Si se desagrega por región y por tipo de medio, en Brasil la concentración en la prensa escrita es de un 89 por ciento, mientras en México la televisión abierta alcanza un 93 por ciento. En Chile, en ambos medios la cifra es cercana al 80 por ciento. En tanto, la radio sigue siendo el medio menos concentrado aunque la cifra no es menor al 50 por ciento.
Estos datos fueron expuestos en el foro internacional “Libertad de Expresión y Concentración Mediática en América Latina”, organizado por el Observatorio Latinoamericano de Medios y Convergencia (Observacom) junto al Colegio de Periodistas.
En la instancia, el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, afirmó que es una situación preocupante porque afecta el fortalecimiento de la democracia y el ejercicio de la libertad de expresión de los ciudadanos.
Una situación donde la responsabilidad del Estado es evidente, sin embargo el enfoque para revertirlo no puede ser meramente económico, según indicó el investigador y docente argentino, Guillermo Mastrini. “El problema es que los políticos tienen una doble dimensión: por un lado, pueden estar de acuerdo con mayor libertad de expresión y menos concentración, pero saben que su carrera está determinada por los mismos medios y en última instancia tratan de no confrontarse con estos conglomerados. Por lo mismo, sus declaraciones suelen ser más bien “timoratas” respecto de lo que finalmente terminan haciendo”, comentó.
Para la investigadora mexicana también integrante del Observacom Aleida Calleja el cambio a la televisión digital era un paso decisivo para revertir parte de esta concentración. No obstante, muchos de los países que han comenzado a implementar esta tecnología han desaprovechado la oportunidad porque las cifras demuestran incluso mayor concentración. “Si bien los Estados están abriendo el espectro para nuevos jugadores, pero terminan siendo actores del ámbito comercial. Entonces, se enfatiza en la propuesta económica y no comunicacional como, por ejemplo, otorgar mayores fondos a proyectos independientes y comunitarios”, señaló.
Existe una estrecha relación entre la “concentración del pensamiento” que pretenden ejercer los medios y el rol preponderante del mercado de la publicidad, según explicó el decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Frontera de Temuco, Carlos del Valle. “Un tema que preocupa mucho es la concentración cognitiva o de contenidos. Si nos fijamos en la prensa desde el siglo XIX, existe la configuración de un ‘enemigo público’ que es el pueblo mapuche y que hoy en día es el terrorista”, subrayó.
Por su parte, la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares, destacó la importancia del actual proyecto que modifica la ley de TVN respecto a contenidos, estructura y avisaje estatal, entre otros aspectos. “Es un debate estructural porque se trata del canal estatal y aunque no es el único, es muy importante. Todo esto requiere de voluntad política y hemos visto que muchas veces la Fiscalía Económica se ha negado a hacer estudios respecto a la concentración acusando falta de recursos y tiempo”, expresó.
La mayoría de los países de la región mantienen el statu quo respecto a la normativa que rige a los medios de comunicación donde las leyes sobre competencia han sido insuficientes, según recalcaron los expertos.
Por lo mismo, no se puede esperar que por contar con mayor cantidad de medios necesariamente se diversifiquen los contenidos, como se esperaba con la televisión digital. Un análisis pendiente, hasta ahora, es revisar la concentración en las nuevas tecnologías de la comunicación, por ejemplo en redes sociales, y en la televisión de pago.