No será un cambio a la Constitución ni tampoco una ley interpretativa el recurso para reconocer a los sindicatos como protagonistas de la negociación colectiva. Esa fue la conclusión del comité político que analizó la situación de la Reforma Laboral que se encuentra entrampada, luego del fallo del Tribunal Constitucional.
De esta forma, el escenario futuro para la iniciativa se queda con dos opciones: por una parte, el veto a la reforma, que ya fue ingresado a trámite legislativo y se encuentra a la espera del regreso de la semana distrital, o la ley corta, cuyos temas deberán ser definidos por las autoridades.
La senadora del PPD Adriana Muñoz lamentó que no exista un camino claro para reponer las normas que a su juicio fueron devastadas por el Tribunal. Además planteó su inquietud frente a la posibilidad de una ley corta.
“Una ley corta a mí me provoca mucha incertidumbre, no conozco los contenidos. Creo que tendremos que revisar una serie de normas que hoy día quedan controvertidas con derechos fundamentales de los trabajadores. Entonces hay que analizar bien el fallo, no conozco la propuesta. Creo que hay una confusión en el gobierno que nos tiene en una situación de bastante paralización”, aseguró.
Por su parte, el diputado de la Democracia Cristiana y presidente de la comisión de Trabajo, Patricio Vallespín, dijo que lo que queda es “tratar de salvar algunos puntos de la reforma” y manifestó su desacuerdo con desechar un cambio constitucional.
“Debo ser muy sincero no es la que más me gusta porque creo que el único camino para tener una reforma que garantice lo que buscábamos, se lograría con la reforma constitucional, pero si no hay fuerza para hacerlo, es un análisis realista que hay que tener presente”, señaló.
El también diputado de la Falange Sergio Espejo dijo que es necesario que a la brevedad posible, se decida el camino para preservar lo que a su juicio son “avances de la reforma”
En cambio el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, dijo en conversación con nuestra emisora que esto es un retroceso para los trabajadores, porque a su juicio el Tribunal Constitucional “convirtió la legislación laboral en un bodrio”.
Al fallo del Tribunal que recordemos impugnó la titularidad sindical y acogió parcialmente el reclamo por la extensión de beneficios, se suma que, entre otras cosas, el proyecto presenta pactos de adaptabilidad, aumento de quórum y otras dificultades para los sindicatos. Por eso, el dirigente planteó que de no haber una reforma constitucional, prefiere derechamente que se suspenda el proyecto.
A juicio de la antropóloga e investigadora de Fundación Sol, Valentina Doniez, si bien el proyecto planteaba la titularidad sindical como un eje fundamental, “tal como estaba pensada, no era suficiente para fortalecer el sindicalismo”.
“Porque con un sindicalismo encerrado en las empresas que solo puede negociar por sus propios afiliados no estamos pensando en un actor representativo que puede generar herramientas para ser interlocutor válido, sino solamente un actor pequeño y acotado. Ese es el sindicalismo que estaba pensado en el proyecto”, agregó.
La antropóloga de Fundación Sol recordó que la reforma además contiene otros aspectos que pasaron inadvertidos, pero que constituyen un retroceso en materia de derechos de los trabajadores, por eso aseguró que lo mejor es que este proyecto no llegue a su fin.
Así lo planteó también el vicepresidente de la CUT, organización que recordemos ya prepara un paro nacional para el próximo 31 de mayo.