Finalmente, el empresario Donald Trump tiene el camino despejado para conseguir la nominación como candidato presidencial del Partido Republicano, esto luego de conseguir los 1.238 delegados necesarios para tomar posición en la carrera por el sillón de la Casa Blanca.
De esta manera, el magnate llegará a la próxima convención del partido como el único aspirante a la primera magistratura de los Estados Unidos, con lo cual el escenario al que aspiraban desde el ala conservadora del “Gran Partido Viejo” (GOP, por sus siglas en inglés), que planteaba llegar a la reunión con una disputa más reñida entre distintos candidatos, y así poder decidir por alguien distinto de Trump, no se hará realidad.
Si bien, aún quedan por elegir 303 delegado, los que se resolverán el las próximas elecciones primarias de California, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur el próximo 7 de junio, sólo se espera que Donald Trump consolide su ventaja, tras derribar uno a uno a sus oponentes al interior del GOP como John Kasich, Jeb Bush, Ted Cruz y Marco Rubio.
Con esta situación se ha concretado una opción presidencial que hasta hace unos meses era considerada no más que una candidatura presdiencial extravagante en el panorama político estadounidense, y salvo algún cambio de última hora, el 8 de noviembre próximo será Donald Trump quien figure en la papeleta de sufragio.
Sólo resta saber quién será su contrincante por el lado Demócrata, ya que si bien el favoritismo se lo lleva Hillary Clinton, el senador Bernie Sanders no ha cejado en su opción de ser el candidato presidencial del partido.