justicia que se ha hecho en este país la han hecho militares corruptos. Estos, se está comprobando, habrían cometidos tales delitos que estos tienen el miserable rango de traición a la patria.

Este delito ya está estatuido por los políticos, con prescripción, por fiscales y jueces. Esto hace la paradoja, que delitos tan graves como traición a la patria sean considerados una bicoca por toda la élite.

La opinión publica se hace la indiferente, pero para sus adentros está indignada. Pero porqué no reacciona? El miedo, no a lo que hay, sino a lo que vendrá. Saben que en definitiva al pueblo siempre le llueve sobremojado, y que la élite tiene lo suyo en terreno seco. Esas serían las realidades en caso de que la papas quemen.

Lo que falta es el logro del convencimiento de que está en juego la restauración de la república. En esta todos vivimos en igualdad de derechos dentro del sistema capitalista regulado por el estado, en donde todos deben pagar sus impuestos, deberes y derechos.

Uno de los impulsores de esta nefasta realidad virtual de pesadilla, A. Edwards fue uno de los que intrigó con la CIA para este estado de las cosas. El tipo además de evasión tributaria en las Islas Vírgenes, ha cometido traición a la patria al intrigar con los servicios de inteligencia con una potencia extranjera.

Los mismos que han cometido traición, defraudación a la patria son los que se oponen a la reforma constitucional mediante una AC. Ahí nos presentan su realidad (virtual para nosotros), lo absurdo es que nos dicen es que son ellos tienen que rayar y nivelar la cancha para un partido que de antemano se dispusieron a ganar. Eso lo dijeron hace más de doscientos años, mataron e hicieron desaparecer a Manuel Rodriguez, cuando hicieron la primera constitución, la que con el transcurrir del tiempo fue reformada por la misma derecha, en la obligatoriedad de hacerlo, de lo contrario no podían seguir gobernando el Chile semi-feudal hasta Allende, para después instaurar la dictadura por ellos financiada.

El pueblo indiferente indiferente al parecer entiende eso, pero se abstiene, en un gesto de domesticación, otra cosa no se puede decir.
Ganarán otra vez la mano? Al parecer sí, pues la centro izquierda que no tiene opinión al respecto se enfila detrás de la Presidente que no mueve un dedo sin consultar a la derecha pinochetista. Par que algo suceda, la opinión debe romper con este sector y su política, y echar a andar su propio camino.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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