Música de Sebastián Errázuriz y la participación de integrantes de la Sinfónica marcan la nueva apuesta del BANCH
Dos veces Bach es el nombre de la nueva obra del coreógrafo y Director Artístico del Ballet Nacional Chileno, Mathieu Guilhaumon, que junto con la intervención de destacados músicos nacionales, contará con la participación de bailarines del Ballet de Santiago.
Diario UChile
Jueves 21 de julio 2016 8:00 hrs.
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Una novedosa propuesta es la que el Banch presentará en su segundo ciclo de la temporada 2016 denominado “Danza y Música”, la que contará con varias particularidades. Así, en la nueva obra colabora el reconocido compositor nacional Sebastián Errázuriz, quien participará en escena junto a cuatro destacados integrantes de la Orquesta Sinfónica de Chile: Luis Alberto Latorre en piano, Juan Goic en Violonchelo, Miguel Ángel Muñoz en violín y Claudio Gutiérrez en viola.
La primera parte contempla la interpretación de seis de las Variaciones de Goldberg, de Johann Sebastian Bach, a cargo del talentoso pianista Latorre, sumándose luego los tres instrumentos de cuerda, para dar vida a una nueva composición de Errázuriz, que será dirigida en escena por el propio músico.
Junto con ello, la pieza reunirá en el escenario del Teatro Universidad de Chile a las dos principales compañías de danza del país, las que a su vez abordan estilos muy distintos: el Ballet Nacional Chileno, máximo exponente de la danza contemporánea en Chile; y el Ballet de Santiago, compañía ícono de la danza clásica en el país. Ésta última se hará presente a través de cuatro de sus bailarines que serán parte del elenco: Romina Contreras, Ethana Escalona, Gabriel Bucher y Agustín Cañulef.
“En la obra hay varios niveles de interés. Está la unión entre música y danza, pero también se juntan cuatro bailarines del Ballet de Santiago con nosotros, esto gracias a la colaboración que empezamos con ellos hace ya tres años. Lo interesante entonces es que mezcla igualmente lo clásico con lo contemporáneo, pero no sólo a través de los bailarines, sino también en las partituras, por lo que tenemos una unión tanto a nivel musical como a nivel coreográfico. Ahora, esto no se ve separado en la obra, justamente la idea era generar una fusión con un resultado único”, explica Mathieu Guilhaumon respecto de esta apuesta artística.
El director de la compañía comenta además que los músicos son parte fundamental de la puesta en escena. “Tenemos piano, violonchelo, violín y viola, y los músicos no sólo están en el escenario tocando sino que son parte de lo que está pasando, tienen su papel dentro de la obra, tal como Sebastián, que estará dirigiendo”.
Por su parte, Errázuriz cuenta que “Dos veces Bach comienza con la invitación que me hizo Mathieu cuando veníamos saliendo de trabajar juntos en una ópera mía donde él fue el coreógrafo. Tuvimos un muy buen encuentro creativo, entonces cuando llegó esta invitación de vuelta dije inmediatamente que sí”.
Respecto del trabajo de creación que ha debido desarrollar en torno a una de las obras maestras de Bach, el músico nacional comenta que “es bien complejo tomar una pieza y recomponerla. Además, ésta es una obra perfecta, no hay nada que hacerle. Entonces, ahí la mirada fue preguntarme qué puedo aportar yo y cómo puedo leer las partituras de otra manera”. De esta forma explica que su composición “es finalmente un punto de vista sobre las Variaciones de Goldberg. Ha sido recomponer en el sentido de crear nuevas armonías y llevarlo a un plano sonoro más contemporáneo, donde siempre el motor es el plano coreográfico”.
La obra se estrenará el próximo viernes 22 de julio y contará con siete funciones en el Teatro U. Chile, las que se extenderán hasta el sábado 6 de agosto, con valores que parten en los $4.800 para estudiantes y tercera edad.
Una novedosa propuesta es la que el Banch presentará en su segundo ciclo de la temporada 2016 denominado “Danza y Música”, la que contará con varias particularidades. Así, en la nueva obra colabora el reconocido compositor nacional Sebastián Errázuriz, quien participará en escena junto a cuatro destacados integrantes de la Orquesta Sinfónica de Chile: Luis Alberto Latorre en piano, Juan Goic en Violonchelo, Miguel Ángel Muñoz en violín y Claudio Gutiérrez en viola.
La primera parte contempla la interpretación de seis de las Variaciones de Goldberg, de Johann Sebastian Bach, a cargo del talentoso pianista Latorre, sumándose luego los tres instrumentos de cuerda, para dar vida a una nueva composición de Errázuriz, que será dirigida en escena por el propio músico.
Junto con ello, la pieza reunirá en el escenario del Teatro Universidad de Chile a las dos principales compañías de danza del país, las que a su vez abordan estilos muy distintos: el Ballet Nacional Chileno, máximo exponente de la danza contemporánea en Chile; y el Ballet de Santiago, compañía ícono de la danza clásica en el país. Ésta última se hará presente a través de cuatro de sus bailarines que serán parte del elenco: Romina Contreras, Ethana Escalona, Gabriel Bucher y Agustín Cañulef.
“En la obra hay varios niveles de interés. Está la unión entre música y danza, pero también se juntan cuatro bailarines del Ballet de Santiago con nosotros, esto gracias a la colaboración que empezamos con ellos hace ya tres años. Lo interesante entonces es que mezcla igualmente lo clásico con lo contemporáneo, pero no sólo a través de los bailarines, sino también en las partituras, por lo que tenemos una unión tanto a nivel musical como a nivel coreográfico. Ahora, esto no se ve separado en la obra, justamente la idea era generar una fusión con un resultado único”, explica Mathieu Guilhaumon respecto de esta apuesta artística.
El director de la compañía comenta además que los músicos son parte fundamental de la puesta en escena. “Tenemos piano, violonchelo, violín y viola, y los músicos no sólo están en el escenario tocando sino que son parte de lo que está pasando, tienen su papel dentro de la obra, tal como Sebastián, que estará dirigiendo”.
Por su parte, Errázuriz cuenta que “Dos veces Bach comienza con la invitación que me hizo Mathieu cuando veníamos saliendo de trabajar juntos en una ópera mía donde él fue el coreógrafo. Tuvimos un muy buen encuentro creativo, entonces cuando llegó esta invitación de vuelta dije inmediatamente que sí”.
Respecto del trabajo de creación que ha debido desarrollar en torno a una de las obras maestras de Bach, el músico nacional comenta que “es bien complejo tomar una pieza y recomponerla. Además, ésta es una obra perfecta, no hay nada que hacerle. Entonces, ahí la mirada fue preguntarme qué puedo aportar yo y cómo puedo leer las partituras de otra manera”. De esta forma explica que su composición “es finalmente un punto de vista sobre las Variaciones de Goldberg. Ha sido recomponer en el sentido de crear nuevas armonías y llevarlo a un plano sonoro más contemporáneo, donde siempre el motor es el plano coreográfico”.
La obra se estrenará el próximo viernes 22 de julio y contará con siete funciones en el Teatro U. Chile, las que se extenderán hasta el sábado 6 de agosto, con valores que parten en los $4.800 para estudiantes y tercera edad.
Una novedosa propuesta es la que el Banch presentará en su segundo ciclo de la temporada 2016 denominado “Danza y Música”, la que contará con varias particularidades. Así, en la nueva obra colabora el reconocido compositor nacional Sebastián Errázuriz, quien participará en escena junto a cuatro destacados integrantes de la Orquesta Sinfónica de Chile: Luis Alberto Latorre en piano, Juan Goic en Violonchelo, Miguel Ángel Muñoz en violín y Claudio Gutiérrez en viola.
La primera parte contempla la interpretación de seis de las Variaciones de Goldberg, de Johann Sebastian Bach, a cargo del talentoso pianista Latorre, sumándose luego los tres instrumentos de cuerda, para dar vida a una nueva composición de Errázuriz, que será dirigida en escena por el propio músico.
Junto con ello, la pieza reunirá en el escenario del Teatro Universidad de Chile a las dos principales compañías de danza del país, las que a su vez abordan estilos muy distintos: el Ballet Nacional Chileno, máximo exponente de la danza contemporánea en Chile; y el Ballet de Santiago, compañía ícono de la danza clásica en el país. Ésta última se hará presente a través de cuatro de sus bailarines que serán parte del elenco: Romina Contreras, Ethana Escalona, Gabriel Bucher y Agustín Cañulef.
“En la obra hay varios niveles de interés. Está la unión entre música y danza, pero también se juntan cuatro bailarines del Ballet de Santiago con nosotros, esto gracias a la colaboración que empezamos con ellos hace ya tres años. Lo interesante entonces es que mezcla igualmente lo clásico con lo contemporáneo, pero no sólo a través de los bailarines, sino también en las partituras, por lo que tenemos una unión tanto a nivel musical como a nivel coreográfico. Ahora, esto no se ve separado en la obra, justamente la idea era generar una fusión con un resultado único”, explica Mathieu Guilhaumon respecto de esta apuesta artística.
El director de la compañía comenta además que los músicos son parte fundamental de la puesta en escena. “Tenemos piano, violonchelo, violín y viola, y los músicos no sólo están en el escenario tocando sino que son parte de lo que está pasando, tienen su papel dentro de la obra, tal como Sebastián, que estará dirigiendo”.
Por su parte, Errázuriz cuenta que “Dos veces Bach comienza con la invitación que me hizo Mathieu cuando veníamos saliendo de trabajar juntos en una ópera mía donde él fue el coreógrafo. Tuvimos un muy buen encuentro creativo, entonces cuando llegó esta invitación de vuelta dije inmediatamente que sí”.
Respecto del trabajo de creación que ha debido desarrollar en torno a una de las obras maestras de Bach, el músico nacional comenta que “es bien complejo tomar una pieza y recomponerla. Además, ésta es una obra perfecta, no hay nada que hacerle. Entonces, ahí la mirada fue preguntarme qué puedo aportar yo y cómo puedo leer las partituras de otra manera”. De esta forma explica que su composición “es finalmente un punto de vista sobre las Variaciones de Goldberg. Ha sido recomponer en el sentido de crear nuevas armonías y llevarlo a un plano sonoro más contemporáneo, donde siempre el motor es el plano coreográfico”.
La obra se estrenará el próximo viernes 22 de julio y contará con siete funciones en el Teatro U. Chile, las que se extenderán hasta el sábado 6 de agosto, con valores que parten en los $4.800 para estudiantes y tercera edad.
