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Una atribulada ministra entre “jubilazos”, los horrores del Sename y una extraña interpelación

Quienes estarían más interesados en la salida de Javiera Blanco serían, ahora, personas vinculadas a la Democracia Cristiana y al Partido Socialista, justamente por el empeño de la ministra en el esclarecimiento de los hechos al interior del Sename y Gendarmería.

Juan Pablo Cárdenas S.

  Jueves 21 de julio 2016 8:51 hrs. 
ministra blanco

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Un mar de tensiones se vive al interior del oficialismo a propósito de la investigación sobre los 185 niños muertos bajo control del Servicio Nacional de Menores (Sename), así como por los llamados “jubilazos” de Gendarmería de Chile, ambas dependencias del ministerio de Justicia, por lo que la titular de esta secretaría de Estado, Javiera Blanco, será interpelada en sesión especial de la Cámara de Diputados.

Aunque el ministro del Interior le brindara un público respaldo a la ministra Blanco, lo cierto en que en la coalición de Gobierno muchos esperan que sea removida del cargo por la responsabilidad que le cabría por estas situaciones. Sin embargo, lo se ha sabido en estas últimas horas es distinto a lo que se proyecta: quienes estarían más interesados en su salida serían, ahora, personas vinculadas a la Democracia Cristiana y al Partido Socialista justamente por el empeño por Javiera Blanco al esclarecimiento de los hechos. Cuando se sabe que la institución que le debía especial atención a los menores se había convertido en un coto de caza para demócratas cristianos que acaudalaban recursos millonarios arrebatados a los fondos del Sename y que podrían explicar tantas irregularidades. Las que ahora pudieran esclarecerse con la intempestiva incautación consentida por la Ministra de fichas, computadores y otros desde todas las dependencias de este organismo en todo el país.

Del mismo modo es que hay algunos socialistas indignados con la ministra por no haber tapado desde Ministerio las millonarias pensiones recibidas por algunos ex funcionarios de Gendarmería, cuyo caso más bullado ha sido la de las ex esposa del presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, la periodista Miriam Olate. Molestia que se deriva del temor a que se dejen en evidencia los sobresueldos aprobados por  Gendarmería para favorecer las pensiones de militantes socialistas y radicales, especialmente. Cuando se sabe que estas pensiones se calculan en relación a los últimos ingresos percibidos.

En este cuadro, no se explicaría mucho el empeño de la derecha parlamentaria por interpelar a Javiera Blanco cuando, se nos dice, ella estaría resuelta a que se investigue todo y se deje en evidencia a los responsables de las tragedias en el Sename, como de tanto abuso en la policía carcelaria. Como se sabe, la relación de Javiera Blanco es solo tangencial a la Democracia Cristiana por su parentesco con la familia Frei, cuando en realidad ella no milita y ha sido una de las dilectas figuras de Paz Ciudadana, entidad creada por el director de El Mercurio Agustín Edwards.

Por algo hubo tanta indignación ayer en todas las instituciones sorpresivamente intervenidas por orden del fiscal Marcos Emilfork con el consentimiento de la nueva directora del Sename,  Solange Huerta. Así como desde Gendarmería se la busca afanosamente involucrar en las altas pensiones que favorecieron a militantes de partidos de la Nueva Mayoría. En este sentido, la interpelación de la derecha en la Cámara de Diputados se nos advierte que va a terminar obrando en favor de quienes han concebido y ejecutado estos abusos, más que en contra de una ministra de Estado, cuya falta principal podría ser haber descuidado solamente la supervisión de estas instituciones, sin denunciar a tiempo estas graves anomalías.

Trascendió ayer desde el Palacio de Gobierno que la ministra Blanco habría presentado, ya, su renuncia al cargo, pero que ésta fuera rechazada hasta que pase, al menos,  la interpelación y hasta que la Presidenta de la República implemente un cambio general en su gabinete. Razón por la cual habría instado a  los ministros y subsecretarios con pretensiones electorales a trnasparentar esta situación a fin de reemplazarlos antes que la Ley lo exija.  Se estima que la mejor forma de bajarle la atención a estos nuevos escándalos es con un gabinete nuevo, aunque a esta altura del Gobierno y de su descrédito ya no habría muchos interesados en blindar desde estos cargos el fracaso de la actual administración.

Lo más importante sería que esta interpelación sirviera para que se transparentara la muerte de estos 162 menores a los cuales ni siquiera se les habría hecho autopsia después de sus muertes. Así como que el país se enterara, por fin, el drama vivido por tantos niños abusados y maltratados bajo su dependencia del Sename.

Un horror que se suma a los horrores en el país de los horrores.

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