En medio del silencio que interrumpen algunos pasos, algunos pájaros y unos tantos murmullos, aparece un mausoleo donde un par rosas se secan al sol. En el centro dice Salvador Allende Gossens, 1908-1973. Es la calle O’Higgins, en el Cementerio General de Santiago.

Este espacio que hoy luce vacío, es parte del peregrinaje que se realizará este domingo 11 de septiembre en la conmemoración de los 43 años del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet. Es en medio de estas 86 hectáreas donde se llevará a cabo una de las conmemoraciones más emotivas en la capital. Así lo entiende, Rachid Saud, director del Cementerio General ubicado en la comuna de Recoleta. “Lo enfrentamos con la responsabilidad que implica tener la marcha conmemorativa principal, que en definitiva parte en el centro de Santiago y confluye en el Cementerio General”, dice Saud.

El director de esta necrópolis asegura que “llega una cantidad importante de gente a visitar a las víctimas y mártires el golpe de Estado. Principalmente vienen a ver al Presidente Salvador Allende, vienen a ver a los detenidos desaparecidos, a los ejecutados políticos y al Patio 29 donde también hay mártires de la Dictadura”.

Si bien, cada año se realiza una romería organizada por diversos movimientos de Derechos Humanos hacia el memorial de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, desde la municipalidad afirman que este espacio, donde también descansan artistas que además eran militantes, como Violeta Parra y Víctor Jara, ha sido retomado en la última administración como parte de un programa de recuperación patrimonial e histórica.

“Contiene una parte del patrimonio tangible e intangible de la nación que le da identidad no sólo a la comuna de Recoleta, sino que a toda la región Metropolitana y al país. Están enterrados ahí casi todos los presidentes de Chile y muchas de sus más grandes personalidades de la cultura, del arte, de la literatura, de la música y también en estas fechas cobra relevancia puesto que tenemos el mausoleo de Salvador Allende”, dice Daniel Jadue, alcalde de Recoleta y arquitecto.

Si bien, tanto la romería como las conmemoraciones ya son una tradición desde el inicio de la post dictadura, más de una vez las autoridades del cementerio han tenido que enfrentar diversos disturbios, pues es este el destino final de las manifestaciones que comienzan en plaza Los Héroes, pasan por el palacio de La Moneda y terminan en un acto oficial frente al memorial de los detenidos desaparecidos.

“Lo primero es decir que nos visitan cientos de miles de personas y quienes hacen estos disturbios o desmanes son una minoría. Espero que este año sea relativamente tranquilo, pero quienes vienen pueden tener la tranquilidad que van a ser resguardados y estamos en coordinación con Carabineros para que todo resulte bien”, afirma Saud.

Aunque el 11 de septiembre se instala como el día en que el Cementerio General toma más relevancia, entre estas calles de adoquines, jardines rebeldes y mausoleos singulares, se relata también la historia de Chile. Así lo han entendido sus autoridades, pues en los últimos años, este polígono que se encuentra entre las calles México Horwitz, Avenida Recoleta, La Unión Profesor Zañartu y San José; y donde hay cerca de dos millones de personas sepultadas, se ha convertido en un referente tan importante e imprescindible como un museo.

“La idea es que nos visiten y aprendan la historia de Chile acá. Revivimos a los personajes históricos que están acá para que sean ellos los que hagan el recorrido: presidentes de la República, políticos relevantes, artistas destacados y diferentes personajes de la historia que ayudan a que los niños aprendan la historia de una manera mucho más enriquecedora de lo que la hacen en el aula”, dice Saud, acerca de las visitas guiadas con actores y actrices que recrean a personajes como Bernardo O’Higgins o Violeta Parra.

Y con esa intención, más de 30 mil niños salieron en 2015 desde sus aulas para dirigirse al cementerio. El silencio habitual se interrumpió con las preguntas curiosas y el espíritu inquieto de jóvenes que llegaron junto a sus maestros en delegaciones no sólo locales, sino también provenientes de Copiapó o de la región del Biobío. “Nosotros tenemos la obligación, como depositarios de este patrimonio, de mostrarla y de enseñársela a los niños”, subraya Raschid Saud.

Por eso, el Cementerio General apunta a que los actos como los de este domingo 11 sean también actos familiares. De la misma manera en que cada día cientos de familias visitan a sus seres queridos, instalan ofrendas, renuevan maceteros y reemplazan las flores; esta conmemoración, emotiva, sentida y simbólica espera recibir a los miles de visitantes, en un ambiente de paz, tan propia de los cementerios.