Funcionarios y parlamentarios coinciden en cambiar el Sename “a como dé lugar”

El informe enviado por el Ministerio de Justicia a la Comisión Investigadora del Servicio Nacional de Menores dio cuenta de la muerte de casi 200 niños y niñas que estaban bajo el cuidado del Estado. Una situación que pone en un punto crítico a un servicio que constantemente da cuenta de falencias en su gestión.

El informe enviado por el Ministerio de Justicia a la Comisión Investigadora del Servicio Nacional de Menores dio cuenta de la muerte de casi 200 niños y niñas que estaban bajo el cuidado del Estado. Una situación que pone en un punto crítico a un servicio que constantemente da cuenta de falencias en su gestión.

Un minuto de silencio. Ese gesto fue el que inició la última sesión de la Comisión Investigadora del Servicio Nacional de Menores (Sename), celebrada ayer en la sede de Santiago Congreso Nacional. La información acerca de 185 niños fallecidos desde 2005 a la fecha en los centros de acogida dependientes del Sename, trajo un sentimiento de pesar ineludible.

Quien convocó al acto reverencial fue el diputado independiente René Saffirio, integrante de la comisión y quien encargó hace dos meses un informe al Ministerio de Justicia, en el cual se detallan los fallecimientos de los niños y jóvenes en los últimos diez años. De los 185 decesos, 134 ocurrieron en establecimientos de salud donde fueron derivados los chicos, 49 sucedieron en centros dependientes del Sename, y dos muertes se verificaron en centros administrados directamente por la institución.

El diputado Ramón Farías (PPD), quien integra la comisión, señaló que las cifras no eran conocidas hasta ese instante y que es una situación que preocupa. “Estos son los niños más desposeídos, son los niños que no tienen luz. Y esto nos ratifica, ya no es la sensación, sino la certeza de que tenemos que cambiar el Sename, a como dé lugar, su sistema de funcionamiento. Cosa que pueda existir mayor profesionalismo en la atención y mantención de cada uno de los niños y niñas que están hoy día dentro del sistema”, indicó el parlamentario.

La situación trae a la memoria hechos por los cuales esta entidad está se ha visto especialmente observada de manera crítica. El pasado 11 de abril, una niña de 11 años falleció de un paro cardíaco en el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (CREAD) Galvarino, en Santiago. Además, otras dos muertes tuvieron lugar a mediados de junio en el Pequeño Cottolengo de Rancagua, centro que funciona bajo supervisión del Sename.

Carencias impresentables

Ante la crisis que pone en tela de juicio a la entidad, la presidenta de la Asociación de Funcionarios del Senam (Afuse) Alicia Del Basto, indicó a Diario y Radio Universidad de Chile que en los centros del servicio existen varios niños que se encuentran enfermos, y algunos incluso postrados; y el organismo no cuenta con los medios y el personal adecuado para atenderlos. Estima que en estos casos, debería responsabilizarse al Ministerio de Salud.

La funcionaria, además, detalló los problemas que enfrentan para cumplir su labor: “Las dificultades son varias. La precariedad en la que hoy trabajamos acá en el Sename, por ejemplo, no se ha adecuado a infractores de ley, no se ha adecuado a la Ley de Responsabilidad Penal de Adolescentes. Seguimos funcionando con los mismos centros añosos y viejos donde no tenemos espacio para segregar, y eso produce en la convivencia interior situaciones bastante complejas”.

Falta una nueva institucionalidad

La funcionaria también hace un llamado de atención a las carencias en la institucionalidad respecto de este tema. Asunto al que adhiere el presidente de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (Achnu) Osvaldo Torres, quien calificó la situación de gravísima, considerando que las cifras dan cuenta de un niño fallecido por mes en promedio, estando bajo protección del Estado.

“El Sename como institucionalidad no da garantías de que pueda resolver la demanda de protección de los derechos que tienen las familias y los niños. Mientras no haya un ente rector, es decir, una autoridad que no tenga la capacidad de imponer controles y criterios comunes a las distintas reparticiones públicas que están asociadas con los niños, va a ser muy difícil que la institucionalidad funcione adecuadamente”, dice el Presidente de Anuch.

Propuestas que quedan en un cajón

Osvaldo Torres agregó que es necesario avanzar en una ley que garantice los derechos de las niñas y los niños, cuyo avance en el Congreso presenta dificultades debido a la gran cantidad de recursos necesarios para ejecutar la norma y las posibles desavenencias políticas entre los poderes del Estado involucrados. Además, propone la formación de una Defensoría de los niños y niñas, iniciativa que, según acota Torres, lleva más de veinte años de discusión. Se trataría de un organismo autónomo que tenga capacidad de intervenir ante situaciones donde se vulneren los derechos de los niños y jóvenes.

Por otra parte, Alicia Del Basto también hizo hincapié en la falta de políticas de infancia y leyes que protejan los derechos de los niños. Además, denuncia que la mayoría de los funcionarios del servicio trabajan “a contrata” y cunde la incertidumbre por la inestabilidad laboral.

Agregó que, a pesar de haber enviado propuestas para poder mejorar las condiciones de trabajo y atención a los infantes, “todas estas quedan guardadas en un cajón porque a la hora de evaluar los costos, lo que significa tanto la planta de funcionarios como la nueva institucionalidad, Hacienda rechaza por los altos costos que esto significa”, acusó la funcionaria.

Ramón Farías desmiente que los proyectos se encuentren guardados. De hecho, dio cuenta que los proyectos que garantizan los derechos del niño y el que crea la Subsecretaría de la Niñez, como también el que cambia la institucionalidad del Sename están en trámite. Sin embargo, hace un llamado al Gobierno para elevar la urgencia de las iniciativas para que se aprueben lo antes posible.





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