En el actual mundo globalizado, saber hablar solo nuestro idioma es una limitación profesional y cultural. Esta es una característica que sólo va a ir a más, por lo que el mundo en el que nuestros hijos deberán desempeñarse como profesionales, será aún más exigente, más políglota.
Hacia la enseñanza bilingüe
Por ese motivo, muchos padres quieren que sus hijos comiencen a aprender idiomas tan pronto como sea posible. El cerebro de los niños es muy plástico y cuanto antes se inicien en el aprendizaje de un segundo idioma menos dificultades tendrán para dominarlo.
Por este motivo, los padres de hoy demandan a las autoridades e instituciones educativas un programa de enseñanza de idiomas que sea exigente y eficaz y que comprenda cada vez más años de la escolarización de los niños.
En cada vez más países se está apostando por una enseñanza bilingüe desde la infancia. En las naciones de habla hispana el idioma más demandado como segunda lengua es el inglés, por su extensión internacional y por ser, a día de hoy, el idioma de los negocios.
Pero otros idiomas también están encontrando su espacio según su proyección internacional: es el caso del alemán, el chino y la variante brasileña del portugués, por la pujanza económica de los países que lo hablan. Además, tradicionalmente el francés ha sido el idioma de la diplomacia y según los países musulmanes van abriéndose al comercio, el árabe va ganando terreno.
El aprendizaje de idiomas requiere un esfuerzo prolongado en el tiempo, por lo que en muchas ocasiones no son suficientes las horas lectivas de la escuela para lograr un verdadero dominio del idioma a aprender.
Es aquí donde el entorno familiar adquiere mayor importancia en el refuerzo del estudio de lenguas extranjeras. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender idiomas de muchas maneras, pero lo más importante es que incentiven su curiosidad acerca de lo que pueden conocer con ese aprendizaje: países nuevos, sociedades muy diversas, culturas cercanas a la nuestra o lejanas y, sobre todo, muchas más personas que pueden enriquecer su experiencia vital.
La irrupción de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas
Muchos padres ya han aceptado que los videojuegos tienen beneficios para los niños, cambiando así la visión prejuiciosa que había hace unos años. Pero las tecnologías más avanzadas y especialmente las TIC (tecnologías de la Información y Comunicación) no se limitan a los videojuegos educativos.
La principal ventaja de estas nuevas tecnologías es la comunicación global en tiempo real y la interactividad que ponen a disposición del usuario. Gracias a la multitud de recursos online que la comunidad educativa tiene en Internet, cualquier alumno puede seguir repasando y aprendiendo por su cuenta, sin necesidad de disponer de un tutor o profesor personal.
Los estudiantes pueden examinarse a sí mismos y comprobar su evolución. Además, en su celular pueden disponer de apps que les permiten seguir aprendiendo donde quiera que vaya.
Aunque el uso de traductores automáticos genera muchas inexactitudes y errores, lo cierto es que, bien usados, pueden contribuir a la difusión de la cultura y el conocimiento. Asimismo los diccionarios online facilitan ayuda permanente a los estudiantes de idiomas.
También pueden contactar y mantener conversaciones con personas casi en cualquier lugar del mundo, lo que estimula el aprendizaje porque así los niños ven que su esfuerzo tiene resultados reales casi inmediatos.
Nunca ha habido tanta gente políglota en el mundo y el número seguirá creciendo. También las TIC seguirán desarrollándose y facilitando el entendimiento entre distintos idiomas. Se trata de una revolución que nuestros hijos no se pueden perder. Parte de su futuro puede depender de ello.
En el actual mundo globalizado, saber hablar solo nuestro idioma es una limitación profesional y cultural. Esta es una característica que sólo va a ir a más, por lo que el mundo en el que nuestros hijos deberán desempeñarse como profesionales, será aún más exigente, más políglota.
Hacia la enseñanza bilingüe
Por ese motivo, muchos padres quieren que sus hijos comiencen a aprender idiomas tan pronto como sea posible. El cerebro de los niños es muy plástico y cuanto antes se inicien en el aprendizaje de un segundo idioma menos dificultades tendrán para dominarlo.
Por este motivo, los padres de hoy demandan a las autoridades e instituciones educativas un programa de enseñanza de idiomas que sea exigente y eficaz y que comprenda cada vez más años de la escolarización de los niños.
En cada vez más países se está apostando por una enseñanza bilingüe desde la infancia. En las naciones de habla hispana el idioma más demandado como segunda lengua es el inglés, por su extensión internacional y por ser, a día de hoy, el idioma de los negocios.
Pero otros idiomas también están encontrando su espacio según su proyección internacional: es el caso del alemán, el chino y la variante brasileña del portugués, por la pujanza económica de los países que lo hablan. Además, tradicionalmente el francés ha sido el idioma de la diplomacia y según los países musulmanes van abriéndose al comercio, el árabe va ganando terreno.
El aprendizaje de idiomas requiere un esfuerzo prolongado en el tiempo, por lo que en muchas ocasiones no son suficientes las horas lectivas de la escuela para lograr un verdadero dominio del idioma a aprender.
Es aquí donde el entorno familiar adquiere mayor importancia en el refuerzo del estudio de lenguas extranjeras. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender idiomas de muchas maneras, pero lo más importante es que incentiven su curiosidad acerca de lo que pueden conocer con ese aprendizaje: países nuevos, sociedades muy diversas, culturas cercanas a la nuestra o lejanas y, sobre todo, muchas más personas que pueden enriquecer su experiencia vital.
La irrupción de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas
Muchos padres ya han aceptado que los videojuegos tienen beneficios para los niños, cambiando así la visión prejuiciosa que había hace unos años. Pero las tecnologías más avanzadas y especialmente las TIC (tecnologías de la Información y Comunicación) no se limitan a los videojuegos educativos.
La principal ventaja de estas nuevas tecnologías es la comunicación global en tiempo real y la interactividad que ponen a disposición del usuario. Gracias a la multitud de recursos online que la comunidad educativa tiene en Internet, cualquier alumno puede seguir repasando y aprendiendo por su cuenta, sin necesidad de disponer de un tutor o profesor personal.
Los estudiantes pueden examinarse a sí mismos y comprobar su evolución. Además, en su celular pueden disponer de apps que les permiten seguir aprendiendo donde quiera que vaya.
Aunque el uso de traductores automáticos genera muchas inexactitudes y errores, lo cierto es que, bien usados, pueden contribuir a la difusión de la cultura y el conocimiento. Asimismo los diccionarios online facilitan ayuda permanente a los estudiantes de idiomas.
También pueden contactar y mantener conversaciones con personas casi en cualquier lugar del mundo, lo que estimula el aprendizaje porque así los niños ven que su esfuerzo tiene resultados reales casi inmediatos.
Nunca ha habido tanta gente políglota en el mundo y el número seguirá creciendo. También las TIC seguirán desarrollándose y facilitando el entendimiento entre distintos idiomas. Se trata de una revolución que nuestros hijos no se pueden perder. Parte de su futuro puede depender de ello.
En el actual mundo globalizado, saber hablar solo nuestro idioma es una limitación profesional y cultural. Esta es una característica que sólo va a ir a más, por lo que el mundo en el que nuestros hijos deberán desempeñarse como profesionales, será aún más exigente, más políglota.
Hacia la enseñanza bilingüe
Por ese motivo, muchos padres quieren que sus hijos comiencen a aprender idiomas tan pronto como sea posible. El cerebro de los niños es muy plástico y cuanto antes se inicien en el aprendizaje de un segundo idioma menos dificultades tendrán para dominarlo.
Por este motivo, los padres de hoy demandan a las autoridades e instituciones educativas un programa de enseñanza de idiomas que sea exigente y eficaz y que comprenda cada vez más años de la escolarización de los niños.
En cada vez más países se está apostando por una enseñanza bilingüe desde la infancia. En las naciones de habla hispana el idioma más demandado como segunda lengua es el inglés, por su extensión internacional y por ser, a día de hoy, el idioma de los negocios.
Pero otros idiomas también están encontrando su espacio según su proyección internacional: es el caso del alemán, el chino y la variante brasileña del portugués, por la pujanza económica de los países que lo hablan. Además, tradicionalmente el francés ha sido el idioma de la diplomacia y según los países musulmanes van abriéndose al comercio, el árabe va ganando terreno.
El aprendizaje de idiomas requiere un esfuerzo prolongado en el tiempo, por lo que en muchas ocasiones no son suficientes las horas lectivas de la escuela para lograr un verdadero dominio del idioma a aprender.
Es aquí donde el entorno familiar adquiere mayor importancia en el refuerzo del estudio de lenguas extranjeras. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender idiomas de muchas maneras, pero lo más importante es que incentiven su curiosidad acerca de lo que pueden conocer con ese aprendizaje: países nuevos, sociedades muy diversas, culturas cercanas a la nuestra o lejanas y, sobre todo, muchas más personas que pueden enriquecer su experiencia vital.
La irrupción de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas
Muchos padres ya han aceptado que los videojuegos tienen beneficios para los niños, cambiando así la visión prejuiciosa que había hace unos años. Pero las tecnologías más avanzadas y especialmente las TIC (tecnologías de la Información y Comunicación) no se limitan a los videojuegos educativos.
La principal ventaja de estas nuevas tecnologías es la comunicación global en tiempo real y la interactividad que ponen a disposición del usuario. Gracias a la multitud de recursos online que la comunidad educativa tiene en Internet, cualquier alumno puede seguir repasando y aprendiendo por su cuenta, sin necesidad de disponer de un tutor o profesor personal.
Los estudiantes pueden examinarse a sí mismos y comprobar su evolución. Además, en su celular pueden disponer de apps que les permiten seguir aprendiendo donde quiera que vaya.
Aunque el uso de traductores automáticos genera muchas inexactitudes y errores, lo cierto es que, bien usados, pueden contribuir a la difusión de la cultura y el conocimiento. Asimismo los diccionarios online facilitan ayuda permanente a los estudiantes de idiomas.
También pueden contactar y mantener conversaciones con personas casi en cualquier lugar del mundo, lo que estimula el aprendizaje porque así los niños ven que su esfuerzo tiene resultados reales casi inmediatos.
Nunca ha habido tanta gente políglota en el mundo y el número seguirá creciendo. También las TIC seguirán desarrollándose y facilitando el entendimiento entre distintos idiomas. Se trata de una revolución que nuestros hijos no se pueden perder. Parte de su futuro puede depender de ello.
