Femicidio frustrado de Nabila Rifo revela aspecto político de la violencia machista

El caso de la mujer a la que le arrancaron los ojos en Coyhaique deja en evidencia las connotaciones políticas que sostienen la violencia de género. Organizaciones de derechos humanos advierten que el problema de fondo estaría en entender a las mujeres como objetos y naturalizar la violencia.

El caso de la mujer a la que le arrancaron los ojos en Coyhaique deja en evidencia las connotaciones políticas que sostienen la violencia de género. Organizaciones de derechos humanos advierten que el problema de fondo estaría en entender a las mujeres como objetos y naturalizar la violencia.

La madrugada del sábado en Coyhaique, Nabila Rifo sufrió un brutal ataque en el que uno o más sujetos todavía no identificados le fracturaron la mandíbula, el cráneo y le arrancaron ambos ojos. Después de la golpiza la dejaron botada en la calle para que muriera. Si bien hasta el momento se desconoce el autor del crimen, tanto familiares como organizaciones de derechos humanos apuntan hacia su actual pareja, quien habría sido denunciado por Nabila en tres oportunidades.

La última de esas denuncias fue hecha el 2015, luego de que su pareja entrara a la casa provisto de un hacha con la cual rompió puertas y ventanas. En esa oportunidad, el sujeto se aprestó a atacar a Nabila y la amenazó de muerte, pero el acto fue frustrado. El agresor quedó con la sanción de firma mensual y la obligación de asistir a una terapia de control de impulsos por seis meses.

Si bien todavía no existen responsables por el caso de Nabila Rifo, el tipo de violencia ejercido muestra a todas luces que se trata de una agresión motivada por causales de género.

En este sentido, Carolina Carrera, presidenta de la Corporación Humanas, afirmó que “volvemos a asistir a un nuevo caso de femicidio frustrado con unas connotaciones que ya veníamos viendo hace un tiempo atrás, donde el nivel de ensañamiento  de los perpetradores está a la altura de los crímenes de odio”.

Además, la presidenta de Humanas agregó que en lo que respecta a la violencia de género, el conflicto de fondo es cómo son entendidas las mujeres: “Lo que esta detrás de una violencia de genero exacerbada, es que las mujeres aparecen como propiedad y la idea de que sobre sus cuerpos se puede hacer lo que se quiera”, declaró enfática.

Cuerpos como cosas, mujeres como objetos

Silvana del Valle, abogada de la Red chilena contra la violencia hacia las mujeres, explicó que en la sociedad existen relaciones que agudizan este tipo de injusticias.

“Existe el privilegio de los hombres de tratar a otras personas como si fueran sus objetos y cuando ven que hay un acto de humanidad de esa persona, que es el acto de romper con una relación, de enfrentarse a la violencia,  el agresor hace el acto máximo de disposición de un objeto: deshacerse de ese objeto, como podría ser venderlo o destruirlo, que es lo que define la propiedad en nuestro sistema legal patriarcal”, afirmó la abogada.

Además, Silvana del Valle señaló que el problema no se resuelve con cambiar la ley, sino que se trata de un sistema completo que padece de sexismo y manifiesta violencia y discriminación cotidiana contra las mujeres.

“Hacemos el llamado de atención a la cultura en la que estamos viviendo. Esto va mucho más allá de las leyes, de la respuesta institucional que por cierto nos parece pobre. Nosotras estamos apuntando a una respuesta de la sociedad completa. Lo que debe cambiar no es solamente las leyes, sino que también la educación que parte tempranamente con sexismo y los medios de comunicación que tienen un rol sumamente importante”, sostuvo.

Finalmente, el caso de Nabila Rifo tiene un claro trasfondo político, producido por la naturalización de las lógicas de la propiedad privada, incluso sobre los propios cuerpos de las mujeres.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X