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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Gabriel Salazar: “El proceso constituyente no toma en cuenta la asociatividad de las personas”

Así lo expresó el Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar, quien sostuvo que el mecanismo impulsado por el Gobierno infantiliza al pueblo. El especialista sostuvo que el país necesita una cambio cultural para modificar el funcionamiento de las organizaciones sociales que hasta ahora sólo se quedan en un reclamo testimonial que no cambia el fondo de los problemas y de sus demandas.

Diario Uchile

  Martes 31 de mayo 2016 21:33 hrs. 
Salazar

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No existe un proceso constituyente real en Chile y lo que hay está destinado a fracasar, vaticinó el Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar, quien además criticó el camino adoptado por el Gobierno para modificar la Constitución Política de 1980.

En conversación con el programa “Libres e Iguales” que transmite Radio y Diario Universidad de Chile, el académico de nuestra casa de estudios sostuvo que el Ejecutivo tiene una mirada que infantiliza a la gente y no toma en cuenta sus procesos de asociatividad, como los registrados en Magallanes, Freirina, Alto Huasco y últimamente en Chiloé.

“El proceso constituyente que ideó el Gobierno no tomó en cuenta para nada eso, haberse colgado de eso, haberlo incentivado, que se promoviera y se organizara eso y ahí dejar lanzado el debate. Yo lo asocio a cómo una profesora de kínder o de básica organiza con los niños una tarea, ‘mijitos, estos son los pasos que vamos a dar, vamos a hacer esto primero, después lo otro, lo de acá’, todo conducido desde arriba matriarcalmente”.

Para el historiador, hay una mirada crítica de las acciones oficiales por parte de las comunidades, como por ejemplo en pueblos que se reúnen para empujar el establecimiento de una Asamblea Constituyente, algo que hasta ahora el Gobierno no ha querido convocar de manera directa.

Para Salazar, se trata de un Estado liberal que deja pasar la acción del empresariado y el poder económico, el cual además margina a la población para que participe sólo en las votaciones, lo que no significa deliberación del pueblo ni el ejercicio real de la soberanía.

“Ese es un problema bien de fondo porque si preguntamos qué es soberanía, ya ok la soberanía está en nosotros, pero cómo se define la soberanía, entonces si uno lo piensa bien mirando todo lo que ha ocurrido en el mundo, la soberanía es una voluntad colectiva, no es una voluntad individual de un individuo solo, eso es libre albedrío, es otro cuento. Cómo construyo una voluntad colectiva, bueno que la comunidad se junte, delibere, examine los problemas, bisque una solución, la defina y la imponga”.

Sin embargo, criticó que las prácticas de las organizaciones sociales se mantienen ancladas a viejas prácticas y no han innovado para de esa manera buscar nuevas vías que permitan conseguir soluciones, sino más bien se quedan en acciones testimoniales que poco permiten modificar la realidad.

Al respecto, Salazar indicó que es necesario un cambio cultural de la gente para avanzar en los cambios que está reclamando.

“Esta revolución cultural es un aprendizaje que, en este caso, es un aprendizaje a ser soberano de una vez por todas, a que nosotros establezcamos soluciones, deliberemos, establezcamos mandatos, y después que los tengamos elegimos al señor que va a ejecutar el mandato, porque lo que hemos hecho en 200 años es elegir señores sin mandato, entonces ellos hacen lo que quieren: Presidente, ministros, senadores, diputados, etc., y por eso son irresponsables porque no le dan cuenta a nadie”.

Gabriel Salazar destacó eso sí el trabajo que han desarrollado distintas comunidades y que a partir de diversas experiencias de enfrentar los intereses de su gente con los empresariales comenzaron a mirar con atención la posibilidad de juntar sus reclamos para así encontrar soluciones conjuntas, las que incluso apuntan a la necesidad de instituir desde el pueblo una Asamblea Constituyente en el país.

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