Un año después de ingresar una propuesta de observación en el observatorio ALMA, un equipo de astrónomos del Instituto de Astrofísica UC (IA), el CATA y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), obtuvo la primera imagen directa de discos protoplanetarios en la nebulosa de Carina. Estos discos, dicen los científicos, podrían albergar la formación de sistemas planetarios similares al nuestro.
Dentro de la Vía Láctea, Carina es una de las regiones de formación estelar más activas y masivas; allí conviven estrellas de baja masa junto a las estrellas más masivas conocidas en nuestra galaxia. En el centro de esta región hay dos cúmulos estelares: Trumpler 14 y Trumpler 16, ambos cúmulos están poblados por estrellas de gran masa, lo que genera una cantidad considerable de radiación ultravioleta que calienta y hace brillar el gas circundante, dando originen a la nebulosa de Carina.
Esta radiación, explica el astrónomo e investigador postdoctoral del IA, Adal Mesa, “puede tener efectos nocivos en el tiempo de vida de los discos protoplanetarios asociados a estrellas como el Sol, pudiendo afectar la evolución de los mismos y las posibilidades que estos tienen para formar planetas”. En el caso de estos discos, sin embargo, “la supervivencia se ve favorecida porque se encuentran inmersos en huevos interestelares (grumos de gas y polvo que ayudan a aliviar los efectos de la radiación extrema)”.
Los investigadores afirman que estamos en presencia de discos protoplanetarios por tres razones: presentan masas lo suficientemente grandes para que se creen sistema planetarios como el nuestro; ha pasado el suficiente tiempo para que se comiencen a formar planetas; los dos discos detectados están asociados a estrellas algo más masivas que el Sol (particularmente, 1.5-3 veces más), y en estos sistemas se espera que la formación de cuerpos planetarios comience antes que para estrellas como el Sol.
Las observaciones que realizó el equipo de investigación -compuesto por Adal Mesa, Thomas Puzia, Luis Zapata y Will Henney- fueron hechas desde el observatorio ALMA, instrumento que permitió la ‘fotografía‘ de discos en esta región hostil de la Vía Láctea y fueron publicadas en la última edición de la revista Astrophysical Journal Letters.
Revisa el artículo publicado en la web del Intituto de Astrofísica de la Universidad Católica haciendo click aquí.
Para ver el artículo original publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, haz click aquí.