Este martes la Cámara de Diputados aprobó la moción elevada por la Cancillería de exigir visa a los diplomáticos bolivianos .Todo esto como consecuencia de la visita del canciller de Bolivia David Choquehuanca, que friccionó las relaciones entre ambas naciones.
Con esta aprobación la medida queda lista para ser aplicada en seis meses más, y según han declarado desde el Parlamento, no afectará a los ciudadanos que transitan o trabajan en el país.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el cientista político de la Universidad Arturo Prat, Máximo Quitral, analizó la medida, de la cual dice no tener registro por lo menos en el Chile de la post dictadura y señala que perjudica aún más las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Además, Quitral cuestionó las declaraciones de parlamentarios que apoyaron la medida, quienes justificaron que la moción se planteó para defender la soberanía del país. “Yo soy bastante crítico respecto al discurso de la soberanía. Porque si efectivamente le congreso chileno está preocupado de la soberanía, tiene una preocupación con Bolivia pero guarda silencio con respecto al tratado de libre comercio, el famoso TPP. O la decisión de modificar el mapa marítimo por parte de la Argentina, que también eso ha pasado prácticamente desapercibido”, dijo el académico.
Afirmó que es necesario que las cámaras aclaren el criterio de cuándo se debe hablar de proteger la soberanía. “Yo creo que ahí hay un manto de dudas respecto a cuán preocupado está el Estado de Chile con defender los intereses de nuestro país. Yo creo que la soberanía es más bien una excusa para comportarse de una manera determinada con un país u otro. En el caso de Bolivia ha sido un argumento recurrente, pero sinceramente, creo yo que aquí no hay una defensa de soberanía, sino una defensa de intereses corporativos que sería importante que el parlamento también lo aclarara”, expresó Quitral.
El cientista político hizo hincapié en el mal manejo comunicacional que ha tenido el Estado chileno desde su cancillería y también desde el parlamento, a propósito de la idea del senador Francisco Chahuán de articular una campaña para llamar la atención del Tribunal de La Haya, acerca de la actitud del canciller boliviano David Choquehuanca en su visita de hace dos semanas. Máximo Quitral desestimó que esto tenga algún efecto en la decisión de los jueces de la Corte Internacional y de paso deslizó críticas a la cancillería.
“Aquí el Estado chileno, más que preocuparse del detalle de la visita de Choquehuanca, lo que tiene que hacer es convencer a la comunidad internacional, que los argumentos que se están expresando en el tribunal internacional son suficientemente válidos para inhibir de alguna manera el avance comunicacional que ha tenido Bolivia en el último tiempo. Me parece que el equipo comunicacional de Chile está bastante perdido, no ha sabido hacer una lectura correcta del escenario internacional, porque lamentablemente para Chile, Bolivia ha logrado captar el apoyo de figuras reconocidas a nivel internacional desde sus planteamientos históricos, diplomáticos y por cierto, jurídicos” señaló Quitral, recalcando la necesidad que tiene nuestro país de articular mejor sus argumentos.
El cientista político explicó los desaciertos en los que ha incurrido la cancillería chilena y que entorpecen su labor: “El principal error es que está reflotando elementos históricos que estaban de alguna forma, todavía ocultos dentro del escenario internacional. El segundo, es que cae fácilmente en la trampa comunicacional de Choquehuanca con su visita y adopta decisiones que son mal vistas desde el derecho internacional. Es decir, que Chile no es capaz de realizar una política exterior acorde al siglo veintiuno, y cae en decisiones que son más bien propias de diplomacias añejas que no están entendiendo el escenario internacional”.
La visita de Choquehuanca trajo diversas reacciones en ambos países. Desde la gran incomodidad en el gobierno chileno, hasta las acusaciones de maltrato y usurpación de recursos naturales desde Bolivia, incluso, llegando el canciller a declarar estar dispuesto a derramar sangre por el conflicto. Máximo Quitral dijo que las reacciones desde La Paz fueron desafortunadas y que contradicen el discurso de hermandad que ha venido instalando el gobierno boliviano. Sin embargo, a su juicio Chile no tuvo una mejor actuación al momento de la visita.
Respecto a si Bolivia ganó o perdió en esta pasada, Quitral dijo que “Desde el punto de vista comunicacional creo que gana, en el sentido de que refuerza algunos argumentos producto de las decisiones que adoptó Chile, en términos de la actitud política que tuvo la alcaldesa de Antofagasta, algunas declaraciones, el impedimento del canciller que tuvo de moverse libremente, y creo que eso benefició desde el punto de vista comunicacional a Bolivia. Ahora, la reacción que ha tenido Bolivia posteriormente al paso del canciller, me parece que ha sido errática y también confunde un poco a la opinión pública”
El académico concluyó que Chile tampoco fue capaz de capitalizar el exabrupto del ministro boliviano y que la medida de exigir visas a los diplomáticos tampoco va en dirección a forjar una política integradora entre ambos países.