Paradójicamente, al final de los 90 minutos de lo que menos se habló fue del nuevo triunfo de la UC sobre la U, en menos de 15 días, lo que significó un nuevo título para los de la franja.
Y es que la obtención de la Supercopa por parte de los Cruzados parece sellar de forma definitiva el ciclo de Sebastián Beccacece en el banco de los azules, que ya ha perdido hasta el más firme de los defensores de su continuidad al mando de la U. Todos, a excepción de la indemnización que se le debe pagar si la dirigencia decide cortar ahora el vínculo con el rosarino.
Si bien, el trámite del partido fue parejo, los de San Carlos de Apoquindo aprovecharon dos gruesos errores defensivos del Romántico Viajero para anotar dos estocadas -Nicolás Castillo a los 42 y José Pedro Fuenzalida a los 45- que resultaron ser fatales, y que, a la postre, le darían la Supercopa a los dirigidos por Mario Salas.
Gastón Fernández había logrado el empate transitorio a los 44 minutos, pero duró menos de un minuto la incertidumbre en el marcador.
En el segundo tiempo, Católica bajó las revoluciones y se dedicó a esperar a la U, que jamás logró inquietar la portería de Cristopher Tosell, por el contrario fueron los azules quienes más sufrieron con los contragolpes de los franjeados.
Al final, el marcador no se movió más y con el pitazo final los Cruzados pudieron dar una nueva vuelta olímpica, esta vez frente a su clásico rival, y dejando a un entrenador pendiendo de un hilo.